Para el quarterback novato de Indianapolis, la parte mental del juego es lo más importante en esta etapa de su joven carrera
INDIANAPOLIS El esquinero veterano Kenny Moore II ingresó al complejo de entrenamiento de los Indianapolis Colts en una mañana reciente, y lo que vio inmediatamente se le grabó.
Allí estaba el quarterback novato Anthony Richardson, estudiando sus meticulosos apuntes de las reuniones, al tiempo que se preparaba para el día que tenía por delante. Richardson, con 6 pulgadas y 4 pulgadas de estatura, y 232 libras de peso, es conocido por su imponente tamaño y atributos físicos únicos. Pero este momento más callado, lejos del campo de fútbol americano, es el que dejó una impresión diferente en Moore.
"Lo desea", señaló Moore. "Y pienso que, como compañero, ves a otro compañero que lo desea --desea trabajar fuerte y desea ser consistente y desea hacerlo todos los días-- le brindas todo el respeto".
Richardson sigue hallando su camino, menos de dos meses después de que los Colts lo convirtieron en el cuarto recluta global del draft de la NFL. Este martes, el primer día del minicampamento obligatorio de tres días del club, Richardson no lució particularmente preciso. Su trabajo de pies le falló en ocasiones, conduciendo a pases imprecisos. Incluso cuando estuvo fino, las cosas no salieron tan bien. Su mejor pase del día --una hermosa ruta de poste profundo para el ala cerrada Mo Alie-Cox-- fue dejada caer.
Pero, la historia de Richardson no se va a escribir en junio de su año de novato. Los Colts esperan que sea su quarterback por los años venideros.
Y, Richardson está demostrando que sabe lo que se va a necesitar para que ello sea posible, A pesar de toda la celebración en torno a sus herramientas físicas, Richardson está apropiadamente enfocado en los aspectos mentales del juego.
"Mi posición, y la luz bajo la que me encuentro, no puedo hacer el mínimo", declaró Richardson respecto a su preparación. "El equipo no permitirá eso, yo no permitiría eso para mí. Sé que el gerente general [Chris Ballard], head coach [Shane Steichen] y dueño [Jim Irsay] definitivamente no esperan eso de mí.
"Solo es cuestión de que yo invierta el trabajo. No solo lo hago por show. De hecho, quiero aprender esta información, conocer esta información por el equipo, porque no quiero que me lancen allá y esté perdido, y el equipo se quede como, '¿Por qué está chico acá?’. Solamente quiero cerciorarme de estar a punto con todo".
Es una estrategia sólida. la transición de competir contra talento de NFL es suficientemente difícil para los novatos. Richardson recordó una experiencia de su primera semana enfrentando a los veteranos el mes pasado, cuando comenzaron los trabajos de receso de campaña.
"Fue bastante diferente al minicampamento para novatos", dijo el quarterback. "Ves a los chicos volando. "Guardé el ovoide y corrí en una lectura de zona, una vez, y el ala defensiva me estaba persiguiendo. Estaba pegado a mí. Pensé, 'OK, esto es diferente'. Definitivamente, iba rápido".
Richardson podría tener los atributos físicos, pero está aprendiendo lo que es verdad acerca de muchos jugadores de la NFL. Contar con una ventaja física no siempre bastará, notó Richardson. Parece comprender la importancia de obtener una ventaja mental, también.
"Dios me bendijo con eso, y estoy agradecido, pero el juego no siempre es físico", comentó. "Como dije antes, estamos jugando ante profesionales. Esos tipos son dotados físicamente, también. Todos corren 4.4 segundos, 4.5 segundos, 4.6 segundos [en las 40 yardas]. Solo porque soy veloz no significa que voy a darle vueltas a las personas. Quiero mejorar mentalmente todos los días, y salir allá y ser el quarterback, y no solamente ser el fenómeno de atleta que ama lanzar lejos un balón".
Es un comentario muy maduro para un novato de 21 años de edad. Pero, tiene razón. Seguro, Richardson convirtió el Combinado de Talento de la NFL de principios de año en un escenario para lucirse en lo personal, estableciendo una marca para quarterbacks en el salto vertical (40.5 pulgadas) y corriendo uno de los tiempos más rápidos en las 40 yardas para su posición en años recientes (4.43 segundos).
Pero, su salto vertical no le ayudará a saber dónde está su válvula de escape, o cómo ajustar la protección de pase en la línea de golpeo. Esas son cosas que vienen, sobre todo, con el dominio del libro de jugadas.
Como dijo Irsay después del draft, "No estamos reclutando atletas olímpicos. Estamos reclutando jugadores de fútbol americano". La visión de los Colts, de acuerdo a Irsay, era que Richardson pudiera desarrollarse en el "paquete total", que fue lo que realmente condujo a su selección.
Eso comienza con días como el martes, por disparejo que haya sido.
"Debes aprender de los errores", comentó Richardson. "Consistentemente, estoy tratando de sacar información, aprender de mis errores para poder hacer mi trabajo lo mejor que pueda por el equipo".
Para toda la charla que hay sobre la ética de trabajo en la NFL, se demuestra a través de acciones y no palabras. Eso es lo que ha convencido al veterano quarterback Gardner Minshew.
"Ha sido genial observarlo", describió Minshew. "Estudia mucho, lo aprende, desea aprender. Ha estado haciendo un gran trabajo".
Y, cuando clavarse en el libro de jugadas no es suficiente, Richardson aparentemente bombardea a los coaches con preguntas.
"Estoy como, 'OK, ¿qué es esto? Coach, ¿cómo se relaciona con aquello? ¿Qué sucede si ellos hacen esto?’”, expuso. “Solo obtener información y absorberla. Simplemente lo amo”.
Todo es parte de la búsqueda de Richardson de convertirse en un quarterback completo, uno que pueda brillas física y mentalmente.