MINNEAPOLIS -- Pocos se imaginaban que Bill Belichick se transformaría en quizás en el mejor entrenador de la historia luego de que fuera despedido por los Browns en 1995 tras culminar su paso por Cleveland con un registro de 36-44.
Ni el más optimista pensó que Tom Brady sería para muchos el nuevo estándar en la posición de mariscal de campo tras reemplazar al lesionado Drew Bledsoe en la segunda semana de acción de su segunda campaña.
Pero aquí están ambos hoy, por octava ocasión juntos en un Super Bowl y siendo de la constante de a mi juicio la mejor dinastía (en era de tope salarial) de la historia.
Los New England Patriots estarán realizando su décima aparición en el juego decisivo, pero lo más increíble son los números en los 17 años en los cuales Belichick y Brady han estado al mando.
New England ha ganado 15 títulos divisionales, han jugado en 13 Campeonatos de la AFC y tienen cinco anillos.
"Cuando ya no estén en la NFL, los fanáticos entenderán la dimensión de lo que están logrando los New England Patriots", dijo el ex mariscal de los Philadelphia Eagles y actual analista Ron Jaworski, con respecto a Belichick y Brady.
Puede sonar demasiado simplista otorgarles el grueso del crédito a dos personas cuando estamos hablando de un deporte de equipo.
No obstante, los números son difíciles de ignorar.
Sin contar los especialistas, sólo quedan 11 jugadores con respecto al equipo de los Patriots que venció a los Seattle Seahawks en el Super Bowl hace tres años.
Tuve que verificar la estadística dos veces de lo poco que la creía; estamos hablando de una renovación prácticamente completa en muy poco tiempo; se imaginarán que sólo Brady permanece desde el 2001.
Belichick rara vez da contratos grandes, y no tiene temor en dejar ir a jugadores con talento. En cuanto a sus reclutas se refiere, generalmente busca aquellos jugadores que no quieren otros equipos, y los hace brillar con los Patriots.
"Dado que muchos de sus jugadores no serían titulares en otros equipos, hacen exactamente lo que les dicen", declaró el ex receptor abierto de los Patriots, Brandon Lloyd, quien tuvo una de las mejores temporadas de su carrera con New England. "Ese es el modelo y funciona. Sus asistentes no han tenido éxito porque no tiene la credibilidad que Belichick se ganó con el paso de los años".
No le quisieron pagar a Wes Welker, tampoco a Jamie Collins Sr. ni a Chandler Jones, y podría seguir enumerando talentosos jugadores que dejaron salir por la puerta.
El sistema siempre ha estado por encima de las individualidades, y por eso siempre parecen poder sobreponerse a las lesiones mejores que otros; sucedió con Julian Edelman este año, y también con la ausencia de Rob Gronkowski en distintos momentos a lo largo de los años.
Los únicos verdaderamente irremplazables son Belichick y Brady, e incluso sin su mariscal estrella ganaron 11 juegos en el 2008 con Matt Cassel en los controles.
En el Super Bowl pasado brilló James White. En las primeras jornadas de esta campaña fue Mike Gillislee, por momentos Rex Burkhead fue el caballito de batalla y ahora es Dion Lewis es que está siendo la pieza esencial de este ataque terrestre.
La fórmula cambio con los dos líderes siempre al mando.
"Tienen un respeto mutuo gigantesco", expresó el ex pateador de los Patriots, Adam Vinatieri. "Bill muchas veces critica a Tom y nadie dice nada porque si hay algo que detestan los dos es la ineficacia. Trabajan horas incansables para tener el plan de juego perfecto".
Brady siempre tuvo esa característica de trabajador incansable desde que fue pasado por alto y recién elegido en la sexta ronda del draft, y sigue buscando razones para motivarse constantemente; encontró a su obsesivo y perfecto compañero en Belichick.
"Ellos son la constante", concluyó el ex apoyador de los Patriots, Tedy Bruschi. "Si ellos están en el emparrillado vas a ganar muchos partidos".
Brady posee los récords de pases de touchdown en postemporada, yardas por aire, pases completos y victorias.
Belichick tiene más apariciones en Super Bowl que cualquier otro entrenador en jefe en la historia, y está a un triunfo de igualar a George Halas y Curly Lambeau.
Juntos, Brady y Belichick se han combinado para 27 triunfos en postemporada, 13 más que cualquier otro dúo de entrenador en jefe y mariscal.
Juntos, son las constantes de la dinastía más dominante de la historia.