HOUSTON -- El campeón de bateo de la Liga Americana tardó poco en dar un golpe de autoridad en la Serie Divisional de la Liga Americana.
José Altuve conectó tres cuadrangulares para guiar a sus Astros de Houston al triunfo sobre los Medias Rojas de Boston, frente a 43,102 aficionados que colmaron el Minute Maid Park.
Fue una demostración contundente e histórica para Altuve y el resto de sus Astros, que mostraron que su bateo desde el primero hasta el último en el orden al bat no fue casualidad durante la temporada regular.
Fue contra el mejor abridor de los rivales, Chris Sale, quien salió pronto del juego apaleado con siete de las ocho carreras que anotaron los Astros, en su debut en postemporada, después de 180 aperturas de campaña regular.
"Para ser honestos, ya olvidé mi título de bateo", dijo Altuve. "Esta es una nueva temporada para mi. Aquí para nada importan los récords ni las marcas personales. Se trata de ganar y rápido porque es una serie corta".
"Es una serie de cinco partidos y tenemos que jugar el mismo béisbol que hemos jugado todo el año", agregó. "Hemos jugado buena pelota y tenemos que demostrarlo en playoffs otra vez".
Altuve se convirtió en el noveno pelotero que conecta tres cuadrangulares en un mismo partido de postemporada; apenas el segunda base y el primero que lo hace en general, de manera irónica, desde su compatriota venezolano Pablo Sandoval en el 2012.
Quizá el más importante fue el primero, en la entrada inicial que marcó desde entonces el tono frente a Sale y que en ese momento representaba el 2-0, después de que su compañero Alex Bregman hizo exactamente lo mismo un turno antes.
Más trascendente aún, encabezó una ofensiva de los Astros con 12 imparables, incluidos cuatro cuadrangulares, que iguala la mayor cantidad para la franquicia en un partido de playoffs.
"Hubo mucha energía allá afuera", mencionó Altuve. "Sabemos que cada partido tendrá mucha intesidad, un montón de energía, sabemos qué esto apenas comienza. Pero esto te da confianza, aunque nada se tome por garantizado".
A pesar de la tarde para el olvido de Sale, sus compañeros le dieron el empate momentáneo 2-2 en el cuarto capítulo. Y ahí apareció de nuevo el bate de los Astros de la mano de Marwin Gonzalez, quien con doblete dio una ventaja 4-2 que ya jamás perderían.
"Es el tipo de partido completo que quieres tener siempre", dijo González. "Pudimos batear. Jugamos como equipo. Hicimos lo que hemos hecho durante toda la temporada. Y si podemos batear, con nuestros lanzadores sabemos que podemos ganar".
El abridor de los Astros, el estelar Justin Verlander, mostró para qué fue adquirido como el principal refuerzo de verano.
Lució imponente desde el principio; supo salir de los problemas cuando aparecían e, igual que los cuadrangulares de Altuve, dio confianza al resto del equipo y a la enloquecida tribuna en Houston.
"Él ha estado ahí y sólo salió a hacer su trabajo", consideró el veterano Carlos Beltrán, quien este jueves no participó.
"Supo llevar el ritmo y lanzar las pitcheadas correctas cuando tuvo que enfrentar problemas. Este equipo tuvo pitcheo y bateo, por eso ganamos".
Pero para los Astros la serie está lejos de finiquitarse.
El viernes, para el segundo partido de la serie, los Astros enviarán a la loma Dallas Keuchel (14-5, 2.90) para enfrentar al abridor de los Medias Rojas Drew Pomeranz (17-6, 3.32).
"Esto apenas comienza", dijo el parador en corto de los Astros Carlos Correa. "Hay que ir a descansar porque mañana hay otro partido nuevo que jugar".