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Checo Pérez tenía razón: Red Bull se derrumbó en F1

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Los motivos del divorcio entre Red Bull y Christian Horner (3:10)

El equipo despidió a quien fue el jefe de la escudería por 20 años y José Antonio Cortés da a conocer algunos de las principales razones que llevaron al equipo a tomar la decisión. (3:10)

Checo Pérez lo adelantó hace unos días: Red Bull se ha ido derrumbando poco a poco y el despido de Christian Horner le dio la razón.


Red Bull se fue “derrumbando poco a poco”, así lo dijo Sergio Pérez días antes de que se diera la noticia del despido de Christian Horner al frente del equipo de Fórmula 1. Checo tenía razón, el otrora equipo más dominante perdió muchas piezas importantes y, aunque fue un proceso gradual, al final, el responsable de todo pagó con su puesto.

Christian Horner, como primer y último encargado de todo lo que pase en el equipo Red Bull fue, al final, el autor material e intelectual de su propio destino, porque cada situación que debilitó a la escudería fue antecedida por una acción suya.

Checo Pérez lo dijo: Red Bull se ‘derrumbó’

Checo Pérez, en la entrevista que le realizó el podcast “Desde el Paddock” hace un par de semanas, habló por primera vez de algunos detalles de su salida de Red Bull y además de decir que sabía "por una buena fuente" que "muy en el fondo estaban muy arrepentidos" de haberlo cortado, también dio una breve explicación de los problemas internos.

Se desestimaba la retroalimentación de Pérez, el auto siempre evolucionaba para volverse muy complicado, pero más aún luego de que se anunció en Mónaco su renovación por 2025 y opción para 2026. El equipo, encabezado por Horner, lejos de proteger a Pérez y no permitir el ruido en la prensa que cuestionaba su futuro, se dejó que el discurso fuera por ahí y no se hablara de los conflictos internos y los problemas del auto.

“Tan fácil que hubiera sido que el equipo me protegiera”, dijo Pérez en el podcast. “Todo mundo hablaba de mi futuro, ya nadie hablaba de otras cosas de Red Bull, ya era carrera a carrera.

“Había mucha presión en mi lado del garage, porque esa presión llegaba muchísimo a los ingenieros, toda la gente que estaba involucrada. Yo creo que al final eso nos acabó costando mucho”.

Ahí, fue donde Pérez dijo que Red Bull se había derrumbado, luego de haber sido el mejor equipo.

“Teníamos un buen equipo, se fue derrumbando poco a poco, teníamos un equipo, yo creo que en la era más competitiva de la F1”, añadió Pérez.

Pérez señaló las salidas de Adrian Newey, director técnico y Jonathan Wheatley, director deportivo, como claves en el hundimiento de Red Bull y eso, de nuevo, fue responsabilidad de Horner.

¿Le debía una disculpa Red Bull a Checo Pérez?

La pregunta surgió en la charla y Checo respondió: “No, yo creo que, al final el deporte es así y se tomaron decisiones porque ya hubo demasiada presión, que ellos mismos la acabaron generando, pero yo sé que muy en el fondo están muy arrepentidos y lo sé de muy buena fuente (risas), pero al final qué toca, seguir”.

Sin Christian Horner ¿podría volver Checo Pérez a Red Bull?

Checo Pérez dijo en su momento, que volvería a Red Bull en un “multimundo” o un “multiverso”, ahora que no está más Christian Horner es lo mismo, es una situación altamente improbable.

Por tiempos, Checo está en la parte final de su carrera en la F1 y pensar en un regreso, tendría que ser algo inmediato. Red Bull no va a contratar 12 meses después al piloto al que ya le pagó dos años de acuerdo para comprar su salida.

Esa página está cerrada en la historia de Pérez. Eso sí, la decisión de Horner de pasar de un objetivo defensor de Checo para convertirse en el último tercio de la temporada 2024 en un crítico, además de filtrar información contraria a lo que el mexicano declaraba a los medios mostró el verdadero rostro del inglés.

Para Horner, era importante que se dijera que el problema era el piloto, en concreto Checo Pérez, y que sustituirlo sería la solución. Vendió a Oliver Minztlaff y Charlem Yoovidhya que con Liam Lawson volverían a tener dos autos en competencia.

Se achacó a Pérez la responsabilidad por no alcanzar el Campeonato de Constructores, cuando el mismo Max Verstappen dijo lo contrario: "el problema no es el segundo piloto, es el auto", señaló Max cuando ligó 10 carreras sin triunfo, luego del Gran Premio de España, donde los ingenieros Pierre Waché y Enrico Balbo, que sustituyeron a Adrian Newey, actualizaron el RB20 y se volvió una máquina inmanejable, incluso para el neerlandés.

Los dueños de Red Bull le compraron la historia Horner, pero, evidentemente eso lo tenía que sostener con hechos, los cuales le dieron una bofetada de inmediato.

Lawson fue un fiasco que duró dos carreras. Yuki Tsunoda, la triste reafirmación de una realidad, ningún piloto podría hacer un trabajo mejor que lo hizo Pérez, al contrario, los reemplazos fueron un fracaso mayúsculo.

Sumemos a eso que Newey se fue porque no se sentía moralmente bien consigo mismo en un equipo que había tenido un sisma como el que provocó Horner al recibir acusaciones de conducta inapropiada con una empleada, que resultó ligada sentimentalmente con el padre de Max Verstappen.

A Red Bull sólo le queda Max Verstappen, no tiene ni a Mateschitz ni a Honda, ni a Newey, ni a Rob Marshall, ni a Wheatley, ni a Checo Pérez, ¿será que el tetracampeón cree que tendrá con los del Milton Keynes el equipo para volver a ser monarca de la F1 o al menos para ser competitivo con el nuevo reglamento?

Tal vez se lo piense dos veces y sea el último en salir y cerrar la puerta de una era gloriosa.