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"El ying y el yang", una mirada a la dinámica Sean McVay-Wade Phillips

Sean McVay ha encontrado al aliado perfecto en Wade Phillips al frente del cuadro angelino. AP Photo

LOS ANGELES -- Era la Semana 3 de la temporada del 2017, luego de un emocionante duelo de jueves por la noche entre Los Angeles Rams y San Francisco 49ers. Los rivales divisionales se combinaron para 80 puntos, acumulando cuatro touchdowns en los 13 minutos finales. Los Rams frenaron una conversión de 2 puntos que lo hubiera empatado, luego perdieron posesión por un balón suelto en la patada de salida corta subsecuente, y necesitaron una captura en cuarta oportunidad de Aaron Donald para ganar un partido que en un momento parecía destinado a ser paliza. Las emociones eran altas en el vestidor de los coaches al término del encuentro, con cansancio y adrenalina respirándose en el aire. Wade Phillips casualmente ingresó y cortó toda la tensión con un enunciado.

"Realmente les pateamos el trasero, ¿no es así?".

Los coaches de los Rams soltaron una carcajada colectiva. Sean McVay, solamente al tercer partido de su campaña de novato como head coach de 31 años de edad, no pudo evitar más que sonreír. Fue un momento que capturo la esencia misma de Phillips, el ahora coordinador defensivo de 72 años de edad que nunca permite que el estrés del trabajo le arruine la felicidad que recibe de él.

"Siempre disfruta del momento", señaló McVay. "Y simplemente creo que es un buen recordatorio, porque la gente siente eso".

A McVay se le preguntó si su personalidad le permitiría ser igual, tomar los altibajos como vienen, reírse de los inevitables contratiempos en el camino, incluso tomarse un momento para apreciar su lugar en el mundo de vez en cuando.

"No lo creo", dijo, "pero creo que es una buena vara para medir".

McVay posee energía sin límites y entusiasmo sin frontera, el tipo que destaca dentro de una profesión de obsesionados. Pero también es un perfeccionista incansable. Las más pequeñas fallas --tiempos fuera mal pedidos, jugadas mal elegidas, prácticas ineficientes-- le corroen. Es su don, pero también su maldición.

"Probablemente diría que tiene un poco de desorden de hiperactividad, o algo", dijo el hijo de Phillips, Wes. "Siempre está encendido".

Phillips navega a través de la liga con gran calma. Una urgencia vive dentro de él, pero está envuelta en una cierta perspectiva, protegida por un lema de disfrutar el éxito sin lamentar los fracasos. Nada parece tan serio como para quedarse lamentándose por ello.

"Wade realmente tiene un modo de andar sencillo, grandioso, que encubre el hecho de que es un gran competidor", dijo el padre de McVay, Tim. "Es un gran competidor, pero es muy calmado respecto a ello".

Los dos coaches residen en los polos opuestos del espectro, tanto en edad como en personalidad, lo que hace tan fascinante su dinámica.

"El yin y el yang" es como el head coach asistente de los Rams, Joe Barry, describió a McVay y Phillips.

"Totalmente diferentes personalidades, totalmente diferentes estilos para dirigir sobre el campo", explicó Wes. "Pero creo que filosóficamente son muy similares en cuanto a cómo tratar a los jugadores, cómo enfocarse en el aspecto de la enseñanza del juego, y finalmente, cómo al final para que los jugadores mejoren, debes mostrarles respeto, ofrecerles ese conocimiento, o motivarlos a que lo quieran hacer por su equipo y por ellos".

Wes, ahora coach de alas cerradas de los Rams, tenía una oficina junto a la del McVay cuando ambos estaban en el grupo de asistentes de Jay Gruden para los Washington Redskins, del 2014 al 2016. Wes constantemente era llamado para revisar una jugada nueva que McVay había dibujado o visto en alguna cinta. McVay hablaba tan apasionadamente, tan profundamente, tan rápidamente. Hacía una pregunta y rápidamente cambiaba el tema antes de que Wes pudiera responder.

Wes puede entender como ahora su padre puede sufrir un poco para poder hablar con McVay.

"No sé si quiera hablar con él, también", dijo Wes, riendo "Está bien permitiendo que Sean se suelte".

Cuando Phillips accedió a unirse al grupo de asistentes de McVay en el 2017 --un acuerdo preacordado simplemente porque McVay preguntó y Phillips deseaba trabajar-- también prometió mantenerse en segundo plano, nunca ser abrumador. Si McVay tenía una pregunta, la haría (y a menudo, lo hizo). De otro modo, Phillips lo dejaría en paz. Su único consejo fue que hablara con todo el equipo, en lugar de enfocarse solamente a la ofensiva.

Su estilo recuerda a McVay de su abuelo, John, el condecorado ejecutivo de los 49ers.

"Siempre está dispuesto a compartir, pero nunca se te fuerza, y Wade es muy similar", explicó McVay. "Tiene experiencia, y tiene las manos en todo, pero creo que existe una sensación de seguridad refrescante en él, en el sentido de que no tiene que probarle nada a nadie. Simplemente quiere ayudar a este equipo de fútbol americano, y a mí, en este rol".

Phillips quedó inmediatamente sorprendido por la ética de trabajo de McVay y su habilidad de liderazgo. A lo largo del tiempo, ha logrado apreciar su comprensión de las defensivas y su contante disposición para aceptar la culpa. Nunca se vio a sí mismo como un eco para un head coach en ciernes, y recientemente descartó la noción de que aporta un necesario balance para McVay.

"Digo, es un coach grandioso ahora", señaló Phillips. "Y es un gran head coach. Creo que esa es la clave. No solamente un gran coach y es realmente inteligente, sino también es un gran head coach. Es un gran líder a quien siguen los jugadores. Solamente soy uno de los tipos que le siguen".

Phillips alguna vez hizo una broma en el sentido de que los Rams eran el único equipo con un coordinador defensivo en Medicare y un head coach en la guardería. Cuando McVay se convirtió en una sensación viral por nombrar a los 11 titulares defensivos de los Chicago Bears, Phillips regresó al siguiente día y nombró a los 11 titulares ofensivos. Cuando los Arizona Cardinals hicieron énfasis que si nuevo head coach, Kliff Kingsbury, es "amigo" de McVay, Phillips bromeó que su hijo, Wes, conoce "muy bien" a McVay.

Bromean entre sí, pero con un respeto mutuo que siempre está presente.

"Simplemente me gusta su habilidad para tener una conversación que es muy constructiva", dijo el coordinador de equipos especiales de los Rams, John Fassel, quien sirvió como balonero para Phillips cuando estaba en la preparatoria. "Todos pueden, pero ellos hablando mucho. Y las conversaciones son muy constructivas, sobre lo que es mejor para el equipo. Es realmente así de simple".

McVay, quien lideró a una franquicia mediocre a títulos divisionales en años consecutivos y una aparición de Super Bowl en sus dos primeras campañas, rápidamente se convirtió en un dínamo entre las filas de head coaches. Es considerado un genio ofensivo y un líder maestro, en una edad en la que puede relacionarse con jugadores de un modo en que pocos head coaches pueden hacerlo. Phillips nunca tuvo la personalidad extrovertida, magnética que podía conjuntar a un grupo. Debía encontrar su propia voz dentro de una personalidad relajada.

"Siempre ha sido un reto para mí", dijo Phillips, quien tiene toda la intención de seguir dirigiendo más allá de la siguiente temporada. "Nunca he sido de los que gritan, así que debo encontrar otro modo. Les tengo que decir que estoy decepcionado en ellos, y eso debe significar algo".

En Phillips, McVay ha encontrado lo que carece.. lo que podría carecer para siempre. Ve a alguien que es calmado, que fluye de una jugada a otra y que siempre está presente en el momento. Ve la misma pasión en un paquete completamente diferente.

"Es algo que definitivamente me ha ayudado, donde siempre estoy luchando por balance", admitió McVay. "Ver el modo en que ha sido capaz de mantener un nivel tan alto a lo largo del tiempo; creo que ven el por qué, porque lo disfruta, porque se divierte, porque no lo toma demasiado serio. Nunca se le olvidará que es un juego".