La Red River Rivalry arrancó más encendida de lo normal.
Los jugadores de los Texas Longhorns y Oklahoma Sooners tuvieron que ser separados antes de iniciar su partido y todos fueron castigados por conducta antideportiva, a pesar que no todos participaron en el incidente.
El réferi de la Big 12, Mike Defee, decidió sancionar a todos los jugadores luego que él y uno de sus oficiales fueron golpeados durante la pelea.
"Ambos de acercaron y empezaron a hablar y empujarse" declaró Defee. "No estoy seguro de que no lanzaron golpes. Fui golpeado un par de veces. Mi jefe de línea fue golpeado. Había advertido a ambos entrenadores antes del inicio del partido sobre cómo íbamos a manejar las actividades previas al partido y que queríamos que este juego comenzara sin incidentes".
Defee dijo a un miembro de la prensa que los oficiales tienen jurisdicción sobre el campo desde una hora antes del partido y dijo que nunca antes en su carrera había marcado un castigo antes de un juego.
El entrenador en jefe de Oklahoma, Lincoln Riley, indicó que los equipos necesitan cronometrar sus calentamientos de manera para evitar encontrarse en el túnel al mismo tiempo.
A nivel colegial, dos castigos por conducta antideportiva tienen como consecuencia la expulsión del infractor.
Información de Adam Rittenberg fue utilizada en la redacción de esta nota.