FORTALEZA EN NÚMEROS
Desde antes del comienzo de las Finales de la NBA, los Boston Celtics han alegado que son ellos el equipo más profundo, y vaya si eso quedó en evidencia en el tercer juego que terminó con Boston tomando una ventaja de 2-1 en la serie sobre los Golden State Warriors.
Todos los jugadores aportaron su granito arena de manera escalonada, y se hicieron fuertes en casa. Jalen Brown comenzó al rojo vivo con 17 puntos en el primer cuarto, acompañado de un gran aporte de Al Horford.
Robert Williams III, pese a que no está ni cerca de estar al 100 por ciento, fue una presencia constante en la pintura. Marcus Smart fue vital cuando la ecuación se les complicó en el tercer cuarto, y Grant Williams bajó un par de rebotes vitales y también lastimó a distancia. Como si fuese poco, Jayson Tatum sentenció el partido con un gran último cuarto.
Brown, Tatum y Smart se convirtieron en el primer trío desde Michael Cooper, Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar (1984) en tener al menos 20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias cada uno. Boston superó otra prueba de carácter, y ahora tiene un récord de 7-0 en estos playoffs luego de una derrota.
ESE MALDITO TOBILLO
Steph Curry ha tenido una excelente serie hasta el momento, y lo volvió a ratificar en ese tercer partido una vez más superando los 30 puntos, y otra vez encestando al menos seis triples. 15 de esos puntos fueron en el tercer cuarto, incluyendo el tiro a distancia que puso a los Warriors arriba transitoriamente luego de llegar a estar abajo por 18 puntos.
Esta versión de los Warriors es la más dependiente de Curry de todas, si la comparamos con los otros equipos de Golden State que llegaron a esta instancia. Por eso cuando Horford se cayó sobre el tobillo izquierdo de Curry, el mismo que se lesionó en la temporada regular cuando enfrentaron a Boston, se encendieron las alarmas.
A los Warriors les ha costado incluso con Curry en gran nivel. Sin él, sus posibilidades son prácticamente nulas. Curry dijo que recibirá tratamiento y que el esguince es más leve que la otra vez, por lo cual debería jugar en el cuarto partido. Ya nos tocará ver cuán eficiente puede ser.
LOS ESCUDEROS DEBEN DAR UN PASO ADELANTE
Klay Thompson tuvo su mejor partido de las Finales para los Warriors, tras anotar 25 puntos en el tercer juego. Thompson, la otra mitad de "Los Splash Brothers", había declarado que notó que estaba apurando sus tiros y que sus piernas no estaban debajo de él en sus lanzamientos, pero que no estaba preocupado porque ya había pasado por malas rachas antes.
Hasta ahí llegan las buenas noticias para Golden State, porque las otras dos partes de su póker de ases brillaron por su ausencia. Luego de ser vital en el Juego 2, Draymond Green no tuvo un buen día en la oficina: "Jugué realmente mal". Más allá de su intensidad defensiva, que debe ser mayor, Green tiene que ser más agresivo a la ofensiva. No necesariamente con su tiro, pero sí penetrando y pasando o al menos buscando el contacto.
Mientras tanto, Jordan Poole ha sido una de las grandes apariciones para los Warriors, pero en estas Finales lleva 12 canastas acertadas y 7 pérdidas. No es un buen emparejamiento para él por el tamaño de Boston, pero se las tiene que ingeniar para ser más eficiente.
Golden State necesita consistencia de sus principales jugadores, y por ahora el único que la ha aportado es Curry. Así será difícil para los Warriors.