Hace veinticinco años, Charles Barkley fue el autor de lo que en su momento fue el juego más prolífico de la historia olímpica de los Estados Unidos.
Sir Charles entró en erupción con 30 puntos en la victoria del Dream Team por 127-83 sobre Brasil, convirtiéndose en el segundo jugador de los Estados Unidos en anotar 30 puntos en unos Juegos Olímpicos después de que Adrian Dantley lo hiciera en 1976 contra Yugoslavia.
Barkley aprovechó los espacios, golpeó cuerpos en la pintura, hizo temblar las tablas con volcadas de espanto e incluso anotó un triple. En una ocasión, Barkley puso presión defensiva a un oponente, robó el pase, cayó al suelo para luego levantarse y anotar contra tres defensores brasileños.
A pesar de jugar sólo 19 minutos, la sexta mayor cantidad en el equipo, Barkley hizo un trabajo rápido, terminando con 12-14 en tiros de campo. De los nueve juegos de 30 puntos en la historia olímpica de los Estados Unidos, tanto hombres como mujeres, el porcentaje de anotaciones de campo de Barkley de 85.7 sigue siendo el mejor.
Incluso cuando se mira el porcentaje de efectividad de campo objetivo, que tiene en cuenta el valor añadido de los tres puntos, sólo los 37 puntos de Carmelo Anthony para aniquilar a Nigeria en 2012, en el que acertó 10-12 de tres, tiene mejor eficiencia efectiva en un partido de 30 puntos.
El brasileño Oscar Schmidt, máximo anotador de todos los tiempos en Juegos Olímpicos y quizás el mejor jugador que nunca apareció en una cancha de la NBA, sólo pudo sacudir la cabeza y maravillarse con el partido de Barkley. Una vez concluido el choque dijo: "Eso es Charles Barkley. Simplemente no vemos nada así".
Que Barkley empatara un récord de anotación en un juego donde estaba Schmidt fue algo realmente poético.
Cinco años antes de Barcelona, en los Juegos Panamericanos de 1987 en Indianápolis, Schmidt fue el principal arquitecto de la victoria brasileña sobre Estados Unidos en el juego de la medalla de oro. Encabezado por el futuro miembro del Dream Team David Robinson, que todavía estaba en la universidad de la Armada, Estados Unidos entró a ese juego en una racha de 34 victorias en Juegos Panamericanos. Schmidt anotó 46 puntos, 35 de los cuales llegaron en la segunda mitad, trayendo de vuelta a Brasil que perdía por 14 puntos una vez concluida la primera mitad del encuentro.
Ese partido -un año antes de que Estados Unidos no ganara oro en los Juegos Olímpicos de 1988- ayudó a prender la chispa que finalmente llevó a la participación de la NBA en los Juegos Olímpicos. Después de ese partido, el entrenador del equipo panamericano, Denny Crum, insinuó lo que podría pasar si los Estados Unidos comenzaran a usar jugadores de la NBA en la competencia internacional. "Nuestros profesionales contra los otros profesionales del mundo ¿no serían una gran competencia? ¿Qué es lo que comité organizador (nacional) quiere hacer, no lo sé?"
Retazos
- Aunque Schmidt terminó con 24 puntos, 22 menos que lo hecho en Indianápolis, 12 de ellos llegaron en tiempo de basura cuando terminó 8-25 en tiros de campo. Tuvo problemas anotando contra la estatura del Dream Team en el interior del semicírculo, convirtiendo apenas 3 canastas en 15 intentos dentro de la línea de 3 puntos. Entró en ese juego con un promedio de 29.7 puntos por partido y terminaría liderando a todos los anotadores en Barcelona con 24.8 puntos por partido.
- Con Magic Johnson y John Stockton todavía marginados, los Estados Unidos, una vez más jugaron sin un verdadero base. Clyde Drexler llenó el vacío en la posición, coqueteando con un triple doble al dar 10 asistencias, anotar 8 puntos y capturar 7 rebotes.
- El Dream Team dominó los tableros con una ventaja de 46-28, terminando con más rebotes ofensivos (19) que los rebotes defensivos que tuvo Brasil (15). Barkley encabezó la carga en el lado ofensivo, con seis de sus ocho rebotes conseguidos en ese extremo.
- De los 10 jugadores que vieron acción para los Estados Unidos, Christian Laettner fue el único que no anotó. Laettner tiró de 0-3 desde el campo en 7 minutos de juego.
- Los 127 puntos del Dream Team establecieron un récord olímpico en Estados Unidos, una marca que desde entonces se ha roto. El anterior récord de puntuación de los EE.UU. era de 125 en 1960 en una victoria sobre Japón. Ese equipo incluyó a Oscar Robertson, Jerry West, Walt Bellamy y Jerry Lucas, el último de los cuales anotó 28 puntos en la victoria sobre Japón.