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¿Por qué Max Verstappen tiene su oportunidad dorada en Las Vegas?

El GP de Las Vegas puede decidir el futuro en la temporada del tetracampeón de F1, Max Verstappen.


LAS VEGAS.— El Gran Premio de Las Vegas puede resolver de una vez y por todas cuál es el destino de la temporada 2025 de Max Verstappen. Pueden morir sus esperanzas de pelear por el título, puede sobrevivir, casi con asistencia artificial o puede resucitar de tal manera que los McLaren tornen su color papaya en un pálido naranja.

El piloto de Red Bull, cuatro veces campeón de la Fórmula 1 está llamado, por muchos motivos a ser el favorito en la pista callejera del Strip de Las Vegas, por varias razones técnicas y de manos, pero además no le queda de otra: o la bebe o la derrama, no hay términos medios.

Hoy mismo, Verstappen está a 49 puntos del líder del mundial, el británico Lando Norris y a 25 del sublíder, Oscar Piastri. El resto de la parrilla, los 17 restantes ya no tienen ninguna posibilidad matemática, pero, incluso loa de Max parece muy poco probable cuando restan sólo 83 puntos por disputarse en tres Grandes Premios (Las Vegas, Qatar y Abu Dhabi), más la Sprint en Lusail.

Complicadísimo, pero no imposible para Verstappen

En el escenario de una victoria de Norris, Max Verstappen sobreviviría, marginalmente, solamente con el segundo lugar, ya que eso significaría que Lando llegara a 415 puntos, por 359 de Max, serían 56 unidades de diferencia con 58 por disputarse en Qatar y Abu Dhabi.

Cualquier combinación que signifique que Norris aventaje a su rival de Países Bajos por más de 58 puntos, luego de Las Vegas significaría la eliminación de Verstappen.

Ahora, un triunfo de Verstappen y una catástrofe en McLaren, donde sus pilotos puntuaran muy bajo o marcaran unos terribles DNF’s o abandonos, reviviría a la ‘criatura’ que ha aterrorizado a la F1 en el último lustro.

Cómo puede ganar Max Verstappen en Las Vegas 2025

Red Bull, con Verstappen primero y Sergio Pérez en tercero acaparó dos terceras parte del podio de Las Vegas en 2023, año en que el circuito de 6,201 metros debutó en el calendario de F1.

En 2024, fue Mercedes quien hizo lo propio con un 1-2, al compás de George Russell y Lewis Hamilton.

En ambos años, fue un Ferrari, primero con Charles Leclerc y luego con Carlos Sainz, el que completó la ceremonia de premiación.

En 2023, fue una Gran Premio lleno de emociones y rebases de las últimas vueltas entre los tres primeros, mientras que el segundo año, Russell no tuvo que despeinarse tanto para ganar un GP que fue más lineal.

Lo importante son las características del circuito que lo hacen más favorable para algunos pilotos y equipos, así como menos a modo para otros.

McLaren sin resultados en Las Vegas

Lando Norris y Oscar Piastri no conocen el podio de Las Vegas. Es más, Norris conoce bien la rigidez de los muros, ya que en 2023 tuvo un fuerte accidente en la curva 14.

Piastri sólo ha sumado siete puntos en dos oportunidades y Norris ocho. Esto no es que se convierta en regla, pero marcar un precedente.

Las Vegas es una pista resbalosa de muy poco agarre

Como buen circuito callejero, el de Las Vegas es un trazado que reta a los pilotos desde el primer momento por la poca adherencia que logran los autos desde el primer minuto.

Esto se debe a varios factores, en un principio es un pista ‘sucia’, es decir que tiene polvo, que de manera natural se acumula al tratarse de las vialidades de una ciudad, no de un autódromo construido ex profeso para ser una pista de carreras.

Cuando en una pista hay polvo, los neumáticos no se adhieren al asfalto en toda su superficie y se convierte en un piso resbaladizo.

Obviamente, con el paso de los autos y otras categorías, en este caso, la Academy F1, la pista evoluciona, se limpia y comienza a ser menos resbaladiza en cuanto al facto suciedad, pero hay otros elementos que complican el agarre.

También la adherencia se favorece con el paso de autos de carreras que dejan en el asfalto hule, que sirve para que los autos que les sigan en otras sesiones tengan mejor agarre que si sólo estuvieran las calles con su uso regular.

Temperatura y lluvia, también complican la pista

El polvo no es el único elemento que dificulta el rendimiento de los neumáticos y por lo tanto de los monoplazas, también está la temperatura, que al ser Las Vegas una carrera nocturna ha sido factor clave cuando los pilotos tratan de calentar los neumáticos.

El rendimiento óptimo de los neumáticos Pirelli y se logra en una temperatura específica que varía en cada pista y cada uno de los compuestos elegidos para el fin de semana (en este caso C3, C4 y C5). Sobrecalentar una llanta o tenerla muy fría pueden ser errores terminales, sobre todo en la Qualy del viernes.

El pronóstico del clima en Las Vegas para los próximos días augura temperaturas mínimas de 46 grados Farenheit, unos 8 Celsius y grandes posibilidades de lluvia.

Entre más frío el ambiente, el asfalto se cristaliza y es una pista de patinaje, las gomas se vuelven un galimatías para poner a punto, pero el caso de la lluvia es aparte.

En caso de lluvias como las que azotaron el martes 18 de noviembre a la ciudad más famosa de Nevada, primero, la pista pierde el hule que había adquirido por las sesiones y vuelve a ser “verde” (sin hule pegado) y más resbalosa.

Pero si las precipitaciones son muy fuertes, que el martes anegaron partes de la avenida conocida como Strip, que corre entre las curvas 12 y 14 y comprende la recta más larga del circuito, podría incluso ser imposible correr.

Todo esto a quién favorece, pues a Max Verstappen, quien ha desarrollado una maestría que imparte, de tanto en tanto, en los Grandes Premios de cómo negociar este tipo de condiciones, y, por el contrario, es una situación que a los autos McLaren ha dado dolores de cabeza, en particular a Oscar Piastri, quien sufrió mucho en Baku y México por situaciones similares de poco agarre.

Al tener curvas muy rápidas y largas rectas, Las Vegas puede ser catalogada una pista de baja carga aerodinámica o poco drag (resistencia al aire), justo el tipo de trazados donde Red Bull ha podido descontar tiempos y rendimiento al poderoso MCL39, que funciona mucho mejor en circuitos con curvas medias y lentas, es decir, con mucha carga.

Amplias zonas de rebase

Otro elemento que guiña el ojo a Verstappen son las frenadas de las curvas 12, 14 y 17, donde en el pasado se han manufacturado rebases. Max no tiene nada que perder, mucho que ganar y el rol de intimidador no le incomoda.

¿La pole position es clave?

Desde que se la F1 regresó del receso de Verano, se han dado siete Grandes Premios y dos Sprints, y en todas ha ganado el piloto que ha tenido la pole position.

Países Bajos Piastri Monza Verstappen Baku Verstappen Singapur Russell Austin Verstappen Sprint Austin Verstappen México Norris Sao Paulo Norris Sprint S.Paulo Norris

En Las Vegas, el año passado la pole fue de George Russell y ganó. En 2023, la pole fue de Leclerc y Verstappen ganó desde el segundo cajón.

Esto no es ley, pero hay una tendencia.

Lucha interna en McLaren a favor de Verstappen

Finalmente, Max corre para sí mismo y sus riesgos sólo pueden traerle beneficios, es quien no tiene nada que perder, pero Norris y Piastri, antes de pensar en Verstappen tiene la cabeza metida en que deben superar a su coequipero, en particular Oscar.

El australiano está a 24 puntos de Norris y un abandono, combinado con una victoria suya le regresaría el liderato del Campeonato de Pilotos de la F1. Cada vez que están ladoa lado, llanta a llanta es una tentación para la tragedia y para que Zak Brown, CEO de McLaren se arranque los pelos.

Ante las sospechas de que McLaren prefiere que Norris sea campeón, su decisión de invertir lugares en Monza en prejuicio de Piastri, el rendimiento del número 81 se ha ido al subsuelo con errores, choques y malas calificaciones.

Pero ahora Piastri sabe que en la Qualy y en la carrera no le sirve nada que no sea quedar delante de Norris y no debe pensar en Verstappen. Paradójicamente, esa lucha intestina a quien le hace el favor es a Max, quien se relame lo bigotes de imaginar un contacto entre papayas que despapayice la carrera y le dé chance de, no solamente, seguir vivo en el campeonato, sino de poner presión real y, ¿por qué no? Hilar el quinto trofeo de monarca de la F1.