El inglés se quedó con lo mejor en una tanda complicada por la lluvia que inundó la pista y acotó la actividad de los pilotos.
Faltaba una hora para el arranque de la actividad oficial del GP de Canadá, novena cita de la Fórmula 1 y el cielo se mostraba amenazante. El servicio meteorológico lanzó una alerta temprana por posible formación de tormentas eléctricas. Y llegaron nomás, pero con un agregado: ¡granizo! Todos corrieron para ponerse a cubierto de los cubos de hielo que caían desde el cielo. Cuando llegó la hora pautada para el inicio de la primera tanda de entrenamientos, la pista tenía sectores inundados. Camiones con auxiliares de pista trataban de drenar el agua usando aparatosas mangueras, mientras los pilotos se mostraban distendidos en boxes en largas charlas con colaboradores. Fue Lewis Hamilton, cuando ya se habían consumido 22 de los 60 minutos de tanda, el primero en salir a dar una vuelta.
La pista estaba muy difícil, con su asfalto nuevo, hojas de los árboles que se habían posado en el asfalto y los charcos… Imposible. No se podía casi acelerar. Guanyu Zhou provocó la bandera roja diez minutos después de que saliera el heptacampeón de Mercedes al golpear fuertemente contra un muro. Mientras tanto, el cielo se abrió y salió un poco el sol. Eso, comenzó a secar rápidamente la pista, a punto tal que el final fue con todos los protagonistas con los neumáticos lisos calzados en sus autos.
El chino perdió el control de su auto en la pista mojada de Canadá y le pegó al muro durante la primera práctica de la novena cita de Fórmula 1.
Lando Norris fue finalmente el más veloz, pero no se puede tomar como referencia de nada. Porque apenas hubo actividad. El inglés de McLaren apenas completó ocho giros y marcó 1m24s435 para aventajar por 328 milésimas a Carlos Sainz (dio 11 vueltas).
El pronóstico anuncia lluvia para sábado y domingo, tal vez no vuelta a granizar, pero se espera que la pista esté complicada. Lo malo para los equipos es que la primera tanda, con el asfalto mojado, casi no se pudo recopilar información por lo poco que se giró. El panorama sigue muy abierto. Un dato: mantenerse en la pista. Sí, es lo lógico, pero en el final se vieron algunas visitas a las banquinas (Max Verstappen y Daniel Ricciardo, por ejemplo) y se metieron en verdaderas lagunas.
La lluvia inundó las banquinas de la pista de Canadá y Max Verstappen y Daniel Ricciardo lo sufrieron.