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El debut de un mexicano en uno de los 1000 Grandes Premios de Ferrari

Ricardo Rodríguez debutó con un Ferrari en la F1, en Italia

Este fin de semana en Mugello, Italia, Ferrari cumple una de las marcas más increíbles en la historia de la Fórmula 1 -acaso la más insólita para un equipo.

Mil grandes premios competidos. Una frase de cuatro palabras que no toma más de un segundo decirla, pero que se ha forjado a lo largo de 70 años en la máxima categoría del automovilismo.

Y a propósito de esta gesta de Ferrari, recordemos apenas una página de su extensa historia. Un breve momento en el cumulo de acontecimientos forjados desde Maranello, pero muy querido y valorado por los mexicanos –y en su momento, por el mismo Enzo Ferrari.

Sucedió el 10 de septiembre de 1961. Ese día, en la mismísima Monza, un joven de 19 años oriundo de la Ciudad de México debutó con Ferrari. Su nombre: Ricardo Rodríguez.

El jovencísimo mexicano se convirtió en el piloto más precoz en debutar en un Gran Premio –el 88 de Ferrari desde 1950 (el 32 desde 1958, año en el que se instaló el campeonato de constructores).

Arrancó segundo, apenas detrás del experimentado aristócrata alemán Wolfgang Von Trips y por delante de Richie Ginther y Phill Hill. Todos a bordo del característico Ferrari 156 ‘nariz de tiburón’, pero Ricardo, en su primer fin de semana de Gran Premio, clasificó segundo con un motor de menor potencia y calidad que sus colegas; no por nada Enzo lo tenía en buena estima.

Lástima que la carrera no terminó bien para el menor de los Rodríguez, quien tuvo que abandonar tras 13 giros –en el mismo giro también se fue Ginther.

Pero eso no fue lo peor de aquella tarde. Von Trips, quien disputaba el campeonato del mundo contra su compañero de equipo, Phil Hill, murió junto a 14 espectadores temprano en la competencia tras un accidente. Un día negro en la historia de 1000 grandes premios de Ferrari. El taciturno Hill se consagró y se convirtió en el primer estadounidense en ser campeón de la F1.

Para México fue su primer coqueteo con la Fórmula 1. Enzo Ferrari tenía depositadas sus esperanzas en ese joven y le ofreció un contrato para 1962, ese mismo año, en el primer Gran Premio de México en la misma ciudad que vio nacer a Ricardo, Rodríguez murió a bordo de un Lotus 24 Climax. Ferrari no fue debido a que la carrera no contaba oficialmente para el campeonato.