Hay dos cosas que Checo Pérez tiene que hacer consistentemente este 2021: ganar puntos y sacarle una vuelta a su ex auto
En septiembre del año pasado, Sebastian Vettel y el entonces equipo Racing Point anunciaron su acuerdo para 2021 –poco después la organización también confirmó la permanencia de Lance Stroll.
Entonces, Checo Pérez, el piloto con más podios en la historia del equipo, se quedó sin asiento. Nada personal, así es la ruleta de la F1. El futuro del piloto mexicano era sombrío y no parecía que pudiese seguir en la máxima categoría del automovilismo; el mismo Checo pensaba en tomarse un año sabático y esperar alguna oportunidad en 2022.
Meses después, Pérez está metido en la lucha por el campeonato de constructores con la organización de Red Bull (2° con 83 puntos). Aston Martin, la escudería que adquirió los activos de Racing Point, tiene cinco y están séptimos en el mundial de constructores. (Así es la ruleta de la F1).
2020 vs 2021
Luego de tres carreras en esta temporada, queda claro que el Aston Martin no es el auto que esperaba Sebastian Vettel. Y quizá el cuatro veces campeón del mundo no es el mejor parámetro para un comparativo. Es Lance Stroll el punto de partida.
El joven canadiense, luego de la misma cantidad de grandes premios en 2020, sumaba 18 puntos incluido un sólido cuarto lugar en Hungría. Por su parte, su entonces compañero de equipo aportó 22 más, por lo que Racing Point contaba 40 unidades y era cuarto en el clasificador general –hoy están séptimos con cinco.
Una curiosidad: Checo Pérez suma la misma cantidad de puntos en 2021 con Red Bull luego de tres competencias, que el año anterior en Racing Point. Sin embargo, la campaña pasada sumó en las tres fechas y ahora solo en dos.
¿Qué hay de Vettel? Pues con Ferrari en 2020 acumuló nueve puntos con Ferrari, la mitad de los que tenía Charles Leclerc (y eso que el monegasco se retiró en dos de esas tres primeras carreras).
¿Cambió tanto el auto?
Las reglas técnicas de este año apenas y pidieron modificaciones en los autos: piso, difusor y otros aspectos aerodinámicos que, en resumen, exigían un menor tamaño con el propósito de, más o menos, mantener la velocidad de los monoplazas igual respecto al 2020.
Aston Martin apenas y renovó los controversiales ductos de freno, por lo que tampoco estos pueden explicar tanta diferencia de rendimiento. Más aún: Stroll, la temporada pasada (y Checo), peleaba consistentemente por puntos importantes y la Q3 –incluso calificó tercero en Hungría. Pero ahora el canadiense sufre con el AMR21.
Quizá la explicación esté fuera del equipo, en la competencia.
Alpha Tauri ha dado un paso al frente; Alpine también; Ferrari es una fuerza a temer en la media tabla. Y finalmente está McLaren, el mejor peso medio del momento que además tiene a un Lando Norris en su mejor momento.
Si bien las reglas de la F1 estaban pensadas para controlar las mejoras de los autos, esto no implicaba que los ingenieros de cada organización no pensaran y aplicaran nuevas soluciones a los monoplazas; es decir, se esperaba un avance en la velocidad de los autos y las reglas de la FIA fueron una barrera de contención que algunos han sabido sortear mejor que otros, y Aston Martin es de los que se han quedado detrás de la barda.
Luego de tres carreras, parece que lo mejor que le pudo pasar a Checo Pérez fue ser cortado. El mexicanoseguirá luchando con Red Bull por el campeonato de constructores –un asiento que se ganó a base de resultados con el Racing Point incluyendo una victoria, incluso cuando ya sabía que no seguiría con el equipo.
Otra cosa que Checo hará a lo largo de esta campaña será sacarle una vuelta al Aston Martin de Lance Stroll y Sebastian Vettel. Pudo haber sido Checo el lapeado.