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La Máquina Beisbolera: Juego histórico, Dodgers contra las cuerdas

Houston, Texas. Aficionados y Fanáticos al Rey de los Deportes: Uno de los juegos más dramáticos en la historia de la Serie Mundial bajó el telón beisbolero del 2017 en Minute Maid Park de Houston, mudando ahora el Clásico de Otoño de regreso a Los Ángeles en donde se definirá al campeón de la temporada en las Grandes Ligas.

Con cinco horas y 17 minutos de duración, el juego se convirtió en el segundo más largo de la historia detrás de aquel maratón del 2005 que precisamente se llevó a cabo en este mismo escenario y con los Medias Blancas llevándose la victoria por 7-5 en 14 entradas.

Los Astros se convirtieron en el primer equipo en tener 5 jugadores diferentes bateando jonrón en un juego de Serie Mundial, se rompieron las marcas de más cuadrangulares conectados tanto en una Serie Mundial como en una postemporada, Cody Bellinger se convirtió en el jugador más joven en la historia de los Dodgers en conseguir vuelacercas en un juego de Clásico de Otoño... y podríamos seguir con una lista interminable de récords que se establecieron en el quinto partido de la serie.

Pero más allá de la estadística, hay dos factores a considerar, dos puntos que tienen a los Astros muy cerca de levantar el trofeo, y no solo por la ventaja de 3-2 con la que viajan a Los Ángeles.

Para los Dodgers, el haber perdido este juego clave, luego de tener ventaja de 4 carreras y con Clayton Kershaw en la loma, es un golpe psicológico que difícilmente los va a dejar de inquietar y afectar negativamente durante las próximas horas. Tras lanzar tres sólidos innings y ganando 4-0, Kershaw se perdió completamente en el cuarto episodio y cuando los Astros lo enfrentaron por segunda ocasión, no fue ni la sombra del pitcher que había sido a lo largo de la postemporada. En efecto, regresaron los serios problemas de Kershaw en playoffs y lo peor de todo, es que el estelar abridor de los Dodgers YA NO TENDRÁ oportunidad de reivindicarse, aun con su equipo levantando el trofeo.

El segundo factor, es el hecho de que el bullpen de Roberts demostró que esta totalmente agotado, y en especial sus dos piezas más importantes: Brandon Morrow y Kenley Jansen. La gerencia del equipo azul basa sus planes y estrategias en la sabermetría, en la estadística avanzada, deja poco a la intuición de su manager. El estilo con el que Roberts ha dirigido se basa en la poca paciencia con los lanzadores, en el guiarse por enfrentamientos directos pero siempre basado en tener poca paciencia, y darle trabajo a la mayor cantidad de relevistas necesarios para sacar a toda costa el resultado.

Este tipo de estadísticas miden muchos factores, pero hay algo que escapa a la sabermetría y que resulta ser fundamental: el cansancio.

Los relevistas de los Dodgers han hecho un trabajo sensacional en el 2017, este bullpen ha sido construído a lo largo de varios años hasta llegar a ser casi perfecto, pero a estas alturas, y como consecuencia del exceso de uso al que han sido sometidos, estan completamente agotados, y en el momento en el que más se les necesita, no se puede ya contar con ellos.

En el sexto juego, Rich Hill abrirá por Los Ángeles. A Dave Roberts no le gusta que Hill enfrente por tercera vez a los bateadores en sus salidas y lo hizo notorio una vez más en el segundo juego de esta Serie Mundial. Enfrentando ahora a Justin Verlander, y con un bullpen que parece desmoronarse, veremos si el alto mando de los Dodgers decide apegarse todavía a esa numerología burda, o decide finalmente dejarse llevar por el instinto, y darle a Hill la posibilidad de ir más allá de la quinta entrada.

Sin haber podido dormir luego de tantas emociones, nos subimos al avión para regresar a Los Ángeles. Sabemos que no saldremos de California hasta conocer al nuevo campeón de las Grandes Ligas y aunque todos queremos un séptimo juego para seguir vibrando y gozando de esta Serie Mundial tan intensa, estamos conscientes de que para los Dodgers esto parece una misión imposible.

¡No hay nada mejor!