“Fue como manejar sobre hielo”, confesó Max Verstappen luego de la clasificación del sprint del GP de China, quinta fecha de Fórmula 1. El neerlandés mostró una cara pocas veces vista en su manejo casi impoluto: directamente no podía mantener su Red Bull en la pista. Dos despistes y apenas el cuarto cajón de partida para cerrar un día oscuro para el tricampeón que domina la categoría casi a voluntad. Es que su RB20 perdió todo su rendimiento cuando cayó la lluvia sobre el complicado asfalto de Shanghai, que los organizadores del GP había dicho que se había reasfaltado, pero la realidad es que le pasaron una mano de pintura de betún, con mezcla de alquitrán, para tapar un poco el desgastado piso. La complicación fue para todos, pero el neerlandés la pasó muy mal.
Ya en la carrera corta de 19 giros (un tercio de la competencia principal), a Max le costó mucho entrar en ritmo. Se quejaba de que su batería estaba flaca y que no tenía potencia. Su ingeniero de pista le dio una indicación de cambiar una configuración y la taba se dio vuelta. El neerlandés era tercero, detrás de Lewis Hamilton y Fernando Alonso, con Lando Norris ya retrasado después de porfiar con el piloto de Mercedes en la segunda curva. Y en tres giros nomás, se alejó de la amenaza que era Carlos Sainz detrás, superó sin problemas a Alonso y le descontó al heptacampeón dos segundos en un abrir y cerrar de ojos para terminar con una superación sin atenuantes. Una vez en la punta, adiós Max.
“Fue muy difícil al principio, pero después se mejortó el ritmo, tuve un buen balance y todo cambió”, contó Verstappen, quien así logró su octavo triunfo en los 13 sprint que se llevan disputados hasta ahora. Detrás, lejos, lo sigue Valtteri Bottas (de su época de Mercedes) con dos y George Russell, Checo Pérez y Oscar Piastri, con uno. Para Norris, quien partía en pole, era una chance para ganar una carrera, pero deberá seguir esperando.
Ganó Verstappen y no es ninguna novedad. Hamilton fue segundo y sí que llama la atención. Pero ojo, el inglés le sacó el jugo a la condición de pista en la que el neerlandés hizo agua para largar en primera fila. Cuando llegue la clasificación para la competencia del domingo, si la pista está seca, difícilmente el de Mercedes esté en la conversación. Pérez fue tercero, en una carrera con altibajos para el mexicano.
Para el futuro muy inmediato queda un dato no menor: la interna de Ferrari. En la intensa refriega que terminó con Alonso fuera de combate (pinchó un neumático), Sainz y Charles Leclerc se tocaron. El monegasco esgrimió su queja por radio una vez terminada la carrera. Trabajo para Frédéric Vasseur, el director de la Scuderia, que tendrá que tratar de poner paños fríos en una relación que no tiene vuelta, porque el español ya sabe que debe buscar otro equipo (Hamilton ocupará su lugar en 2025) y que está en un nivel superior al de Leclerc.