Los Cowboys están conscientes de que deben mejorar en ambos lados del balón, pero su desempeño impide ser optimista sobre si pueden lograrlo.
ARLINGTON, Texas -- El intento de remontada de los Dallas Cowboys en el último cuarto maquilló el mal desempeño que tuvieron y que los llevó a volver a caer en casa, en esta ocasión con marcador de 28-25 ante los Baltimore Ravens.
La mayoría de los jugadores, entrenadores y hasta el dueño de los Cowboys, Jerry Jones, reconocieron que el marcador para nada refleja lo que sucedió en el campo, sobre el que fueron vencidos en todas las facetas para sumar su segunda derrota de la temporada y consecutiva en casa.
“(Es) muy frustrante, en especial cuando juegas contra un quarterback como él”, dijo Dak Prescott en referencia a Lamar Jackson. “Esa es una ofensiva de poder. Nuestra defensa permitió sólo 28 puntos contra el Jugador Más Valioso de la NFL y una ofensiva como esa. Es un partido en el que nosotros debimos anotar 30 y no empezar tan tarde.
“Ese es el problema: los errores, los castigos, la ejecución. Tenemos que ser más limpios y enfocarnos en nuestro trabajo, ser responsables en cada posición y crecer”, agregó Prescott.
Es así de sencillo como lo explicó Prescott, pero muy complicado reflejarlo en el campo.
La defensiva de los Cowboys es es incapaz de frenar al ataque terrestre de los rivales y ha sido dominada físicamente en sus dos primeros juegos en casa de la temporada, además de exhibido hasta en fundamentos del juego como el tacleo.
El desempeño de este grupo es muy similar al que tuvo al final de la temporada regular de 2023, razón por la que contrataron al nuevo coordinador Mike Zimmer, quien después de que su defensiva fue arrollada por los New Orleans Saints, prometió ajustes, sobre todo, más agresividad.
Ante los Ravens, desde la primera serie ofensiva de Baltimore, salvo un lapso del último cuarto, Dallas fue incapaz de frenar la carrera y permitió 274 yardas por tierra, incluidas 151 de Derrick Henry y 87 de Jackson.
La presión a Jackson en situaciones de pase fue inexistente durante casi tres cuartos. El quarterback de Baltimore completó 12 de 15 pases para 182 yardas, incluidos uno de 50 yardas a Nelson Agholor y otro de 30 a Charlie Kolar, sin sufrir capturas.
“Ahora mismo, mucha gente trata de ser Superman y sólo tiene que hacer su trabajo”, acusó el linebacker/ala defensivo de los Cowboys, Micah Parsons. “No necesitamos a Superman, necesitamos a 11 muchachos jugando juntos”.
A la ofensiva, la situación es similar. La línea ofensiva perdió el primer contacto casi por una yarda, El tackle izquierdo novato, Tyler Guyton, cometió errores y fue vencido en la trinchera.
Prescott trabajó bajo mucha presión todo el partido y tampoco fue preciso cuando tuvo tiempo de ubicar a receptores desmarcados, lo que quizá se manifiesta por la falta de repeticiones en la pretemporada, mientras que CeeDee Lamb, quien tuvo uno de sus peores partidos desde que llegó a Dallas, por vez primera expresó su frustración de manera evidente.
La línea ofensiva también ayuda poco a sus corredores, incluidos Ricco Dowdle y Ezekiel Elliott, quienes más con esfuerzo personal que por huecos creados por la frontal, sumaron 32 y seis yardas, respectivamente.
El ataque terrestre no ha sido funcional y llegó el momento de que los Cowboys activen desde el equipo de prácticas a Dalvin Cook para ver si provoca alguna chispa que despierte al ataque de los Cowboys.
La ofensiva de Dallas llegó al cuarto periodo con 182 yardas totales y su tardía reacción aumentó su producción como si hubiera sido un partido mucho más competitivo de lo que fue en realidad.
En el último cuarto, los Cowboys anotaron tres touchdowns y terminaron con 456 yardas totales.
“Como jugadores, tenemos que ser más profesionales y entender nuestro trabajo, entender dónde se supone que debemos estar y hacerlo una y otra vez y mantenernos concentrados”, señaló Prescott. “No podemos empezar (a jugar a nuestro nivel) cuando vamos perdiendo.
En sus dos primeros juegos en casa, Dallas ha estado abajo en el marcador 56-22.
El único jugador de los Cowboys que mantiene su alto nivel, como desde el año pasado como novato, es el pateador Brandon Aubrey, quien ante los Ravens conectó dos goles de campo, incluido uno de 65 yardas con el que impuso una marca de la franquicia.
Los Cowboys tienen que hacer algo y rápido si pretenden competir por un boleto a Postemporada. El jueves visitan a los New York Giants en su primer partido divisional del año.
“Una vez que dejemos de jugar al nivel de ligas infantiles y volvamos a jugar como profesionales, estaremos bien”, aseguró DeMarcus Lawrence.