MIAMI -- Los tiempos han cambiado y mientras todo cambio siempre produce un shock, hay cosas que están mal y ni siquiera son debatibles.
El ex entrenador en jefe de los Miami Dolphins, Brian Flores, hizo explotar una bomba mediática la semana pasada al demandar a la liga y a sus franquicias por "racismo sistemático a la hora de contratar y despedir entrenadores de minorías".
Sólo un dueño, Shad Khan, de los Jacksonville Jaguars, es integrante de una minoría. Actualmente, sólo hay un entrenador en jefe afro-americano en la NFL (Mike Tomlin) y la rienda siempre parece ser más corta con ellos. Ejemplos como Jim Caldwell, Brian Flores y David Culley, por mencionar algunos, son la clara muestra de ello.
Como dijo Flores, "no hace falta la demanda para darnos cuenta que tenemos un problema".
Entonces, ¿por qué demandar cuando te puede costar la carrera como entrenador en jefe?
"Porque necesitamos acción y cambio", sentenció Flores.
La Regla Rooney, que obliga a los equipos a entrevistar al menos a un integrante de minorías antes de contratar a un entrenador en jefe, fue instalada en 2003. Mientras a algunos les puede parece extrema, dado que uno contrata a quién quiere, las cosas se hicieron tan mal durante tantos años que hacía falta una medida drástica.
El problema es que, si bien la intención de la Regla Rooney era buena, la ejecución todavía deja mucho que desear y debe ser mejorada y es una pena que haga falta una demanda para intentar impulsar un cambio, dado que mucho se ha hablado acerca de la carencia de diversidad entre los puestos de poder en la NFL, pero poco se ha hecho al respecto.
Entre las acusaciones de Flores en su demada están involucrados los New York Giants, con quienes se iba entrevistar un jueves, pero dos días antes de su reunión, recibió un mensaje de texto de Bill Belichick, quien lo felicitaba por haber conseguido el trabajo con New York. El problema es que Belichick se equivocó de Brian, dado que, en realidad, quiso enviarle ese mensaje a Brian Daboll, quien finalmente se convirtió en el nuevo entrenador de los Giants.
Esto dejó en evidencia que los Giants simplemente iban a entrevistar a Flores para cumplir con la Regla Rooney y no porque le fueran a dar una genuina consideración para el puesto. Flores igual se entrevistó ese jueves con ellos, cuando dijo tener "frustración, furia y tristeza".
En su demanda, Flores también apuntó a los Denver Broncos, pues, según él, John Elway y otros directivos se presentaron a la reunión "horas tarde e intoxicados", cuando ya tenían en realidad decidido contratar a Vic Fangio.
Esto no quiere decir que las elecciones de Giants y Broncos hayan sido motivadas por racismo, pero sí evidencia que el sistema está roto.
Desde el momento de su demanda, Flores ha recibido mucho apoyo de varios asistentes afro-americanos que compartirían sus experiencias y se sumarían a la acción legal.
Yo vivo de tiempo completo en Estados Unidos desde 2008 y les puedo asegurar que el racismo tristemente sigue latente en todos los aspectos de la vida diaria y la NFL no es la excepción. Lo que más tristeza me dio es que la reacción inicial de la liga fue negar todas las acusaciones de Flores, cuando era literalmente imposible investigar el caso como se debía en un día, dado que la respuesta de la liga fue casi inmediata, sólo dos horas después de darse la noticia.
Esto me demostró que la NFL, una vez más, estaba más interesada en proteger su imagen que en encontrar una solución.
La demanda de Flores no terminó allí, porque también apuntó con todo contra el dueño de los Miami Dolphins, Stephen Ross.
Según Flores, en 2019, Ross le habría ofrecido $100,000 por cada derrota para intentar mejorar la posición en el draft de los Dolphins. El entonces entrenador de Miami se negó, el equipo ganó más juegos y eso habría enojado a Ross.
El equipo legal de Flores dice tener pruebas, incluidos testigos y mensajes del gerente general Chris Grier. Ross lo niega categóricamente, pero si esto llegase a comprobarse, sería gravísimo y hasta podría terminar con la decisión de la liga de quitarle el equipo a Ross e, incluso, hablamos de un delito federal.
Por si fuese poco, el ex entrenador de los Cleveland Browns, Hue Jackson, se sumó a esta tendencia. Cuando un usuario en Twitter quiso hacer una broma al decir, "si le ofrecían a Jackson $100,000 dólares por derrota, sería de los hombres más ricos del mundo", por los muchos años de mediocridad de los Browns, Jackson respondió, "Jimmy Haslam estaba contento mientras perdíamos y me dio un buen número".
No sólo es todo esto antiético sino que atenta contra la competitividad de la liga y pudiese abrir una caja de Pandora.
Flores es directo y por momentos seco, pero en mi experiencia, ni la palabra ni la ética de Flores pueden cuestionarse más allá de que algunos pongan en entredicho el momento de sus acciones. Esto, además, queda evidenciado cuando el ex entrenador de los Dolphins se negó a reunirse con Tom Brady, dado que hubiese violado las reglas de tampering.
Ross promete colaborar con la investigación y niega lo expresado por Flores. Uno de los dos no dice la verdad y espero que la investigación desenmascare la verdad.
En una era en la que las apuestas son cada vez más prevalentes, la NFL debe asegurarse de llegar al fondo de esta cuestión y limpiar el deporte y liberarlo de toda sospecha.
En este caso, la NFL aseguró que investigará las acusaciones.
Curiosamente, el dueño de los Cowboys, Jerry Jones, fue el más sensato con sus palabras en tiempos de caos: "Hay muchas cosas que hacemos mal y debemos mejorar".
Sólo espero que todo este movimiento no sea simplemente para cuidar la imagen pública y que el hecho de que estemos a punto de comenzar la temporada baja no detenga a la NFL de realmente moverse para provocar un cambio positivo.
En Estados Unidos, 91 de los 100 programas más vistos en televisión fueron partidos de la NFL. El futbol americano es un producto fascinante, pero el cambio y la intención de mejorar debe ser constante, porque cuando cedes ante la arrogancia y la injusticia, el éxito se viene a pique.
Espero, de corazón, que la demanda de Flores sea un punto de inflexión en la liga que tanto me apasiona y se avecinen cambios positivos.
No era mi intención hablar de este tema en la semana del Super Bowl, pero a la vez, creo que era necesario dar mi opinión y aportar mi granito de arena en un momento tan crucial para la liga.
Para despedirnos con algo relacionado a lo que sucede dentro del campo, los dejo con LA MEJOR JUGADA DE CADA SUPER BOWL.
*Los equipos locales están en segundo término
POWER 2
Llegada la postemporada, elegimos nuestras dos apuestas favoritas para cada fin de semana de aquí al Super Bowl del 13 de febrero en la ciudad de Los Ángeles.
1-LOS ANGELES RAMS
OVER/UNDER
A pedido de varios de los lectores, incluimos un partido de altas y de bajas para cada semana.
1-ALTAS DE RAMS-BENGALS (48 y medio)
Estadísticas totales (Con+Sin+Teaser+Altas y Bajas): 399-222
Con Línea de Apuesta: 177-105 (3-1)
Sin Línea de Apuesta: 190-92 (3-1)
Power 2 (con línea): 68-38 (1-1)
Teaser 3: 11-8 (1-0)
Altas y Bajas: 21-17 (2-0)
Opiniones o comentarios: Vía Twitter/Instagram/Facebook @SebastianMCESPN Por favor lee este aviso legal antes de enviar tu comentario.