Si la meta de LeBron James durante esta temporada baja es unirse al equipo que le pueda dar las mejores oportunidades de derribar a los Golden State Warriors tras sufrir derrotas consecutivas ante este club en las Finales de la NBA, su mejor esperanza a tal fin radica en incorporarse a los Houston Rockets, quienes obligaron a los Warriors a disputar una serie completa contra ellos en las Finales de Conferencia de este año.
Debido al hecho de que Houston ya se encuentra demasiado cerca de alcanzar el tope salarial, no puede firmar a James sin antes tener que negociar nuevos contratos para los agentes libres Chris Paul y Clint Capela. Además, la llegada de LeBron a Houston no podría producirse, prácticamente, sin hacer cambios previos. ¿Es posible un escenario así? Analicemos cómo podría ocurrir.
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Paso 1: James decide ejercer su opción para 2018-19
Si LeBron desea jugar con los Rockets, probablemente sea necesario para él pasar por la misma ruta recorrida por Paul hace un año: declinar la agencia libre y así sentar las bases para preparar un cambio con Houston. ¿Por qué? Porque incluso, si los Rockets decidieran hacer un canje que involucre a James como agente libre a salario máximo, hacerlo los llevaría a nivel de impuesto al lujo, estimado en $128 millones para la próxima temporada.
Los salarios máximos de James y Paul (agente libre sin restricciones), más el de James Harden, representarían más de $100 millones de ese total. Sumamos el salario máximo de Capela (agente libre restringido), y Houston ya estaría muy encima de ese nivel, con 10 puestos en el roster aún por llenar.
Entonces, a menos de que James o Paul estén dispuestos a asumir una importante disminución salarial, lo cual es muy poco probable, considerando sus roles de liderazgo dentro de la Asociación de Jugadores de Baloncesto de Estados Unidos (Paul es presidente y James, primer vicepresidente), la vía más posible es que LeBron ejerza su opción. Un canje permitiría a los Rockets ratificar los contratos de alguno de sus agentes libres, incluyendo a Capela, Paul y al alero titular Trevor Ariza. El gran tema desde la perspectiva de Houston será la voluntad que tenga el nuevo propietario Tilman Fertitta de pagar una carga fiscal importante por impuesto al lujo.
Contrario al caso de Paul en la pasada temporada, James no tendría que sacrificar mucho en cuanto a su salario para concretar una negociación. De hecho, su opción a potestad del jugador por $35.6 millones de dólares vale poco más que la proyección actual para el salario máximo en 2018-19 ($35.35 millones). Seis meses después de un canje (a mediados de enero, en el escenario planteado), LeBron sería elegible para firmar una extensión máxima con los Rockets, lo cual significa que podría ir a Houston y firmar un contrato a largo plazo sin tener que esperar hasta el verano de 2019.
El truco aquí es conseguir un canje que pueda funcionar entre Rockets y Cavaliers.
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Paso 2: Buscar a alguien dispuesto a asumir a Ryan Anderson
En un escenario ideal, Houston igualaría el salario de James, en gran medida, con los $20.4 millones que se le deben a Ryan Anderson en 2018-19. Sin embargo, faltando dos años del contrato de Anderson (ganará $21.3 millones en 2019-20) y con él habiendo quedando fuera de la rotación titular de los Rockets durante los playoffs, es difícil de vender. La falta de disposición mostrada por los New York Knicks para retomar los servicios de Anderson fue factor clave en la búsqueda que los Rockets hicieron por Carmelo Anthony, quedando a pocos pasos de obtenerle durante el pasado verano.
Negociar a James a cambio de un paquete de jugadores con Anderson como figura central llevaría a Cleveland muy por encima del nivel del impuesto al lujo la próxima temporada, por lo cual esa idea probablemente no sea viable. Cualquier negociación que involucra a Anderson requeriría de un tercer equipo involucrado en espacio dentro de tope salarial para así asumir su contrato a cambio de futuros puestos de selección en el draft, lo cual permitirá a los Cavaliers reducir su nómina. Lamentablemente, los puestos de selección de Houston en primera ronda del draft durante las próximas temporadas tendrán valor limitado con LeBron en el roster, y habrá más equipos buscando disminuir nómina que aquellos que quieran sumar. Entonces, probablemente se requerirá de por lo menos dos o quizás tres puestos de selección en primera ronda a fin de persuadir a otro equipo que asuma a Anderson, sin tener que dar compensaciones a Cleveland.
Por el contrario, los Rockets tendrán que vivir con la carga salarial de Anderson en sus libros contables y conseguir otro paquete de jugadores para negociar a James.
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Paso 3: Armar un canje que involucre a LeBron sin Anderson
Igualar el salario de James sin involucrar a Anderson es posible, pero algo más doloroso para Houston, que tendrá que entregar partes clave a cambio. Asumiendo que los Rockets se limiten a jugadores actualmente bajo contrato (las reglas de cambios tras firmas inmediatas serán retadoras en lo que respecta a los Cavaliers), Houston tendría que negociar prácticamente a todo su roster con la excepción de Harden y Anderson.
Se requeriría que los Rockets despachen por lo menos $28.4 millones en salarios luego del final de la moratoria de julio, y un paquete de jugadores que incluya a Eric Gordon, Aaron Jackson, Nene, Chinanu Onuaku, PJ Tucker y Zhou Qi sumaría hasta $29.4 millones. (Houston tendría que garantizar asumir los salarios de Jackson y Zhou para 2018-19 primero, porque de lo contrario, sus salarios no serían tomados en cuenta para los propósitos de una negociación).
Esta versión del canje despacharía a dos de los cuatro jugadores con mayor cantidad de minutos jugados en los playoffs, lo cual afectaría la profundidad de su roster. También afectaría su habilidad en el enceste de triples: Gordon y Tucker sumaron 333 triples durante la campaña regular, más del doble de los 149 de LeBron, tope personal. A pesar de ello, estos son sacrificios que el gerente general de Houston Daryl Morey haría con gusto, tal como lo hizo cuando entregó a varios colaboradores importantes a fin de hacerse con los servicios de Paul durante el pasado verano.
Después de todo, James asumiría el rol de Tucker como ala-pívot regular y los Rockets contaría con su excepción a nivel medio para contribuyentes al impuesto al lujo (estimado en $5.3 millones) para poder firmar un escolta suplente que reemplace a Gordon. Y, nuevamente, podrían traer de vuelta a todos sus agentes libres.
La verdadera pregunta es si Cleveland estaría dispuesto a hacerlo. Sumar $29 millones en nómina colocaría a los Cavaliers a $16 millones más allá del monto proyectado para entrar en territorio de impuesto al lujo, siendo un equipo con pocas probabilidades de ser serios contendores sin James. Por ende, probablemente Cleveland buscaría cambiar a Gordon y a Tucker, ambos con valor positivo para un canje debido a sus contratos a sumas razonables.
Si los Cavaliers no pueden reducir su nómina de forma fácil en otro lado, probablemente podrían maniobrar para quedar por debajo del límite impositivo utilizando la provisión “stretch”. Rescindir para luego “estirar” el sueldo de George Hill, por ejemplo, le ahorraría a Cleveland $14 millones en 2018-19 porque el salario de Hill para la campaña 2019-20 está garantizado por apenas $1 millón.
Seguramente, los Cavaliers querrán a cambio dos puestos de selección en primera ronda por todos los problemas que están asumiendo, similar a haber conseguido dos puestos en primera ronda, más una opción y dos puestos de selección en segunda ronda, por haber firmado a James para despacharlo inmediatamente al Miami Heat en 2010, movimiento que no obligó a Cleveland a asumir salario a cambio. (Una nota de advertencia a los aficionados de los Cavaliers: no esperen mejor valor a cambio si negocian nuevamente a James, ya que los puestos de selección en primera ronda tienen una cotización mucho mejor a la que tenían en 2010).
En definitiva, creo que Cleveland haría este movimiento para así conseguir los puestos de selección en primera ronda y lo que puedan obtener a cambio de Gordon y Tucker. Si bien no es lo ideal, es una mejor opción que ver a James partir como agente libre sin que los Cavaliers no reciban compensación alguna en la forma de puestos de selección en el draft.
Es obvio que hay muchas variables importantes a definir antes de que ambos equipos siquiera puedan comenzar a pensar en un canje. Lo primero y más crítico: LeBron debe decidir si Houston es el mejor lugar a dónde llevar sus talentos y debe hacerlo antes de la fecha límite del 29 de junio para así ejercer su opción a potestad del jugador.
Si eso ocurre, entonces sí puede haber una vía que conduzca a James en dirección a Houston.