El directivo del equipo Red Bull ataja con las máximas autoridades del serial un día después de filtraciones de ‘evidencia’ en su contra
Christian Horner se mantiene como el centro de atención en las vísperas al Gran Premio de Bahréin de este fin de semana, visitando al jefe de Fórmula 1, Stefano Domenicali y al jefe de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, para discutir la controversia en curso que lo rodea.
El miércoles, Horner fue absuelto de mala conducta por Red Bull GmbH, la empresa matriz de Red Bull Racing, tras una investigación a raíz de una denuncia por conducta inapropiada realizada por una mujer empleada por el equipo de F1.
En un giro notable de los hechos, los archivos supuestamente relacionados con la investigación fueron ampliamente distribuidos a los medios de comunicación el jueves.
La autenticidad de los archivos, que provenía de una cuenta de correo electrónico genérica, no ha sido verificada por ESPN.
La situación de Christian Horner ha arrojado una nube oscura sobre los preparativos de Red Bull para la nueva temporada, con el equipo ampliamente considerado como favoritos en la campaña.
Christian Horner descartó "especulaciones anónimas" tras la filtración y estuvo presente en el paddock el viernes con normalidad.
Después de la última sesión de práctica de la semana, visitó Domenicali y luego a Ben Sulayem en pláticas consecutivas.
Más temprano en el día, Horner y Ben Sulayem se habían saludado frente al garaje de Red Bull y a plena vista de las cámaras de televisión de la F1.
Ni la F1, ni la FIA han comentado algo de la filtración de archivos del jueves, aunque las fuentes han dicho a ESPN que hay una creciente presión de otros equipos para que ambos organismos aborden el asunto, dada la forma en que la historia de Horner se ha convertido en noticia global.