MIAMI -- Jimmy Butler no se anda con rodeos.
Como se encuentra a solo tres victorias de su primer campeonato de la NBA, Butler es honesto acerca de lo que significaría para él ganar un título para el Miami Heat en su 12ma. temporada profesional.
"Todo", dijo Butler a ESPN. "¿De qué estás hablando? Es por eso que todos juegan este juego, mentí, es por eso que mucha gente juega este juego, es para ganar un campeonato. Todos aquí, es para ganar un campeonato. Eso es todo lo que aseguramos en eso es todo en lo que estamos enfocados. Ponemos tanta energía en ganar y jugar unos para otros que si hacemos esto juntos, podemos celebrar esto juntos, estamos como, no sé la palabra, picados, tocados, dejamos nuestra marca en la historia juntos para siempre, así que estamos en eso"
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Cuando Butler, de 33 años, llega al Juego 3 de las Finales de la NBA contra los Denver Nuggets el miércoles por la noche, lo hace como la fuerza impulsora detrás de la sorprendente racha del Heat. Son solo el segundo sembrado número 8 en la historia de la NBA en llegar a las Finales, y Butler ha estado en el centro de las victorias de Miami sobre el sembrado número 1, los Milwaukee Bucks, el número 5, los New York Knicks y el número 2, Boston Celtics. Butler ganó el Trofeo Larry Bird como el Jugador Más Valioso de las finales de la Conferencia Este, pero tiene los ojos puestos en un premio aún mayor.
Después de muchos altibajos en sus paradas anteriores con los Chicago Bulls, Minnesota Timberwolves y Philadelphia 76ers, Butler ha abrazado por completo la cultura que ha sido la base de la organización Heat durante casi tres décadas bajo el liderazgo del presidente del equipo, Pat Riley, y el entrenador desde 2008, Erik Spoelstra.
"Aquí solo se trata de ganar", dijo Butler. "Solo se trata de trabajar duro, se trata solo de estar unidos, y solo traen gente aquí que tiene un objetivo. No nos preocupa cuánto dinero ganas, no nos preocupan las estadísticas, no nos preocupamos sobre las apariciones en el Juego de Estrellas, no nos importa el MVP final de la Conferencia Este. Honestamente, tampoco nos importa un car... el MVP de las Finales.
"Solo nos importa ganar el campeonato, y luego podemos romper ese maldito trofeo de 15 maneras y todos obtenemos una parte de eso, pero eso es lo que es".
Mientras Butler reflexiona sobre uno de los caminos más improbables hacia el estrellato en la historia de la NBA, lo hace apreciando lo que ha pasado para llegar a este punto. Butler admite que, después de haber sido seleccionado por los Bulls con la selección número 30 en el draft de 2011, ni siquiera él veía este nivel de estrellato en su futuro. Se abrió camino desde ser el último hombre en la banca en Chicago hasta ser una de las principales estrellas del juego 12 años después, pero reconoce que no vio venir este tipo de ascenso al estrellato.
"Honestamente, no", dijo Butler. "No sabía cuántos años jugaría en la liga. Algunos muchachos me decían que no lo lograría ni siquiera en esa organización (Bulls), así que es una locura ver hasta dónde he llegado este día. Sabía que era un gran jugador, pero estaría mintiendo si supiera que sería esto. Estar en esta oportunidad, poder ser uno de los líderes, en este equipo de calibre de campeonato.
Mientras Butler se sienta en la cúspide de cimentar tanto su propia grandeza como la de esta iteración del Heat, el equipo al que ahora ha llevado a las Finales dos veces en cuatro temporadas, lo hace con admiración por poder elevar el nivel de su propio juego en el marco de un equipo de Miami que sigue su ejemplo.
"Estoy feliz de estar aquí", dijo Butler. "Estoy feliz de poder hacerlo con estos muchachos. Estoy feliz del hombre, el papá, el jugador de baloncesto, todo lo que soy hoy. Y todavía estoy muy agradecido por el primer día en el Berto Center (con los Bulls) y el Mayo Clinic (instalación con los Timberwolves) y como sea que se llame (la instalación) de los 76ers; estoy agradecido por todas esas oportunidades que me han traído aquí para saber lo que tengo que hacer para lograrlo".