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Jerry Jones tiene como único objetivo ganar el Super Bowl

INDIANAPOLIS -- Jerry Jones cumple 30 años como dueño y gerente general de los Dallas Cowboys, celebrando su aniversario hace apenas una semana.

Está entre las personas más poderosas en todos los deportes. Forbes valoró a los Cowboys reciente en 4,800 millones de dólares, la franquicia deportiva más cara en el mundo. Recientemente compró un yate de 250 millones para sumarlo a su jet privado, un helicóptero y un autobús de lujo. En el 2017, Jones fue enaltecido al Salón de la Fama en parte a la manera en que ha cambiado el modelo de negocios de la NFL, así como ganar tres Super Bowls en sus primeras siete temporadas como propietario.

Existe la idea que, si bien ganar es importante para Jones, no lo mata de la forma en que lo hace con un aficionado de los Cowboys que ha estado esperando otro Super Bowl o una generación de aficionados que no ha visto al "Equipo de América" avanzar siquiera al Juego por el Campeonato de la NFC.

En Big Game de Mark Leibovich, le preguntaron a Jones si cambiaría su lugar en el Salón de la Fama por otro anillo de Super Bowl. El propietario dijo que no lo haría. Desde luego, en múltiples ocasiones desde entonces, Jones ha señalado que escribiría un cheque indecoroso para garantizar otro campeonato.

Para el hombre que lo tiene todo, ¿es difícil seguir tan hambriento como la noche que compró a los Cowboys por 140 millones de dólares?

"Admiro a la gente que ha tenido lo suficiente para dejar de tener hambre o dejar de tener algo que quieren tener y lo consiguen y quedan en paz", declaró Jones a bordo de su autobús de lujo en el Combinado de Talento de la NFL. "Nunca he estado allí. Lo que quiero decir, el hambre es por lo que estamos hablando en este momento, ganar un Super Bowl. No por ganar otros 1,000 millones de dólares".

Jugar en un circuito para los miles de aficionados que han realzado el recorrido por The Star, el hogar de entrenamiento de los Cowboys, en Frisco, Texas, es una repetición del comentario de Jones del 25 de febrero de 1989.

"Sólo quiero decir esto: no hay un sustituto para ganar", sentenció Jones esa noche. "Sé que es un cliché, pero debemos ganar. Ganaremos. Ganar es el nombre del juego".

En ese momento, Jones pagó una cifra récord por un equipo deportivo en los Estados Unidos. Los Cowboys estaban perdiendo 1 millón al mes. Que los Cowboys estén donde están financieramente ahora es un cambio impresionante, pero Jones desea que las victorias de Super Bowl se mencionaran antes que su visión para los negocios cuando se escribe y se habla sobre él.

"Mucho de lo que he estado asociado ha sido la promoción y la manera en que el juego ha evolucionado durante los últimos 30 años y la manera en que los estadios y el juego son presentados y todas esas financieras", indicó Jones. "No me involucré en los Cowboys para tener más dólares. De hecho, entregué todos mis dólares.

Los Cowboys venían de tener un récord 3-13 en 1988 y quedaron fuera de los playoffs en cuatro de las últimas cinco temporadas de Tom Landry. Luego de una marca 1-15 en su primer año, Jones y el entrenador en jefe Jimmy Johnson construyeron un equipo que ganaría el Super Bowl en 1992, 1993 y 1995, aunque Johnson ya no estaba para el último título.

Sólo los Detroit Lions y Washington Redskins tienen una sequía más larga en el Juego por el Campeonato de la NFC que los Cowboys. Dallas ha perdido cinco partidos consecutivos en la Ronda Divisional, incluyendo su derrota del 12 de enero ante Los Angeles Rams.

"No podría estar cuestionando más de lo que estoy en cuanto a por qué no hemos ganado o estado en un Super Bowl en los últimos 20 años", refirió Jones. "Es algo sorprendente para mí pensar que no estamos allí con lo que hemos invertido y lo que hacemos para ganar Super Bowls. La mayoría de los equipos han pasado por varios gerentes generales. Han pasado por tantos gerentes generales como por entrenadores, así que veo a todos los equipos que han tenido todos sus cambios, buscando esos Super Bowls. Cómo nos las arreglamos para no ganar un Super Bowl con Tony Romo como nuestro mariscal de campo probablemente será siempre mi mayor decepción. Tuvimos algo muy especial allí y debimos haber podido encontrar una manera de llevarlo a casa en ese momento. Y no fue así porque no usamos todos los trucos en el libro del tope salarial para tratar de poner el talento en el campo para hacerlo y debimos haber llegado allí pero no lo hicimos.

"Cuando miro alrededor sobre dónde estamos --y lo veo desde una perspectiva personal-- no hay nada, absolutamente nada, además de la salud y la buena voluntad de las personas que me importan, no hay nada que signifique más para mí que si pudiésemos conseguir un Super Bowl. Nada".

Jones está preparado para escribir muchos cheques para lo que espera sea otro Super Bowl en contratos para DeMarcus Lawrence, Dak Prescott, Amari Cooper y posiblemente para Ezekiel Elliott y Byron Jones. Los Cowboys tienen el espacio necesario bajo el tope salarial para hacer todo lo que sea necesario para firmar a esos jugadores y posiblemente sumar más en la agencia libre.

El entrenador en jefe Jason Garrett está trabajando en el último año de su contrato sin ninguna garantía que volverá en el 2020. Los Cowboys tienen un coordinador ofensivo novato en Kellen Moore, rodeado por asistentes jóvenes como Jon Kitna y Marc Colombo. A la defensiva, Kris Richard regresa para una segunda campaña con el coordinador Rod Marinelli después de no conseguir un puesto de entrenador en jefe.

Jones, de 76 años de edad, dijo que está desesperado por ganar ahora.

"Eso es realmente justo y es real", sentenció. "Este es mi Combinado de Talento N° 30 y no tengo 30 más. He estado en todos y es muy importante evaluar, así que me estoy quedando sin Combinados. Es más urgente de lo que era sentarme aquí con ustedes que hace 20 años. Por lo tanto, sí, es más urgente".