EAST RUTHERFORD -- Los New York Giants han decidido no ponerle la etiqueta de jugador franquicia a Landon Collins, el safety que tres veces ha sido convocado para el Pro Bowl.
En una publicación de redes sociales, Collins --máximo tacleador de los Giants en cada una de sus cuatro temporadas con el equipo-- agradeció este martes a la organización por sus cuatro "grandes años", y dijo que esperaba con impaciencia el próximo capítulo de su carrera en el fútbol americano.
La publicación de Collins se envió menos de tres horas antes de que venciera el plazo de la NFL para que los equipos le pusieran una etiqueta de jugador franquicia a un agente libre sin restricciones. La etiqueta le habría costado a los Giants 11.15 millones de dólares contra su tope salarial para 2019. La semana pasada, el gerente general Dave Gettleman dio indicios de que el precio era elevado.
"Quiero agradecer a la organización de los Giants por creer en mí y permitirme pasar cuatro años maravillosos en New York", dijo Collins. "No puedo expresar lo estupendo que fue jugar con mis compañeros de equipo y en una de las mejores ciudades del mundo. Siempre apreciaré mi estancia como azul y blanco y los vínculos que forjé en el equipo y en mi comunidad. Ahora, al siguiente capítulo...".
El resto de los safeties de los Giants no está al mismo nivel de Collins. El veterano Michael Thomas y Sean Chandler son los mejores en la posición, así que el equipo puede buscar firmar con un agente libre o reclutar a un safety.
Después del primer día del draft de 2015, los Giants canjearon para conseguir a Collins con la primera elección en la segunda ronda. A cambio, New York cedió a Tennessee Titans su segunda elección en la ronda (la octava en la ronda), junto con opciones de cuarta y séptima rondas.
Resultó ser una jugada inteligente del entonces director general Jerry Reese, que hizo que valieran la pena los 6.12 millones de dólares que el equipo le pagó durante cuatro temporadas.