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Spurs, en busca de la calma perdida ante los Warriors

San Antonio no olvida la dolorosa derrota que sufrieron en el Oracle ante Golden State hace un mes y medio por una diferencia de 30 puntos Getty Images

El nivel de la actual temporada NBA está siendo espectacular gracias en gran medida a las actuaciones de Golden State Warriors y San Antonio Spurs, quienes se están superando a sí mismos cada vez que nos acercamos más al final de la campaña regular. El sábado se vuelven a ver las caras los dos candidatos más fuertes para representar a la Conferencia Oeste en las Finales de la NBA y el contexto es de lo más atractivo en el encuentro que se disputará en el AT&T Center.

Los Spurs no olvidan la dolorosa derrota que sufrieron en el Oracle hace un mes y medio por una diferencia de 30 puntos. Desde entonces, su balance es de 20-3 mientras están desplegando el mejor básquetbol de todo el año. El regreso de Tim Duncan tras perderse nueve juegos desde finales de enero y comienzos de febrero (el primero de esa racha fue precisamente contra los Warriors), la química que han desarrollado LaMarcus Aldridge y Kawhi Leonard, la vuelta de Manu Ginóbili tras su infortunio, el buen nivel que Tony Parker está demostrando en los últimos juegos y su entendimiento progresivo con Aldridge son varios de los aspectos que están catapultando a los Spurs a firmar la mejor campaña regular de su historia, mejor incluso que cualquiera de las cinco ocasiones anteriores en las que salieron campeones.

Gregg Popovich optó por el sosiego para preparar el encuentro ante los Warriors. La victoria del jueves ante Portland Trail Blazers fue suficiente para que el plantel al completo disfrutara de un día libre el viernes. La victoria número 34 en casa (43 desde la 2014-15) se gestó con la motivación y el control por bandera. Motivación porque cada encuentro es una prueba de fuego sin importar qué rival tengan los texanos delante. La insistencia de Pop en que la concentración no se pierda a lo largo de los 48 minutos es incisiva y su manera de diseccionar los vídeos antes de cada partido es tan profunda que hasta los jugadores más veteranos todavía se sorprenden. El control, porque para que los Spurs puedan seguir ganando partidos y superar el récord de Chicago Bulls de la temporada 1995-96 de victorias consecutivas en casa (37) ellos mismos son los que tienen que imprimir el ritmo adecuado a su juego.

Los Warriors les llevaron al límite en el encuentro anterior, les obligaron a salir de su zona de confort y las virtudes más predominantes de los Spurs se vieron mermadas. Hubo demasiada urgencia en las ofensivas texanas en aquella cita en la que, según datos del departamento de estadística de ESPN, el ritmo de juego de los pupilos de Popovich fue de 106 posesiones por 48 minutos. No hubo el sosiego que pretenden alcanzar en la reedición del encuentro y la toma de decisiones precipitadas llegó a encadenar un máximo de temporada de 25 pérdidas de balón. Sin identidad y absolutamente abrumados por el potencial ofensivo de Stephen Curry, Draymond Green, Klay Thompson y los demás artífices del milagro Warriors, los Spurs no pudieron demostrar por qué son el mejor equipo defensivo de la campaña (permiten una media de 92.5 PPJ) y tampoco hicieron gala de su movilidad y tratamiento del balón (tercer equipo con mayor número de asistencias con 25.1 APJ).

Sin embargo, para frenar al mejor conjunto ofensivo con una abrumadora cantidad de puntos por partido (115.7 PPJ) y asistencias (29.2) que les hacen líderes en ambos apartados, es necesario que las cosas funcionen en defensa. La maquinaria tiene que fluir a la perfección con Duncan y Leonard como factores X que sean capaces de contagiar a los demás.

Los Spurs tienen a favor el que llegarán más frescos después de no jugar el viernes, mientras que los Warriors llegarán al encuentro tras su cita ante Dallas Mavericks un día antes, uno de los pocos planteles que han sido capaces de vencerles esta temporada. Los que han conseguido inquietar la fortaleza de San Antonio en casi dos décadas han sido los Warriors, que llevan sin lograr una victoria en la ciudad texana en temporada regular desde febrero de 1997. La última ocasión en la que eso sucedió, Dominique Wilkins fue el máximo anotador de S.A. y Monty Williams formaba parte de alineación titular junto a Carl Herrera y Avery Johnson. Duncan estaba en su último año de Universidad (Wake Forest), al padre de Curry –Dell Curry- le restaban seis temporadas para retirarse y Popovich tan solo tenía nueve victorias como coach en su carrera, según datos de Stats and Info.

Ha llovido tanto que ninguno de los nombrados imaginó en aquel momento en qué punto de sus vidas y sus carreras estarían en la actualidad, junto en el momento en el que Spurs y Warriors tienen todo a favor para llegar a la cima. Será la segunda cita de la temporada entre ambos y restarán dos más para que los Spurs defiendan su feudo a capa y espada y puedan quebrantar un Oracle Arena impenetrable esta temporada. Sólo así, los texanos podrán aguar la fiesta de los 72-10 y optar a una ventaja de cancha que tienen entre ceja y ceja, ese hecho podría marcar la diferencia en una hipotética final de Conferencia.