La estrellas habían salido para el Juego de Estrellas de la NBA en el 2015. Jay-Z, Beyonce, Ben Stiller y Bill Russell estaban al lado de la cancha del Madison Square Garden. Y al lado de ellos – luciendo como que merecía también estar allí – estaba el ala abierta de los New York Giants, Odell Beckham Jr.
Si un momento consolidó el estatus de Beckham como un nombre común en todos los hogares, fue cuando Clinton le pidió al receptor que posara con él para una foto, según el amigo de Beckham y actual pateador de despeje de los Giants, Brad Wing.
Un ex presidente de los Estados Unidos preguntando si se puede tomar una foto con un jugador de la NFL de 22 años.
No es una interacción usual, aún para un ala abierta que es estrella de uno de los equipos simbólicos de la liga en el mercado más grande de la nación.
Beckham acababa de terminar su segunda temporada en la NFL y ya tenía notoriedad como celebridad. Eso no ocurre muy a menudo en un deporte en el cual los atletas pasan la mayor parte del tiempo con cascos que esconden sus caras. La mayoría de los jugadores de futbol americano son reconocidos por sus nombres en la parte de atrás de su camisa en vez de por la estructura de su mandíbula o los rizos de oro
La fama de Beckham ha alcanzado estatus sin precedente en un tiempo récord, en parte por una atrapada legendaria y una frescura jamás antes vista.
Considere el Juego de Estrellas del 2015. Jugadores de la NBA, incluyendo a LeBron James y Russell Westbrook, iban en dirección de Beckham. Intercambiaron abrazos y saludos, y el de Westbrook hasta vino con una palmada.
Beckham no es Tom Brady, el jugador de la NFL más alto en el ranking de Fama Mundial de ESPN. Brady estaba número 21 en la lista. Otros quarterbacks – Cam Newton, Drew Brees, Aaron Rodgers y Eli Manning – estaban más altos que Beckham también.
Pero Beckham, número 64 en el índice, es el jugador que no es quarterback en la NFL que estaba en la lista de 100.
Utilizando su ya famoso recorte rubio, Beckham ya está ganando $6 millones en auspicios anualmente. También disfruta un seguimiento robusto en Instagram (8.6 millones de seguidores), Twitter (2.5 millones) y Facebook (1.4 millones).
Beckham fue el jugador de la NFL con mayor seguimiento en las redes sociales en el último año calendario, según MVPindex, una plataforma de redes sociales que analiza las carteras de los atletas en redes sociales y calcula el valor de su marca digital.
La huella de Beckham en las redes sociales tuvo un valor de $82 millones desde julio de 2016 hasta julio de 2017. Liquidó a la competencia. Brady llegó segundo con una huella social de $44.9 millones.
"Odell Beckham Jr. tuvo un año récord en las redes sociales la temporada pasada porque tuvo la habilidad de crear contenido único con su marca que le dio a los fanáticos de la NFL un vistazo a su personalidad, vida y estilo – tanto dentro como fuera del terreno de juego", dijo Kyle Nelson, co fundador y CMO de MVPindex. "Ha logrado capitalizar con su marca personal y conectar con los fanáticos, sin mencionar el poder generar el valor real para su socios corporativos".
Beckham tiene pactos de auspicio con Nike, Head & Shoulders, Dunkin’ Donuts y Steiner Sports, entre otros.
Y Beckham apenas tiene 24 años.
Considere, cuando Brady celebró su 24to cumpleaños, todavía era un suplente flaco de Drew Bledsoe. A sus 24 años, Rodgers aún no había sido titular en un partido, Brees estaba enfrentando problemas con los San Diego Chargers, Manning estaba entrando a su primera temporada como titular y Newton estaba lejos de ser un nombre reconocido.
Beckham también fue recientemente ranqueado número 1 en el Charge 25 Under 25 Index. Un índice que mide la fortaleza de las marcas de los jugadores bajo la edad de 25 en base a sus seguidores en redes sociales y su participación, resultados de búsquedas e historias noticiosas. Beckham también terminó quinto en la lista de ventas por jugador de la NFLPA para la temporada de 2016.
"Es una estrella de rock", dijo su nuevo compañero de equipo Brandon Marshall, quien cruzó caminos y se comunicaba con Beckham for varios años. "No hay nadie más en la NFL como él. Nunca habíamos visto algo similar".
Los Inicios
Beckham hizo su introducción al mundo con una atrapada de una mano para touchdown en una derrota de domingo por la noche contra los Dallas Cowboys.
Cuando el balón se mantuvo en las puntas de sus dedos esa noche en noviembre, el camino del novato hacia la estratosfera del deporte comenzó.
El día después de la atrapada con una mano, Beckham estaba pautado para firmar autógrafos en el Roosevelt Field Mall en Long Island. Cientos de fanáticos abarrotaron el primer nivel del centro comercial, obligando a la nueva estrella de Nueva York a que sea escoltado por seguridad por las entrañas del edificio perseguido por cámaras para medios como TMZ (al igual que reporteros y fanáticos) siguiendo todas sus movidas.
Esta era la nueva realidad de Beckham. No solo era una exitosa selección de primera ronda. De momento, estaba recibiendo textos de Michael Jordan y cenando con LeBron James. Todo el mundo quería un pedazo de la nueva estrella.
En el Super Bowl después de su temporada de novato, Beckham relató una historia de él haber ido a un centro comercial en Arizona. Unos cuantos niños comenzaron a seguirlo, luego unos más. Pronto, había entre 20 y 30 niños siguiéndolo.
"Es Odell. No puede salir en público. Es una locura", dijo el profundo defensivo de los Giants Landon Collins. "Uno no puede caminar a su alrededor. Es de locos".
Y es así en Nueva York, en Nueva Jersey o en California. Y no es nada distinto en Londres o Alemania.
Cuando Beckham estuvo en Europa promoviendo el partido entre los Giants y los Rams, cientos salieron a las calles de Munich cantando "OBJ, OBJ, OBJ".
Beckham complació a sus fanáticos, brincando en la capota de un automóvil para que lo pudieran ver mejor.
Una escena similar se dio en Londres la temporada pasada antes del partido contra los Rams.
Los fanáticos rápidamente se aglutinaron cuando escucharon que Beckham, Víctor Cruz entre otros Giants estaban haciendo una aparición pública.
Se formó una locura cuando la multitud se movió en intento de captar una mirada a las estrellas más grande del deporte.
Los niños quieren ser como él y acercarse a él.
No es un accidente que Nike recientemente le dio a Beckham un contrato más grande en su historia para un jugador de la NFL ($5 millones anuales) mientras otros jugadores intentan replicar su imagen.
"No quiero decir que no esperaba estar en donde estoy hoy, pero no esperaba que los niños estuvieran pintando sus pelos rubios", dijo Beckham en su campamento de futbol americano el mes pasado. "Tengo a mucho padres diciéndome, 'mi hijo se pintó el pelo rubio por su culpa'. No fue mi intención que esas cosas iban a ocurrir".
Cruz, ahora con los Chicago Bears, dijo que su sobrino, un gran fanático de Beckham, se pintó el pelo de rubio. El peinado tiene su propia vida.
"El pelo rubio lo lleva a otro nivel", dijo Cruz.
¿Cuál es la atracción?
Beckham comenzó su carrera en la NFL con tres temporadas de más de 90 atrapadas, más de 1,300 yardas y 10 o más touchdowns. Ha ido al Pro Bowl en tres ocasiones.
El ascenso de Beckham ha sido un fenómeno extraño, aun cuando juega bajo las luces brillantes de Nueva York. Hace falta una tormenta perfecta, aún para un jugador de su calibre, para trascender en el futbol americano.
La atrapada de una mano seguramente tuvo su rol. Pero otros jugadores han logrado hacer grandes jugadas.
David Tyree atrapó un balón con su casco tarde en un Super Bowl, pero apenas es reconocido en las calles. Franco Harris es un jugador del Salón de la Fama responsable por la Recepción Inmaculada. Nunca ha logrado el estatus de Beckham.
Pero, hay más en la popularidad de Beckham que una jugada espectacular. Emite confianza, y eso no es un accidente. Beckham tiene un estilista de celebridades que escoge todo lo que se pone. Usa ganchos estilizados por su amigo Kickasso.
Y también está el pelo rubio, el cual parece ponerse más rubio, más largo y distintivo con el pasar de cada año.
"Él tiene la imagen. Tiene el estilo", dijo su ex compañero Antrel Rolle, antes diciendo que la imagen de chico malo contribuye a la ecuación. Beckham, después de todo, lideró un grupo de compañeros de equipo a una fiesta en Miami con Justin Bieber la semana antes de que los Giants perdieran en el Super Bowl de 2016 ante los Green Bay Packers.
La mayoría adora a Beckham o lo odia, en gran parte porque no esconde sus emociones. Es volátil y dramático. Los bailes elaborados y las celebraciones pueden caen mal. También sus andanzas dentro y fuera del terreno.
Beckham estuvo envuelto en varios incidentes durante su temporada de novato. Peleó con el ex esquinero de los Carolina Panthers, Josh Norman, por tres cuartos de un partido en diciembre tarde en su segunda temporada. Ambos fueron multados y la NFL suspendió a Beckham por un partido.
Beckham fue multado en por lo menos seis ocasiones el año pasado por múltiples ofensas, incluyendo el criticar a los oficiales y mofarse de un oponente. Beckham ha totalizado $156,863 en multas – tercero desde que entró a la liga en el 2014, según ESPN Datos. Solo Vontaze Burfict y Marshawn Lynch han acumulado más.
Eso es solo parte de la contradicción que es Odell Beckham.
Hizo un hueco en una pared de Lambeau Field tras golpearla con un puño tras una derrota de postemporada días después de acudir a una fiesta sin camisa en un bote en Miami. Pero nunca ha sido arrestado ni ha estado en problemas con la ley. También lloró incontrolablemente ante sus compañeros de equipo cuando su perro murió. Eso combinado lo convierte en una figura fascinante.
"Obviamente, el jugar en Nueva York ayuda mucho. El chico es un talento increíble y su personalidad va con el talento", dijo Wing. "Es un tipo que cae bien. Usted obviamente ha hablado con él. Su personalidad atrae fanáticos. Es un buen chico con un gran corazón. Cada vez que alguien interactúa con él, salen de eso diciendo 'Wow, no esperaba que fuera tan amable' o 'él es un chico muy humilde; estábamos esperando otro tipo de persona'. Pienso que impresiona a mucha gente cuando finalmente los conoce porque se dan cuenta que es un chico normal de 24 años".
El próximo reto siempre ocurre a las estrellas jóvenes. No se pueden escapar de la locura. Beckham es rápido, pero su carrera contra la fama es poco conocida.
Los Giants han expresado preocupación sobre el estrellato de Beckham.
El dueño John Mara ha sostenido varias conversaciones con Beckham sobre temas dentro y fuera del terreno a través de los últimos tres años. El gerente general Jerry Reese dijo después de la temporada que Beckham necesitaba "madurar" y aceptar "la responsabilidad de ser una de las caras de la franquicia".
Beckham ha llegado tarde a eventos y se ha mantenido fuera de actividades organizadas por el equipo esta primavera. Su propio entrenador le advirtió la temporada pasada sobre convertirse en una distracción para el equipo por sus andanzas en los laterales.
No es un accidente que los Giants no han abierto negociaciones con su mejor jugador. Al mismo tiempo, Mara dijo que le encantaría tener un roster lleno de Beckham y que quiere que Beckham sea un Giant por el resto de su vida.
"A veces miramos a estos atletas jóvenes y esperamos que estén en donde está LeBron hoy a sus 33 años", dijo Marshall. "Le estás pidiendo que haga eso a los 24. Eso no va a ocurrir. Cada tipo es diferente".
No hay muchos jugadores que poseen la fama y popularidad poco común de Beckham.
\Pero él tiene un círculo íntimo pequeño y muy cercano mayormente compuesto por su familia (y el ala abierta de los Miami Dolphins, Jarvis Landry) para mantenerlo en su lugar. Su madre, Heather Van Norman, es su manejadora de negocios y casi siempre está a su lado. Su agente, Zeke Sandhu, maneja sus contratos de futbol americano y de mercadeo. Su padre y padrastro también están cerca como consejeros.
Muy pocas otras personas ejercen influencia sobre las decisiones que Beckham toma.
"No le tengo que dar muchos consejos", dijo Marshall. "Tiene muy buenas personas a su alrededor y eso es parte del proceso. Todo el mundo tiene su proceso de maduración. No será fácil y tampoco será perfecto".
Parte de ese proceso de maduración de Beckham involucrará el controlar lo que aparenta ser una fuente infinita de emociones y como utilizarla para otros propósitos. Necesitará evitar sus andanzas en los laterales y dentro del terreno que ha llevado a multas y suspensiones.
"En realidad regresa al tema de la responsabilidad", dijo Beckham. "Es algo bueno, en realidad nunca esperé que estaría exactamente en donde estoy ahora mismo".
Beckham sabe que puede ascender como el próximo Michael Strahan o Derek Jeter – o esfumarse como el próximo Jeremy Shockey o Chad Johnson.
Strahan, un ex Giant, está mirando de cerca. Él sabe lo que es la fama intensa – primero como Estrella de los Giants y luego como una personalidad de televisión con ABC. Habló con Beckham más temprano en esta temporada muerta y ve a un hombre joven con sus prioridades en donde tienen que estar.
"Uno no es famoso porque es lindo. Uno es famoso porque uno es un gran jugador de futbol americano", dijo Strahan. "Y yo pienso que Odell sabe eso y que cada año está consistentemente mejorando porque él se ha dado el futbol americano, ahora mismo es su vida y eso es lo principal y todo lo demás es secundario. “En el centro de eso, él no ha olvidado que tiene que cuidarse para cuando sea el momento estar listo y jugar el juego de futbol americano. Creo que esta es la única cosa que a la mayoría de nosotros nos preocupa".