La FIA realizó una investigación porque supieron que un equipo utilizaba un dispositivo que permitía bajar la altura de un elemento y lograr ganancia aerodinámica. ¡Y fueron los austríacos!
En la Fórmula 1, como en cualquier categoría del deporte motor del mundo, los ingenieros que están a cargo de la construcción y desarrollo de las máquinas estudias los reglamentos técnicos de punta a punta y siempre buscan los grises para sacar algún resquicio que permita el éxito. En la historia de la máxima categoría hay infinidad de ejemplos. Ya en 2024, la FIA puso el ojo en la flexibilidad del alerón trasero de McLaren (se generaba un mini DRS y se descubrió en Bakú) y los de Woking debieron cambiarlo. Ahora, es Red Bull el que fue señalado por el ente fiscalizador en la previa del GP de Estados Unidos.
La FIA recibió una denuncia que apuntaba a que un equipo de la parrilla tenía un implemento que permitía modificar la altura del auto mediante un pequeño ajusto en pleno parque cerrado, generando una ganancia aerodinámica tras la clasificación y antes de la carrera. Finalmente, fue Red Bull el equipo que confesó tener ese aditamento antirreglamentario, pero aseguraron que no puede utilizarse una vez que el auto está armado y listo para salir a pista. “El sistema existe, aunque es inaccesible una vez que el coche está completamente montado y listo para correr”, dijeron desde el team de Milton Keynes.
El tema está en la bandeja de té (T-Tray), una quilla que se encuentra en la parte delantera del chasis. El manejo del sistema se haría desde adentro del cockpit y permitiría alterar la altura del T-Tray y generar una ganancia aerodinámica, especialmente porque en la clasificación el peso del auto es diferente al momento de largar la competencia por la carga de combustible. “En la numerosa correspondencia que mantenemos con la FIA, surgió esta parte y hemos acordado un plan para seguir adelante", dijo la fuente de Red Bull.
La FIA introducirá un control más estricto durante el fin de semana de Austin, sellando los dispositivos que se pueden ajustar para modificar la altura, algo que está permitido hacer durante los entrenamientos, pero que está prohibido desde el comienzo de la clasificación y hasta el final de la carrera. Desde el equipo campeón del mundo y que tienen al líder del torneo, Max Verstappen, niegan haber usado el sistema.