Los duros accidentes de Alex Albon y el argentino en las tres últimas citas, el equipo inglés se quedó sin repuestos y pondrá en pista un FW46 sin las últimas actualizaciones.
La larguísima temporada de 24 citas, la más extensa en los 74 años de historia de Fórmula 1, transita su tramo final en fines de semanas consecutivos con la disputa de los Grandes Premios de Qatar y Abu Dhabi. La fatiga humana y técnica acumulada es grande y más aún lo es en Williams. Los durísimos accidentes que protagonizaron los pilotos del equipo de Grove en las últimas tres citas pasaron una factura importante. Alex Albon destruyó su FW46 en México y San Pablo; mientras que Franco Colapinto destrozó el suyo en San Pablo (dos veces) y en Las Vegas.
Para el equipo dirigido por James Vowles no solo se trató de una fortísima erogación de dinero: 4.583.000 dólares acumulados en México, Brasil y Las Vegas. Del total, 2.439.000 corresponden a las roturas del argentino (1.442.000 fueron en Interlagos). Pero no solo se trató de dinero el problema para el mítico team inglés, también sufrió porque se quedaron sin repuestos de las últimas especificaciones puestas en pista para sus chasis. Sin el tiempo suficiente para fabricar nuevas piezas en Grove, por lo apretado del calendario, más allá de que estén bien en cuanto el tope presupuestario de 135 millones de euros para todos en 2024, Williams deberá apelar a elemento de viejas especificaciones para poner el auto de Colapinto en pista en el GP de Qatar.
“Mi coche no va a estar con la última especificación. Así que eso ya es un punto en el que no quieres empezar así el fin de semana. Pero es parte de esto, así que vamos a tener que lidiar con eso y ver cómo nos va”, dijo Colapinto durante la atención a los medios en el circuito de Losail.
El recauchutado FW46 del argentino no se ajustará a las condiciones del trazado qatarí, pero ante las roturas no queda otra que hacer frente con lo que se pueda. “Estamos cambiando la suspensión. La suspensión delantera es diferente. Es la especificación antigua y algunas otras cosas, pero así es como es, tenemos que lidiar con eso y tratar de hacer todo lo posible para maximizar el coche”.
El golpazo de Las Vegas fue a 50G de fuerza y obligó a Colapinto a pasar dos veces por el centro médico para recibir el ok para poder correr. “El día después estaba bastante bien. Me sentía bien. Sólo, pequeñas cosas aquí y allá. Pero estaba bien. Las Vegas fue duro. Como han visto, no fue un buen fin de semana para el equipo. Creo que, por mi parte, me llevé muchos aspectos positivos. Nuestro ritmo de clasificación fue muy bueno. El coche era muy fuerte, así que eso fue positivo al final. El resultado final no era el que esperábamos, pero creo que en ritmo de la carrera con los neumáticos medios yo era el más fuerte”, analizó el argentino.
Colapinto señaló a la búsqueda del límite como el causante del accidente de Las Vegas. “Estamos empujando en cada pista. Es lo que hacemos. desafortunadamente, creo que Las Vegas fue bastante clave para ponerme en una situación de tener que empujar un poco más los límites que otras sesiones. Y para mí, eso es lo que me puso en esa situación de tomar un poco más de riesgo. Y al final arriesgué demasiado. Pero me sentía muy bien en la calificación, dando vueltas, y estaba haciendo muy buenas vueltas. La Q1 fue muy buena. Luego la Q2 fue muy fuerte”, cerró.
El argentino quedó afuera en la segunda tanda de clasificación del Gran Premio de Las Vegas.
Vowles, el director de la escudería, asumió culpas compartidas en el accidente de Franco porque “lo mandamos a pista en una mala ventana, iba un segundo detrás de Pierre Gasly y eso lo dejó sin downforce. Eso lo obligó a hacer un último intento al límite, debemos mejorar el momento en el que mandamos a pista a nuestros pilotos”, dijo el inglés.
Colapinto ya está en Qatar para la penúltima cita del año. En Losail se enfrentará al desafío del calor extremo, una pista desconocida y un auto con especificaciones viejas.