Mantener a raya al bicampeón y reconocido como el piloto más rápido de la Fórmula 1 durante 30 vueltas es una de las razones por las que el mexicano Sergio Pérez ganó el Gran Premio de Arabia Saudita, a pesar de la enfurecida persecución que le hizo Max Verstappen.
Lo del tapatío Checo Pérez fue una declaración de principios, la respuesta a los que se preguntan si el mexicano puede ser capaz de pelear por el campeonato de la Fórmula 1.
Aquí enumeraremos las razones por las que se dio esta la quinta victoria en la carrera de Checo Pérez en la Fórmula 1, desde que llegó en 2011 y con lo que liga un cuarto año con triunfos.
Recuperarse de una largada defectuosa
Checo Pérez tiene problemas para arrancar, eso no es un secreto. En los dos Grandes Premios que van en el año se ha visto claramente superado, primero por Verstappen en Bahrain y luego por Fernando Alonso en Jeddah.
Parece ser un asunto de reacción a la luz, de procedimiento al liberar el embrague o de tracción calibrada en su auto, o todo al mismo tiempo, lo bueno para Checo Pérez es que el sofocón no duró demasiado y pudo rebasar, sin demasiada degradación, al Aston Martin de Alonso en la cuarta vuelta de 50 pactadas, y de ahí en adelante ya no hubo más líder que el nacido en Guadalajara hace 33 años.
El rebase, limpio por dentro en la primera curva, sólo lo hizo bloquear un poco los neumáticos izquierdos.
Safety car que esta vez no lo afectó, pero acercó a Max
En 2022, Checo Pérez también había largado desde la pole position, pero perdió el liderato cuando por una extrema degradación de sus neumáticos debió entrar a los fosos en la vuelta 14, justo cuando Nicholas Latifi abandonó y eso lo hizo caer hasta la cuarta posición.
En 2023, también hubo una bandera amarilla, ahora provocada por Lance Stroll, pero para fortuna de Checo Pérez esto pasó antes de que él parara en los pits e incluso lo ayudó a tener una detención sin sobresaltos, pero al mismo tiempo, el incidente ayudó a Verstappen a recortar la distancia que lo separaba del mexicano de 20 a sólo 5.6 segundos.
Responder con velocidad a Verstappen en cada vuelta
Una vez que el Safety Car abandonó la pista quedaban 20 vueltas, Verstappen tardó sólo cinco giros en ponerse en segundo lugar a 5.6 segundos de Checo Pérez, ahí empezó la verdadera prueba para el tapatío.
Cuando muchos apostaban a que Max Verstappen recortaría la distancia y rebasaría a su coequipero, Checo controló con paciencia y serenidad el embate del neerlandés.
Aunque Verstappen marcaba vuelta rápida tras vuelta rápida, no lograba acercarse a menos de 5 segundos y ya habían pasado 10 giros desde que estaba en segundo puesto.
No hubo órdenes, ambos pilotos empujaban. Ahí, Checo Pérez tuvo el desempeño más especial al igualar los tiempos de Max e incluso recuperar el trecho, al marcar un par de vueltas rápidas.
Mantener el ritmo de carrera de su coequiepero es el gran logro y mejor noticia, casi mejor que ganar un Gran Premio desde la pole position por primera vez.
Incluso, Checo Pérez pudo haber terminado el fin de semana como líder del Campeonato de Pilotos, pero Verstappen se engalló y sacó la vuelta rápida de la carrera en el giro 50.