Red Bull dominó la temporada pasada en la F1 pero Mercedes hizo algunos cambios en su auto con el objetivo de regresar a la cima en F1. ¿Lo logrará?
Aunque en el campeonato de constructores de la temporada anterior de Fórmula 1, Mercedes fue el más cercano perseguidor de Red Bull, en la frialdad de los números la distancia fue considerable porque la compañía de bebidas energéticas tuvo 860 puntos y las flechas plateadas sólo 409, menos de la mitad.
Así de lejos estuvo la escudería encabezada por Toto Wolff de quienes apenas hace tres años veía por el retrovisor, mientras se enfilaba a su octavo título consecutivo, pero mucho ha pasado desde entonces y ahora los germanos deben reinventarse para ser una amenaza seria para los austriacos y darle una despedida digna al piloto Lewis Hamilton, mientras consolidan a George Russell como el futuro de la empresa.
Luego de esa era de dominio que duró entre 2014 y 2021, sin rivales en la parrilla, llegó el cambio de reglas en la máxima categoría que obligó a los equipos a transformar sus autos y alteró el statu quo, al permitir que RB regresara a lo más alto, mientras la marca de la Estrella se perdió en un mar de dudas.
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Desde el comienzo del 2022 hasta la fecha, Mercedes apenas registra una victoria, a través de Russell en Interlagos en aquel año y dos poles positions, ambas en Hungría en campañas consecutivas, mientras que sólo en 2021 había tenido nueve en los dos departamentos, una muestra de lo lejos que está de aquella forma.
No obstante, el núcleo de ese grupo exitoso se mantiene en Brackley, por lo que puede encontrar la manera de revertir la situación, con ajustes en algunas áreas de la escuadra en este nuevo calendario.
Dar con la tecla temprano
Más allá de lo ocurrido con las reglas, la principal razón para la caída de Mercedes ha sido la falla en el diseño, en 2022, el W13 tuvo el problema del porpoising, que provocaba que el monoplaza rebotara de forma constante en los circuitos hasta que el serial intervino, mientras que en 2023 vio cómo incluso Aston Martin lo superaba en el inicio, lo que obligó a utilizar los sidepods (conductos en las laterales) de los que había prescindido.
El propio Hamilton resumió en diciembre lo sucedido con ambos modelos en una entrevista con BBC Sport: “Recuerdo que se sentía igual (el W14 al W13) y eso definitivamente no era una gran sensación, tenía grandes esperanzas…El carro tuvo todos esos problemas, sabía que (2023) sería un año largo, estoy seguro que hubo frustraciones, porque pedí ciertos cambios y no se hicieron”.
Más adelante señaló la tardanza en corregir los errores, algo que, según él, Red Bull puede hacer incluso en el mismo fin de semana, por lo tanto, James Allison, el creador del W15 que competirá en 2024 necesita hallar la combinación correcta desde el principio porque ceder algunas carreras significará que los monarcas se escapen en la clasificación desde temprano.
Allison, director técnico en Mercedes desde 2017 (ocupó el mismo cargo en Renault y en Ferrari) fue el encargado de explicar las principales novedades del modelo y de paso también se sinceró sobre los inconvenientes que tuvieron sus predecesores, con el deseo que esto no se repita a partir de marzo.
“Una prioridad fue mejorar el impredecible eje trasero, hemos trabajado duro para asegurarnos que ambos ejes, pero sobre todo el trasero, tengan un mejor control de las llantas que el W14, también ha habido esfuerzos en áreas en las que teníamos margen de mejora, incluido el efecto de DRS y el rendimiento en las paradas de pits”, señaló.
El nuevo carro también modifica la forma de los sidepods (que sirven para enfriar el motor) y retrasa la ubicación del cockpit, una de las peticiones de Hamilton desde hace un par de temporadas.
Sin embargo, como el mismo Wolff reconoció, es difícil saber qué equipo encontró el secreto para ganar este año hasta que todos estén en la misma pista en Bahréin y no tanto para los entrenamientos previos, sino para pelear por la primera posición en la calificación o por la victoria en el Gran Premio.
“Habrá una indicación temprano sobre si resolvimos algunos de los problemas inherentes que tuvimos en la parte del chasís el año anterior, tenemos una montaña por escalar para volver al frente de la grilla, pero estamos enfocados. Estuvimos en una pelea dura con Ferrari y McLaren, a veces con Aston Martin, con una gran diferencia entre Red Bull y el resto”, dijo el director.
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Dar el siguiente paso
Si en la fábrica encuentran la forma de resolver los problemas anteriores, la responsabilidad quedará en las manos de Russell y de Hamilton, quienes también han lucido fuera de forma en los últimos dos años, más allá de una notable caída en el rendimiento de los vehículos que manejan.
Para Russell es el momento de alcanzar la madurez, con 26 años el británico debe cumplir con las expectativas que había en él desde joven y pelear de forma constante con sus compañeros de generación, Max Verstappen, Charles Leclerc o Lando Norris, en especial si quiere ser el piloto número uno del garaje a partir del 2025, cuando Hamilton se marche a Ferrari.
Precisamente esa batalla con Lewis es la que deberá impulsarlo, George tiene que dar un golpe en la mesa similar al que dio Leclerc en su momento para provocar la salida del alemán Sebastian Vettel de la Scuderia, cuando lo superó y dejó en claro que la escuadra italiana podía sobrevivir sin su conductor estrella.
Russell ya tuvo mejores números que su coequipero en 2022, cuando consiguió el único triunfo de su trayectoria, en la tabla registró 275 puntos por 240 del heptacampeón, pero para el 2023 se rezagó, tuvo 100 unidades menos y fue octavo en la clasificación, una actuación para el olvido dada su calidad.
Para George son 24 fechas a todo o nada porque, aunque su continuidad no está en duda, su rendimiento en los próximos meses determinará si él se convierte en la carta fuerte de las flechas plateadas para 2025 o si Wolff debe buscar algún gran nombre externo para encabezar el proyecto, como el español Fernando Alonso.
Por su parte, Hamilton no puede terminar la relación más exitosa de la historia del Gran Circo con este recuerdo; el máximo ganador de carreras no registra alguna victoria desde el 5 de diciembre de 2021 en Arabia Saudita y lleva dos años en blanco, algo que no le había ocurrido ni en McLaren en sus comienzos.
Aunque durante todo el calendario existirá la duda de qué tanta ambición habrá en ambas partes al saber que su vínculo concluye y Lewis podría llevar secretos a Maranello, una de las mayores cualidades del británico es su profesionalismo y luego de ser tercero en la temporada 2023 ahora debería mejorar.
Para ello obviamente necesita triunfos que le permitan acercarse a Verstappen y contener a otros aspirantes como Alonso, Leclerc, Norris o Sergio Pérez, al ser uno de los mejores volantes que hayan pasado por el serial eso no le debería representar dificultad y el conocer su futuro podría de cierta forma liberarlo para concentrarse sólo en correr en los siguientes meses; es a lo que su leyenda lo obliga.
Si Mercedes desea volver a la cima necesita que esos engranes vuelvan a funcionar como hace apenas tres años, con un grupo de directivos, diseñadores, ingenieros y mecánicos enfocados en dejar de cometer errores que los retrasen en la competencia y un par de pilotos que demuestren todo su talento y expriman el W15 más allá de sus límites.