El inglés de Mercedes dominó la tanda inicial de la octava fecha de Fórmula 1 con su Mercedes. Oscar Piastri y George Russell lo escoltaron.
“Tengo más confianza de cara a este fin de semana. El coche es más predecible y más agradable de pilotar. Sigue sin ser perfecto, pero vamos progresando en la dirección correcta. No tenemos mejoras para este fin de semana, pero básicamente, hemos repartido el paquete en las dos últimas carreras”, dijo Lewis Hamilton al llegar a Mónaco, sede de la octava cita de la Fórmula 1. La ausencia de sectores de alta velocidad, una característica del urbano monegasco, le encendió la ilusión al heptacampeón. Su W15 sufre mucho en las rectas largas, pero se mostró mejor en curvas lentas, algo que abunda en la glamorosa carrera. Y en el arranque de la actividad, el inglés mostró las bondades de su Mercedes al liderar el primer ensayo.
Es cierto que apenas se trató de un entrenamiento, que tuvo un puñado de minutos de interrupción por el golpe de Guanyu Zhou con su Sauber (Charles Leclerc pisó los restos del Sauber con su Ferrari), y que el fin de semana apenas despuntó. Pero el inglés dominó al marcar 1m12s169 con neumáticos blandos y superó por 29 milésimas a Oscar Piastri, quien también puso el compuesto más suave de Pirelli en su McLaren (Lando Norris quedó a 227 milésimas).
Sin embargo, la lectura total muestra que Leclerc quedó a 228 milésimas de Hamilton, pero con neumáticos medios. Y su Ferrari se mostró muy veloz con los duros también. Sin dudas, el local dio señales de un potencial importante para el momento más importante del fin de semana: la clasificación de este sábado. En Mónaco, largar adelante tiene una influencia mayor que en cualquier otra pista del calendario.
El chino rompió parte del alerón delantero contra el muro y el monegasco pisó los restos con su Ferrari.
¿Y Max Verstappen? A los tumbos. Casi emulando su arranque de Imola, el neerlandés anduvo muy cerca de los muros (llegó a rozarlos un par de veces), con un auto nervioso y lento. Quedó 11º, a 815 milésimas, con cubiertas medias. “Voy muy al filo todo el tiempo”, dijo por radio. Red Bull ya había avisado que Mónaco no le caería bien al RB20. Pero así también comenzaron la faena en el Enzo y Dino Ferrari y el equipo volvió a la batalla con pole y victoria. Se vienen horas de largo trabajo puertas adentro en el team austríaco.
El neerlandés anduvo muy cerca de los muros durante el primer entrenamiento. Su RB20 no se mostró fino.