El tricampeón se quedó con la pole en Red Bull Ring, horas después de ganar el sprint, y picará en punta en la 11ª fecha. Mientras tanto, Jos se cruzó con Christian Horner.
¿Sorprende que Max Verstappen haya logrado la pole position para el GP de Austria? No, para nada. Fue el más veloz de todo el fin de semana en el Red Bull Ring y ganó el sprint. Además, se trató de su octava clasificación ganada en 11 fechas de 2024 y llegó a su 40ª en la categoría (es el quinto piloto que alcanza las cuatro decenas, detrás de Lewis Hamilton, Michael Schumacher, Ayrton Senna y Sebastian Vettel). Entonces, que el tricampeón se haya asegurado en primer cajón de partida para Spielberg no es sorpresa.
¿Sorprende que Verstappen le haya sacado 404 milésimas a Lando Norris? Sin dudas. Después de haberle ganado al inglés de McLaren por 93 milésimas la clasificación para el sprint, después de haber perdido en la qualy de España con Lando, sacar semejante distancia en una pista de 64 segundos la vuelta es tremendo. Porque hasta en el sprint que Max ganó más temprano este sábado, la diferencia no fue tan grande. “Ajustamos el auto con lo que aprendimos en el sprint. La pista estaba más caliente, pero el auto se sentía mucho mejor y pude atacar mejor las curvas. Es una gran sensación estar en pole, el equipo hizo un gran trabajo para tener un auto más competitivo”, analizó el líder del Mundial.
¿Sorprende que Red Bull domine? No, como tampoco sorprende a esta altura que el equipo austríaco tenga un solo auto peleando bien arriba y en soledad, porque Checo Pérez está atravesando un presente muy flojo. El mexicano sumó nueve puntos en las últimas cuatro fechas más el sprint de la de Austria, contra los 91 del neerlandés en el mismo período. El tapatío sumó el 10% de lo que acumuló su compañero en cuatro fechas y media. Pero Red Bull, más allá del acercamiento de sus rivales, sigue marcando el rumbo y Austria dio una muestra más.
¿Sorprende que haya ruido interno en Red Bull? A esta altura ya no. Si bien el tembladeral que se desató antes del arranque del Mundial por la denuncia que una empleada le hizo a Christian Horner por “conducta inapropiada” se calmó, más allá de que aún se espera el resultado de la apelación de la mujer a la declaración de inocencia que hubo sobre el pope, otros terremotos están vigentes. Uno está claro: Jos Verstappen y el director de Red Bull tienen la relación rota. El escándalo que vivió el inglés fue la gota que rebalsó todo y algunos hasta intentaron instalar en su momento que el papá de Max había sido el que mandó un mail anónimo con un dossier de información sobre el caso.
En Austria se sumó otro capítulo de la pelea, tal vez el final. Para la cita del Red Bull Ring, la marca que es dueña del trazado organizó un desfile de leyendas y Jos quería participar junto a su hijo, girando con un RB8, el modelo con el que Sebastian Vettel se coronó en 2012. Pero Horner no lo dejó, así de simple. Es más, si el inglés no lograba cumplir su cometido de evitar que papá Jos se subiera al RB8, ya había decidido bloquear todas las grabaciones del momento. Insólito.
“Qué infantil puedes ser. Horner no quería ni que me grabaran con el dron. Esto parece un jardín de infantes, es muy infantil de parte de Horner. Me lo debería haber dicho en la cara. Estoy completamente harto de él”, bramó Jos en declaraciones que publica Formule 1.
Horner recogió el guante. “El desfile de leyendas es algo que organiza el circuito. No hubo veto por mi parte ni nada por el estilo. Y estoy seguro de que las leyendas entrarán en acción más tarde", dijo. Y agregó: “La relación con Max siempre ha sido muy, muy buena, muy fuerte. Él es una parte clave de nuestro equipo y, ya sabes, él es nuestro piloto, él es el que es importante, obviamente, tener una relación fuerte con. Nunca he tenido un problema con ninguno de nuestros pilotos, ya sabes, padres en el pasado y cualesquiera que sean los problemas de Jos, realmente no tengo nada que comentar. No creo que sea realmente útil seguir hablando de Jos”.
Justamente antes del arranque de la actividad del GP de Austria, Max confirmó que seguirá el año que viene con Red Bull. A pesar de tener contrato vigente hasta 2028, hubo algún coqueteo con Mercedes, especialmente fogueado por Toto Wolff. Ahora bien, la competitividad de Max con el team austríaco parece asegurada para el futuro, al menos hasta que llegue en 2026 el nuevo reglamento. Pero el tricampeón tiene una relación muy unida con su padre y este chisporroteo con el director del equipo no es positivo para las acciones de la escuadra de las bebidas energizantes. Mientras el más joven de los Verstappen siga dominando, probablemente todo quede tapado. Este domingo tendrá la chance de conseguir otro triunfo y, por lo visto en la clasificación, su éxito será la apuesta que menos pague.