A diferencia de mis primeros tres años como miembro del jurado de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) para el Salón de la Fama de Cooperstown, cuando el proceso de votación fue relativamente muy sencillo y simplemente me apegué a unos cuantos criterios básicos, en esta ocasión agonicé por meses por un par de decisiones difíciles e inevitables en mi boleta del 2022.
La responsabilidad de escoger a los recipientes del más alto honor que tiene el béisbol de Estados Unidos es algo que me tomo muy en serio. Para un hombre que creció en Herrera, en el sector occidental de Santo Domingo, casi a 900 millas de la sede más cercana de Grandes Ligas (Miami), votar para Cooperstown, más que un privilegio, es un sueño hecho realidad.
La boleta de este año está integrada por 30 candidatos, 13 debutantes y 17 que regresan de procesos anteriores por haber recibido el apoyo de al menos un 5% del total de los votantes.
Los norteamericanos Barry Bonds, Roger Clemens, Scott Rolen, Billy Wagner, Todd Helton y Gary Sheffield; los dominicanos Manny Ramírez y Sammy Sosa, los venezolanos Bobby Abreu y Omar Vizquel y el curazoleño Andruw Jones encabezan el pelotón de los que retornan. En el caso de Bonds, Clemens, Schilling y Sosa para una décima y última oportunidad en la papeleta de los periodistas.
Los dominicanos David Ortiz y Alex Rodríguez destacan ampliamente entre los 13 que son elegibles por primera vez.
De acuerdo a las recomendaciones de la BBWAA y el Salón de la Fama el proceso de votación debe basarse en las estadísticas de los candidatos, sus habilidades para jugar, integridad, deportivismo, carácter y contribución al (o los) equipo (s) en que jugó (jugaron).
Además de esos criterios básicos, mis otros requisitos para considerar que un candidato merece un voto son simples: Todos los jugadores con carreras de al menos 10 años, que se destacaron entre sus iguales y que no violaron el programa antidopaje de las ligas mayores (que comenzó en 2004), son elegibles a mi vista.
No me considero guardián de la moral pública, ni pretendo, ni quiero formar parte de alguna forma de inquisición moderna, por lo que me reservo el derecho de en el futuro cambiar/enmendar/variar mi opinión sobre los jugadores que han sido suspendidos por dopaje o enfrentan cuestionamientos de integridad.
Desde el principio prometí que bajo ningún concepto condenaré a un candidato con méritos deportivos por sospechas, prejuicios o discriminación de cualquier tipo, pero al mismo tiempo soy de los que piensan que los seres humanos debemos asumir las consecuencias de nuestras acciones y, por lo tanto, lidiar con algún tipo de castigo cuando fuere necesario.
Dicho eso, en mi boleta de este año no incluiré a dos candidatos por los que voté en cada ocasión desde que soy miembro del jurado de BBWAA: Schilling y Vizquel. Es la primera vez que dejo de marcar un nombre luego de haberlo seleccionado anteriormente.
Schilling, quien solicitó públicamente ser retirado de la boleta por quedarse corto el año pasado (cuando recibió un 71,1% de apoyo), se ha convertido en alguien difícil de evaluar. El lanzador de 200 victorias, 3,000 ponches, seis Juegos de Estrellas y tres Series Mundiales es el mismo ser humano que pregona mensajes de odio, exhibe con orgullo su colección de uniformes Nazi, alaba asaltos al congreso y aprueba campañas que hablan de linchar periodistas.
"No permitiré a un grupo de fraudes moralmente arruinados un año más de mentir sobre mi vida", dijo el ex lanzador sobre los escritores cuando se anunciaron los resultados del 2021, en los que nadie alcanzó el 75% necesario.
Bueno, yo soy uno de esos "fraudes moralmente arruinados" que ignorando las despreciables acciones de Schilling, incluyendo sus discursos odiosos y discriminatorios, votó por él por tres procesos consecutivos.
Pero suficiente es suficiente. Cumpliendo la petición pública de Schilling, no le di mi voto en su último año en la boleta de la BBWAA.
El caso de Vizquel es un poco diferente. "Manos de Seda" ganó 11 Guantes de Oro y bateó .272 con 404 robos, 1,445 anotadas y 951 impulsadas en 24 temporadas en las Grandes Ligas y se retiró como el líder de juegos (2,709) y de porcentaje de fildeo (.984) y séptimo en WAR defensivo entre todos los torpederos de la historia.
Ante mis ojos, Vizquel es uno de los mejores jugadores defensivos de la historia y, por lo tanto, merece estar, en algún momento, en el Salón de la Fama. Lamentablemente, no creo que ese momento debería ser el próximo verano.
En los últimos dos años, Vizquel fue acusado de violencia doméstica por su esposa y, mucho peor, de acoso sexual por parte de un muchacho autista que era cargabates del equipo que dirigía el venezolano en ligas menores en el 2019.
En una demanda civil, presentada en un tribunal distrital de Alabama en agosto pasado, el acusador denuncia el presunto "comportamiento sexualmente agresivo" que incluyó "al menos cinco ocasiones" en las que "Vizquel expuso deliberadamente su pene al chico.
Como padre de seis hijos, no me tomo esos alegatos a la ligera ni los subestimo hasta reducirlo a un simple "son cosas que pasan en un camerino". Especialmente si la potencial víctima es alguien que sufre de autismo.
Esperando tener más claridad sobre el asunto, decidí no votar por Vizquel este año. Me reservo el derecho de cambiar de opinión en el futuro, cuando probablemente se conocerán más detalles de lo que ocurrió en el cuestionable episodio del cargabates.
LOS QUE REGRESAN
1. Bobby Abreu
El jardinero derecho no solamente ha sido el pelotero venezolano más completo de todos los tiempos, sino también uno de los más talentosos de su generación. En 18 temporadas, Abreu bateó .291 con 288 jonrones, 574 dobles, 400 bases robadas, 1,453 anotadas, 1,363 impulsadas y 1,476 transferencias.
Abreu fue un jugador de cinco herramientas que en seis ocasiones bateó sobre .300, en nueve superó los 20 jonrones, en seis los 30 robos y en ocho pasó de 100 bases por bolas. En el 2004, el jardinero bateó .301 con 30 jonrones, 47 dobles, 40 robos, 127 boletos, 118 anotadas y 105 remolques. Asi de bueno era Abreu.
Uno de los más subestimados de las últimas tres o cuatro décadas (apenas dos veces fue llamado a Juego de Estrellas, una vez ganó el Guante de Oro y una vez el Bate de Plata), Abreu promedió 19 jonrones, 38 dobles, 27 robos y 99 base por bolas por cada 162 partidos en su carrera.
Desde 1980, "El Comedulces" es #18 de Grandes Ligas en porcentaje de boletos recibidos por apariciones al plato entre los jugadores que tuvieron al menos cinco mil apariciones. Su total de bases alcanzadas por hits, boletos y pelotazos (3,949) es el #49 de la historia.
2. Barry Bonds
Uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, Bonds participó en 14 Juegos de Estrellas, ganó 12 bates de Plata y 8 Guantes de Oro, fue Novato del Año, siete veces Jugador Más Valioso y atrapó tres Premios Hank Aaron de la Liga Nacional en 22 temporadas con Pittsburgh Pirates y San Francisco Giants.
Bonds bateó .298 con 2,935 hits, 514 robos, 1,996 carreras impulsadas y se retiró con los récords de jonrones de por vida (762) y en una temporada (73 en 2001) y el liderato histórico de WAR (Victorias Sobre Nivel Reemplazo, por sus siglas en inglés) con 162.8.
Bonds aparece en la boleta por última ocasión, tras recibir un 61.8% de apoyo el año pasado.
3. Roger Clemens
Durante 24 temporadas acumuló 354 victorias y 4,672 ponches en 4,916.2 entradas. Clemens ganó siete Premios Cy Young (el récord de todos los tiempos), fue el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1986 y participó en 11 Juegos de Estrellas en 24 temporadas con Boston Red Sox, Toronto Blue Jays, New York Yankees y Houston Astros.
"El Cohete" fue miembro de dos equipos campeones de la Serie Mundial y sus 139 WAR lo ubican tercero en el liderato de todos los tiempos entre los lanzadores. Regresa a la boleta para una última oportunidad, tras recibir un 61.6% de apoyo en 2021.
4. Andruw Jones
El curazoleño tuvo una exquisita combinación de defensa y poder A plus.
Jones ganó 10 Guantes de Oro en el jardín central, bateó 434 jonrones y acumuló 67 WAR (versión Fangraphs) en una carrera de 17 años, 12 con los Atlanta Braves. Defensivamente, Jones tiene mayor WAR (24.4) que Willie Mays (18.2), y es el #22 de todos los tiempos,de acuerdo a Baseball-Reference.
Entre todos los jugadores que ganaron al menos 10 Guantes de Oro, solamente Mays, Ken Griffey Jr. y Mike Schmidt sacaron más pelotas del parque que Jones. Todos ellos son miembros del Salón de la Fama.
Jones bateó .254, pero superó los 20 jonrones en 10 ocasiones, empujó 100 o más cinco veces, anotó 100 o más cuatro veces y se robó 20 o más bases en cuatro temporadas. En total, pegó 853 extrabases, robó 152 bases y tuvo más de 1,200 anotadas y 1,200 impulsadas, con un OPS de .823.
El año pasado, su cuarto como elegible, recibió el mayor apoyo del jurado de la BBWAA, con un 33.9%.
5. Scott Rolen
Rolen promedió 25 jonrones y 102 carreras impulsadas por cada 162 partidos y ganó ocho Guantes de Oro en 17 temporadas en las Grandes Ligas. Fue Novato del Año en 1997 y consistentemente un gran contribuidor en ambos lados del juego.
Bateó .281 con 316 cuadrangulares y sus 70.2 WAR superan el 68.4 promedio que han tenido todos los 3B que están en el Salón de la Fama.
Aparece en la boleta por quinto año. En el 2021, recibió un 52.9% de los votos.
6. Sammy Sosa
"El Bambino del Caribe" es uno de los mejores peloteros con menos apoyo de los votantes (apenas 17% el año pasado en su novena aparición en la boleta).
Sosa conectó 609 jonrones y empujó 1,667 carreras en 18 años con Texas Rangers, Chicago White Sox, Chicago Cubs y Baltimore Orioles. El dominicano ganó los premios Jugador Más Valioso y Hank Aaron de la Liga Nacional en 1998, fue convocado a siete Juegos de Estrellas y obtuvo seis Bates de Plata. Es el único jugador de la historia con tres temporadas de 60 o más cuadrangulares y en 11 oportunidades superó la marca de 30.
Sosa, quien logró dos veces el 30-30 y se robó 234 bases, acumuló 58.6 WAR en su carrera, incluyendo 43.8 en los mejores siete años de su trayectoria, sin embargo el bajo apoyo que tuvo cada año desde que aterrizó en la boleta, hace poco probable que sea electo en su última oportunidad.
7. Billy Wagner
Cuando se compara a los mejores relevistas de la historia, incluyendo los que ya fueron instalados en Cooperstown, Wagner luce como que merece un puesto en la mesa.
Un tipo de 5-10 que pesaba menos de 160 libras cuando fue firmado al profesionalismo, logró rescatar 422 juegos, con promedio de efectividad de 2.31 y 11.9 ponches por cada nueve entradas (1,196 K en 903.0 IL) durante una inspiradora carrera de 16 años en Grandes Ligas.
Wagner nunca permitió más de ocho jonrones en una temporada, limitó a la oposición a 6.0 hits por cada nueve entradas y abanicó a 1,196 de los 3,600 bateadores que enfrentó.
Wagner (853 apariciones y 903.0 innings) tuvo una carrera relativamente corta, pero fue extraordinariamente efectivo y de eso se trata el Salón de la Fama, de premiar a los mejores. Recibió un 46.4% de apoyo en su sexto año en la boleta.
NUEVOS ELEGIBLES (1)
8. David Ortiz
En 20 temporadas en la MLB, 14 con los Boston Red Sox, "Big Papi" fue una fuerza en el plato y un bateador que marcó la diferencia en grandes momentos. Bateó .286 con 541 jonrones, 632 dobles, 1,768 carreras impulsadas y OPS de .931. En postemporada, pegó 17 cuadrangulares y remolcó 61 carreras, con OPS de .947 en 304 turnos.
Fue electo a 10 Juegos de Estrellas, ganó 10 veces el premio Edgar Martínez como mejor Bateador Designado de la temporada y siete Bates de Plata. En cinco ocasiones quedó entre los primeros cinco en la carrera por el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
Ortiz fue figura central en la conquista de los primeros tres títulos de Serie Mundial para Boston (2004, 2007 y 2013) en casi un siglo. Fue el MVP de la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2004, cuando los Red Sox hicieron el histórico retorno de un 0-3 ante los New York Yankees, y de la Serie Mundial del 2013 ante los St. Louis Cardinals.