WASHINGTON D.C. - Dave Martínez siempre se ha considerado tan puertorriqueño como cualquier otra persona oriunda de la isla. El dirigente de los Washington Nationals nació en el condado de Brooklyn en la ciudad de Nueva York y vivió luego en Brentwood, Long Island, antes de trasladarse a Florida. Pero sus padres siempre mantuvieron presentes sus raíces boricuas.
La familia de su abuelo materno, que procede originalmente de Alemania antes de establecerse en Puerto Rico, se trasladó a la ciudad de Nueva York en búsqueda de mejores oportunidades económicas.
"En mi casa, nuestro estilo de vida siempre fue muy puertorriqueño", explicó Martínez a ESPN. "Cuando venía el Día de Acción de Gracias, junto al pavo asado, siempre teníamos pernil y pasteles, también en Navidad. Siempre me he sentido muy orgulloso de mi herencia puertorriqueña".
"Tenemos familia todavía allá (en Puerto Rico)", continuó. "Algunos están en Ponce y cerca de esa área, otros en San Juan. Cuando fui a jugar dos temporadas de pelota invernal (en los años ochenta con los Metros de San Juan) me quedé con mi tío".
La familia Martínez-Montalvo se mudó de Brooklyn a Brentwood, a unas 40 millas al este de la ciudad de Nueva York, cuando "Davey" tenía cuatro años de edad. Su abuelo compró una casa en lo que Martínez consideraba "el campo", y junto a sus padres y hermanos vivieron en el sótano hasta que pudieron ahorrar suficiente dinero para comprar la casa vecina.
Las casas estaban ubicadas en la "Quinta Avenida" de Brentwood, la vía principal del Desfile Anual Hispano y Puertorriqueño de Long Island, el cual se ha celebrado por más de 50 años.
"En aquella época era una comunidad mixta, con muchas nacionalidades, pero recuerdo que cuando venía el Desfile Puertorriqueño por la Quinta Avenida, era algo enorme. Nosotros vivíamos justo en la misma avenida, y todo el mundo venía de todos lados y era una gran fiesta", explicó Martínez, quien aún mantiene lazos cercanos con sus amigos en Long Island, y varios de ellos visitaron Nationals Park durante los tres partidos la Serie Mundial.
"Teníamos una casa muy bonita, grande, y todo el mundo se congregaba allí los fines de semanas, con todos mis amigos, y lo pasábamos muy bien", agregó.
Aunque al mudarse a Florida a los 15 años se convirtió en un asiduo seguidor de los Atlanta Braves por siempre contar con transmisiones televisivas, Martínez era fanático de los New York Yankees cuando niño. Sus amigos de la niñez lo llaman 'Tippy', un apodo en honor a Félix "Tippy" Martínez, un lanzador zurdo de ascendencia mexicana que jugó 14 años en Grandes Ligas y vistió el uniforme de los Yankees de 1974 a 1976, antes de jugar con los Baltimore Orioles y ganar la Serie Mundial en 1983.
La oficina de 'Tippy' en Nationals Park está decorada con numerosas fotos de amigos y familiares, y de sus 16 años como jugador y más de una década como coach de Grandes Ligas, además de una foto dedicada del legendario jugador canadiense de hockey sobre hielo, Bobby Orr.
"Sí, ¡sé que es extraño, pero soy muy fan del hockey!", admitió sonreído Martínez.
Pero sus posesiones más preciadas son fotos del inmortal puertorriqueño Roberto Clemente, a quien considera su mayor inspiración.
"Ese es el mío; es mi ídolo" admitió emocionado el dirigente de 55 años. "Quizás ninguno de nosotros estaríamos aquí hoy en día si no fuera por él. Por eso me gusta tener las fotos aquí, como un recordatorio".
Martínez se convirtió en el segundo dirigente de raíces puertorriqueñas en llevar a un equipo a una Serie Mundial después que Alex Cora lo logró con los Boston Red Sox el año pasado. Cora se aseguró de hablar con Martínez antes del inicio de la serie en contra de los Houston Astros, con quienes el ahora mánager de los Medias Rojas ganó un anillo de Serie Mundial como coach de la banca en 2017.
"Me dijo sólo 'sé tú mismo y diviértete, es un momento increíble, disfrútalo'", dijo Martínez al referirse a su conversación con Cora. "Además me dijo: 'Estás preparado para esto'".
"Hay que aguantar muchos golpes y moretones, pero si crees en ti mismo, puedes inspirar a las personas alrededor tuyo. Toda mi vida la gente me ha subestimado y siempre he dado todo por salir adelante. Hemos sido subestimados todo el año. Jugamos partidos de playoffs todo el año para llegar aquí." Dave Martínez
Lo logrado por Cora, ser el segundo dirigente latino en ganar una Serie Mundial, ha sido una gran motivación para Martínez. El año pasado, el dirigente de los Nacionales habló de su sueño de convertirse en el próximo mánager puertorriqueño en llegar a una Serie Mundial. Esta campaña 2019, a pesar de un pésimo inicio de temporada, ese sueño se ha hecho realidad.
"Cuando Cora ganó el año pasado me sentí muy contento por él, por su familia, y por todo Puerto Rico. Especialmente porque sucedió después que la isla fue devastada por el Huracán María", señaló. "Fue un momento muy especial para todos".
"Pero esto no se trata de mí", continuó Martínez. "Fue algo que me dio perspectiva de, ¿sabes qué?, Alex es dirigente de un equipo que llegó a Serie Mundial, ahora Davey es dirigente de un equipo que llegó a Serie Mundial, y hay otros latinos que pueden hacer lo mismo. Charlie (Montoyo, el manager de los Toronto Blue Jays) tendrá su oportunidad. Hay muchos de nosotros con gran capacidad que podemos hacer un buen trabajo".
De la mano de Martínez, los Nacionales han logrado lo que parecía imposible a los dos meses de comenzada esta temporada: clasificar a la Serie Mundial.
A las alturas del 24 mayo, el equipo tenía una marca de 19-31, y apenas un 0.1 por ciento de probabilidad de clasificar a la postemporada y Martínez enfrentaba fuertes críticas de un sector de los fans y la prensa que pensaban que debería ser removido de su cargo tras sólo un año como dirigente. Sin embargo, los Nacionales lograron la hazaña de convertirse en uno de sólo tres equipos en los últimos cien años en clasificar al Clásico de Otoño después de estar 12 juegos por debajo de la marca de .500.
Los peloteros y cuerpo de entrenadores han dado gran parte del crédito de su improbable clasificación a la relación que Martínez ha desarrollado con cada uno de ellos. El ex jardinero es considerado uno de los grandes caballeros del béisbol, y muy reconocido por su indeleble positivismo. Prácticamente todos los días, uno o más de ellos se sienta en el sofá de la oficina de Martínez, donde de lo menos que se habla es de béisbol.
Martínez desarrolló esa invariable actitud positiva desde adolescente, cuando a pesar de su excepcional forma física y habilidades deportivas, que le ayudaron a destacarse no sólo en el béisbol, sino también en el fútbol americano como liniero defensivo, nunca se le daba crédito por sus logros.
Y ahora son los Nacionales los que están siendo subestimados. Después de haberse alzado con dos sorprendentes victorias como visitantes para arrancar la Serie Mundial, fueron derrotados en tres partidos de forma consecutiva, en los que anotaron una sola carrera en cada uno de los encuentros.
Ahora Martínez y sus pupilos tendrán que regresar al hostil Minute Maid Park, sin ningún margen para error y con desventaja de 3-2 ante el mejor equipo de Grandes Ligas toda la campaña, buscando continuar su improbable búsqueda del primer campeonato en la historia de la franquicia .
En su escritorio, Martínez luce una placa que lee "Be So Good They Can't Ignore You" (Sé tan bueno que nadie te pueda ignorar), lo cual considera muy representativo de su carrera y de la temporada de los Nacionales.
"Hay que aguantar muchos golpes y moretones, pero si crees en ti mismo, puedes inspirar a las personas alrededor tuyo. Toda mi vida la gente me ha subestimado y siempre he dado todo por salir adelante", destacó Martínez. "Esto no es terreno desconocido para nosotros. Hemos sido subestimados todo el año. Nosotros batallamos todo el año para llegar aquí. Jugamos partidos de playoffs todo el año para llegar aquí. Nos queda mucho por pelear y yo no me voy a rendir y en este equipo nadie se va a rendir nunca".