Cuando faltaban 45 minutos para el inicio de la qualy, el cielo se abrió, hubo zonas inundadas en Interlagos y, tras una larga espera, todo quedó pospuesto.
San Pablo (Enviado Especial) Son las 14.15 en San Pablo. Faltan 45 minutos para el arranque de la clasificación de la 21ª fecha de la Fórmula 1. Desde hacía un rato, nubes amenazantes ya habían cubierto el sol que iluminaba la ciudad por la mañana. De pronto, el cielo se abrió. Pero literalmente, se desplomó. Una catarata de agua comenzó a caer con una intensidad increíble. En las calles internas del autódromo de Interlagos todos corren, los controles de los accesos desaparecen, queda todo desierto. A las 14.20 la sala de prensa del circuito comienza a inundarse y se corta internet. Un miembro de seguridad saca agua con un secador de piso en la entrada, otro trata de hacer retenes con banderas del Gran Premio. Pero no queda ahí. La zona de catering comienza a inundarse también y ¡están las heladeras! Un héroe (o loco) comienza a levantar los enchufes del piso. En el baño se puede pescar en la laguna que se había formado. Eran las 14.30 y ya se sabe que la qualy era muy difícil que comenzara.
A las 14.40, algunos sectores de la pista están inundados y las banquinas son ríos. Las alcantarillas no dan abasto y llegó el mensaje de la FIA: clasificación demorada. El paddock paulista tiene un coqueto techo, pero dividido en dos y en distintas alturas. Resultado, por el medio cae la cascada, justo en el centro del pasillo. En las tribunas, la gente resistía. Los argentinos que esperaban a Franco Colapinto alientan ya empapados. Algunos, muy enojados porque en el ingreso de la mañana solo había cuatro molinetes y, ante el retraso, ¡se perdieron el sprint! Increíble. A las 14.55, Coalpinto sale de su hospitality, acompañado por Bizarrap. Diez minutos después vuelve a la oficina.
La dilación se estira, comienza la transmisión oficial, pero en pista solo está el auto de seguridad y enorme camión barredor. A la intensa lluvia se le suma un dato no menor: la pista se reasfaltó y está muy nueva. Mojada, puede complicar mucho, más en zonas con aquaplaning. La clasificación se estira. Colapinto sale a saludar al público y la gente de la tribuna de enfrente de boxes enloquece. Sale Valtteri Bottas y también se lleva la ovación: “¡Bottas, Bottas, Bottas!”. De clasificación, nada.
Se pone un horario: 16. Luego pasa a 16.15, más tarde, a 16.30. “The night is near”, le dice un mecánico de Williams a ESPN.com. Claro, para las 18 la oscuridad ya es importante en San Pablo La FIA sigue estirando la espera, mientras el auto de seguridad sale cada 15 minutos a probar la pista. A las 17 reza el aviso de FIA. Ya es tarde, muy tarde. 16.50 llega el aviso de cancelación. No quedaba otra.
Enseguida entra una duda. Porque la lluvia está anunciada también para el domingo. ¿Entonces, si el panorama se repite y no se puede hacer la clasificación a la mañana? ESPN.com golpea la puerta de FIA Communications para averiguar. La respuesta sorprende: “Primero tenemos que pensar en la seguridad de los pilotos y ver qué pasa con el clima”, hasta ahí, perfecto. Pero después: “No sabemos cómo vamos a armar la grilla si no hay clasificación. Lo vamos a hablar con los equipos y después decidiremos. ¿A qué hora sería la clasificación? No sabemos si habrá. Lo comunicaremos más tarde o mañana”. A esperar entonces para saber cómo sigue una fecha de Fórmula 1, nada menos. Finalmente se confirmó la reprogramación para este domingo, con clasificación a las 7.30 y la carrera 90 minutos antes de lo previsto (a las 12.30) para esquivar otro aguacero que está pronosticado para cerca de las 14.
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