Que los pilotos son imprescindibles para lograr éxitos en el deporte motor es una verdad de Perogrullo. Está claro. Pero un equipo necesita de muchas otras manos calificadas para conseguir dominar en una categoría. Y Red Bull puede dar fe de eso, porque al paso de corredores geniales como Sebastian Vettel, en su momento, y Max Verstappen, por estos días, se le sumó el genial trabajo de todo el departamento técnico encabezado por Adrian Newey. De la cabeza del ingeniero inglés salieron todos los chasis de la época dorada del team austríaco. Y ahora que la marca de bebidas energizantes comunicó oficialmente la salida de Newey a partir de abril de 2025, aparecen dos escuderías concretas en el horizonte del genio: Ferrari y Aston Martin.
Por la plata, no hay problema. El equipo inglés ya le ofertó 100 millones de dólares por cuatro años. Y la Rossa estaría en condiciones de igualar la cifra. Así que, por ahí no pasará la decisión.
Alguna vez Newey dijo que en su carrera le hubiera gustado trabajar con Fernando Alonso o Lewis Hamilton. Con el panorama que se le presenta, tiene la opción de tirar la moneda, porque el español es parte de Aston Martin y el heptacampeón, se mudará a Ferrari en la próxima temporada.
Una a favor de Aston Martin: Newey no estaría con muchas ganas de mudarse a Italia. A los 65 años, preferiría quedarse en Inglaterra, sin embargo, no está dicha la última palabra y por eso, Ferrari fue fuerte. Tanto, que ya hubo un encuentro clave.
El martes 30 de abril, según medios europeos, Frédéric Vasseur habría mantenido un encuentro privado con Newey para avanzar en las negociaciones. El francés decidió hacerse cargo directamente para tratar de convencer al inglés, con la carta que forma el combo Ferrari-Hamilton.
Eso sí, sea cual sea su decisión, el trabajo apuntará para el modelo 2026, que será con el nuevo reglamento de motores y chasis. El tema también será que para abril de 2025, cuando Newey esté libre, los proyectos estarán en su fase final y apenas podría aportar detalles.