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Los retos de Nelson Cruz como gerente del equipo dominicano del Clásico Mundial de Béisbol

El pelotero de los Nationals llega con la encomienda de conformar un equipo capaz de regresar a la final del evento en su primera experiencia como gerente.

Nelson Cruz fue oficialmente designado como el gerente de la Selección Dominicana de Béisbol que representará al país caribeño en el próximo Clásico Mundial de Béisbol que será celebrado en 2023. Para muchos, la elección del bateador designado de Washington Nationals llegó como una sorpresa, sin embargo, la explicación detrás de su selección tiene mucho que ver con la capacidad de crear un núcleo de jugadores jóvenes que se dejen guiar por un veterano con experiencia en el torneo y con una carrera respetada en Grandes Ligas.

Evidentemente, esto llega con múltiples retos, ya que Cruz nunca ha ocupado una posición similar dentro de una selección o equipo profesional en el pasado. De esta primera experiencia se desprenderán múltiples retos para el jugador convertido en gerente, en especial en lo respectivo a la conformación misma de la escuadra nacional.

Sobre los hombros de Cruz, quien tiene un perfil similar al de Moisés Alou como jugador veterano que inspira respeto entre jugadores jóvenes, están depositadas todas las esperanzas de nuevamente alcanzar el trofeo de campeones del mundo.

ESPN Digital analiza los retos que tendrá Nelson Cruz para la conformación del equipo que irá al Clásico Mundial de Béisbol y las repercusiones que tendrán cada una de sus decisiones de cara al evento.

PRESUPUESTO

Durante la presentación de Cruz como dirigente, se indicó que el presupuesto para conformar el equipo rondaría los 300 mil dólares (unos 16.35 millones de pesos dominicanos). Ese fue un presupuesto similar al que utilizó el país durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 para llevar a su selección hasta Japón. Dicho equipo, por mucho dista de la calidad de los jugadores que se espera tener en el Clásico Mundial, por lo que será complicado poder combinar las piezas y que dicho presupuesto cubra todas las necesidades, incluidos salarios y seguros médicos.

¿TODOS LOS JUGADORES SERÁN DE GRANDES LIGAS?

Cruz señaló que la conformación del equipo deberá ser un esfuerzo de todos los dominicanos, aunque no estén en un roster de Grandes Ligas. Esto, al menos en principio, apunta a que el gerente estará pendiente al desempeño de jugadores en otras ligas (Japón, México, República Dominicana, etc.). Aquí entra la gran pregunta de si serán incluidos jugadores que no militen en un equipo de MLB.

LA ELECCIÓN DEL DIRIGENTE

Durante el pasado fin de semana, un nombre en particular (Rodney Linares) fue apuntado por múltiples reportes como el dirigente que encabezaría el equipo. No hay duras sobre la experiencia de Linares como dirigente en múltiples escenarios como la LIDOM o las Ligas Menores, pero sí se cuestionan los resultados.

Linares no ha ganado en el béisbol dominicano en su paso por cuatro equipos y aunque sí ha sido relativamente exitoso en ligas menores, sus mayores triunfos ocurrieron hace años.

De no ser Linares, ¿cuáles opciones tendría Cruz? ¿Iría detrás del dirigente campeón olímpico Héctor Borg? O quizás iría con alguien de experiencia en la liga dominicana. Es por ello que este es uno de los puntos neurálgicos de la gestión de Nelson Cruz, quien no puede dejarse imponer la selección del gerente por absolutamente nadie.

LA CONFORMACIÓN DEL ROSTER PARA EL TORNEO

Es evidente que República Dominicana tiene un superávit de talento en Grandes Ligas que podría participar del torneo, sin embargo, eso trae un “agradable problema” y hasta cierto punto, un conflicto que habrá que resolver.

El país cuenta con varios jugadores aglomerados en una posición. Por ejemplo, en la tercera base juegan Manny Machado, José Ramírez y Rafael Devers, tres estrellas de Grandes Ligas que, sin duda, pueden aportar de manera importante en el torneo. Dos de ellos tendrán que moverse de posición, lo que a la vez pudiese ser un sacrificio en el lado defensivo de la pelota.

Ese ejemplo ilustra el hecho de que Cruz deberá ser cuidadoso con respecto a quién acompañara el equipo al torneo, tomando en cuenta también que en otras posiciones hay debilidades marcadas, como es el caso de la receptoría.

PRESIÓN POR GANAR

República Dominicana llega a cada entrega del Clásico Mundial de Béisbol con la etiqueta de favorito, lo que implica que perder no es una opción, en especial para los fanáticos, quienes siempre esperan un resultado positivo en la actuación del conjunto.

El futuro y la permanencia de Cruz en la posición, además de las ganas propias, dependerá totalmente de su gestión para 2023. Para República Dominicana ganar es la única opción en el torneo.

INEXPERIENCIA

Ciertamente, Cruz es un gran veterano jugador que ha ganado en prácticamente todos los escenarios a los que ha llegado y a quien solo le falta un anillo de Serie Mundial para triunfar en todas las ligas y torneos en los que ha participado, pero ser jugador y ser gerente son dos cosas completamente distintas.

Sus instintos lo llevarán lejos, pero tendrá que apoyarse en un gran equipo de trabajo que le permita tomar las decisiones informas de la mejor manera posible y eso implicará que no podrá contentar a todo el mundo. La inexperiencia es un factor que se debe tomar en cuenta a la hora de reunir a las personas que servirán de apoyo en la gestión y eso es algo que Cruz debe aceptar, por más experiencia que tenga como jugador.

ENTRENAMIENTOS Y PERMISOS PARA JUGADORES

Al final del día, nada se logra sin los jugadores que conformarán el equipo y para hacerlo, Cruz deberá obtener el permiso por parte de todas las escuadras a las que pertenezcan. Sin embargo, también deberá velar porque los jugadores seleccionados lleguen en las mejores condiciones posibles al torneo, lo que implica que el gerente deberá ayudar a gestionar permisos para que los peloteros puedan participar en mayor o menor medida en la pelota invernal dominicana.

Siendo algunas de las estrellas dominicansa inversiones de mucho dinero en equipos de Grandes Ligas (Fernando Tatis Jr. por ejemplo). Esto implica que no todos los equipos están en disposición de poner en riesgo dicha inversión, lo que juega en contra de la posibilidad de que sean flexibles para otorgar los pemisos de participación. Un pelotero que no llegue completamente preparado, es uno con el que por lo menos de entrada, Cruz no puede contar.