El exjugador y mánager venezolano Alex Ramírez hizo historia este viernes al convertirse en el primer latinoamericano en ser exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Japonés.
El apodado 'Ramichan', de 48 años, recibió 290 votos para un 81.7%, superando el 75% necesario para alcanzar la inmortalidad en tierras niponas, y encabezará la Clase de 2023, que también recibirá al norteamericano Randy Bass, elegido por el Comité de Expertos, y el compositor Yuji Koseki, seleccionado por el Comité Especial.
"La verdad es que tenía días esperando esa llamada, porque me habían informado que darían la noticia el día 11, pero no llegaba y era algo que me extrañaba, porque aquí te llaman incluso para informarte que no entraste", dijo Ramirez en declaraciones escritas. "Fue una sensación muy grande la que viví. No lloré, pero sí se me aguaron los ojos, y a mi esposa también. Nos abrazamos y me felicitó. Esto es algo muy grande para mí, para mi familia, para toda la gente que siempre me ha apoyado, la fanaticada. A todos quiero darles las gracias".
El caraqueño se convirtió en el tercer extranjero elegido por su actuación en la Nippon Professional Baseball, uniéndose al ruso Victor Starffin y el hawaiano Wally Kaname Yomamine, ambos naturalizados japoneses, y el cuarto en total, debido a que el exgrandeliga norteamericano Lefty O'Doul, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, también fue inmortalizado en el béisbol japonés, pero por su trabajo como embajador en la pelota de ese país. Bass será el quinto en este mismo año.
Ramírez logró ingresar al Salón de la Fama con sede en Tokio en su quinta oportunidad en las papeletas, luego de ingresar en 2019 con un 40,4% de los votos. En 2020 recibió su mayor apoyo al sacar un 65,8%, casi el mismo de 2021, con 65.1%; mientras que en 2022 descendió a un 57,9%, aunque ahora pudo subir un 23.8% con respecto al año pasado para lograr superar el 75% requerido.
Sobre lo primero que pasó por su cabeza al conocer la noticia, Ramírez afirmó que "fueron muchas cosas que pasaron por la mente y siempre he puesto sobre la mesa algo que trato de darle de consejo a los peloteros jóvenes que vienen de Venezuela y Latinoámerica, y es que tenemos que ajustarnos a este béisbol. La cultura de este país es totalmente distinta y es a la que tenemos que ajustarnos, porque la cultura no se va a ajustar a nosotros, el béisbol de acá no se va a ajustar a nosotros. Y eso siempre lo llevo en mente porque fue lo más duro que viví durante mi carrera al principio. Cuando me pongo a pensar en todas esas cosas digo, 'wow, gracias a Dios tomé la decisión correcta de ajustarme a la cultura japonesa'".
El venezolano es considerado como el mejor pelotero extranjero en la historia de la NPB, en la que impuso varios récords en sus 13 años como pelotero activo, vistiendo los uniformes de Yakult Swallows, Yomiuri Giants y Yokohama DeNA BayStars, equipo con el cual se convirtió en 2016 en el primer mánager latino en la historia de ese circuito, y al cual condujo a tres postemporadas en cinco años, incluyendo una participación en la Serie de Japón (el equivalente a la Serie Mundial) en 2017.
Además es dueño de la marca de más juegos consecutivos para un extranjero con 985, la octava mayor cifra en la historia del circuito.
"En realidad me siento muy contento y es una barrera muy grande, de la que jamás tuve esa expectativa, pero que gracias a Dios se dieron estas cosas muy importantes de las que le tengo que dar gracias a mis padres, principalmente por enseñarme el respeto que debo tener sobre las otras personas y sobre muchas cosas", dijo Ramírez sobre ser el primer latino en el Salón de la Fama del Béisbol Japonés. "Creo que eso le abre las puertas a muchos latinos y a muchas personas que están siguiendo mis pasos y pueden tener esa gran oportunidad y la esperanza de pertenecer al Salón de la Fama en el futuro", afirmó.
"Para mi gente en Venezuela lo primero que quiero es darle gracias por ese apoyo que siempre me han brindado y también quiero felicitarlos, porque ahora tenemos a otro Salón de la Fama de nuestro país. Dios quiera que con esto se me abran las puertas para que el Salón de la Fama en Venezuela me tome en consideración y también pueda ser parte de ese privilegio, que sería un gran orgullo para mí y para toda mi familia, así como también espero que algún día pueda ser mánager de Águilas del Zulia, el equipo que más creyó en mí en Venezuela, y así volver de alguna manera al béisbol venezolano que tuve que dejar para perseguir este sueño que estoy viviendo", finalizó Ramírez.