Claramente, los Kansas City Chiefs se convirtieron en el equipo sensación de la AFC Oeste el año pasado, guiados por el espectacular Patrick Mahomes. Pero no debemos perder de vista que Los Angeles Chargers tuvieron la misma marca que los Chiefs, 12-4, para quedar empatados al tope de la Conferencia Americana.
Por supuesto, todos eso pasó a segundo término cuando fueron literalmente arrollados por los eventuales campeones del Super Bowl, New England Patriots, en la Ronda Divisional, pero el punto es que se trata de un equipo del que se ha hablado poco en el actual receso de campaña.
HOSPITAL SOBRE RUEDAS
Todos los equipos sufren lesiones, claro, pero no sé si haya una franquicia que, año con año, sufra lesiones significativas a jugadores clave con la frecuencia de los Chargers.
Nombres como Joey Bosa, Hunter Henry, Keenan Allen, Jason Verrett, Corey Liuget, Matt Slauson, Danny Woodhead y Brandon Mebane, son solamente algunos de los nombres de jugadores de los Bolts que se vieron seriamente disminuidos por lesiones a lo largo de los últimos tres años.
En el 2019, hay dos nombres de cartel con problemas físicos, comenzando con Derwin James, el safety de segundo año que se ganó viaje al Pro Bowl y nominación All-Pro de primer equipo como novato en el 2018. Aparentemente, una fractura en el quinto metatarsiano sufrida en la práctica del pasado jueves lo mantendrá fuera de tres a cuatro meses, después de cirugía.
A eso hay que sumarle el tackle ofensivo izquierdo Russell Okung, quien sufrió una embolia pulmonar en junio, y no ha participado en lo absoluto en el campamento de entrenamiento ni pretemporada. Su disponibilidad para el arranque de la campaña está en duda. El novato de tercera ronda, Trey Pipkins, podría terminar desempeñando un rol mayor de lo que se esperaba de él en abril cuando los Bolts lo seleccionaron en la tercera ronda del draft.
Se trata de duros golpes para una franquicia que nunca parece poder contar con todas sus piezas clave en plenitud física.
HABLANDO DE AUSENCIAS
Aunque el motivo es distinto, no hay mucho optimismo respecto a la posibilidad de contar con el corredor Melvin Gordon, tampoco.
Gordon está en medio de un boicot al equipo, en busca de una extensión contractual. El corredor de quinto año tendría programado cobrar 5.605 millones de dólares en el 2019 bajo la opción del equipo de su acuerdo de novato.
Del 2015 a la fecha, Gordon ranquea en el Top-10 en varias de las categorías más importantes para un corredor de NFL. No obstante, no desea entrar a la campaña regular sin ninguna garantía para el futuro.
Gordon ha sido firme en su postura: ama jugar para los Chargers, pero ni no recibe lo que pide, prefiere ser canjeado a otro club. El problema es que, aunque hay equipos que podrían requerir ayuda urgentemente en el backfield, el mercado para corredores no es precisamente el más atractivo de la liga. Encima de todo, la mayoría de los equipos tiene proyectado --más o menos-- cómo lucirá su plantilla de 53 hombres, aunque todavía falta por liquidar un par de encuentros de exhibición antes de que empiecen los juegos que cuentan.
¿EL AÑO DE PHILIP RIVERS?
El quarterback de los Chargers cumplirá 38 años de edad antes de que acabe la temporada regular. Está en la última campaña de su contrato actual --uno que la pagará 16 millones de dólares en el 2019, pero el equipo no tarda en brindarle una extensión.
No cabe duda de que Rivers se ha ganado un lugar prominente --tanto en la historia de los Chargers, como en la historia de la liga-- como uno de los pasadores más productivos en la historia.
Parte de la celebrada generación de pasadores del 2004, le ha tocado ver por televisión a Eli Manning y Ben Roethlisberger levantar el Trofeo Lombardi en múltiples ocasiones sin conocer el Super Bowl.
Rivers ha gozado de talento importante de su lado a lo largo de su carrera, particularmente al inicio, cuando jugaba con tipos como LaDainian Tomlinson, Michael Turner, Darren Sproles, Malcom Floyd, Vincent Jackson, Keenan McCardell, Antonio Gates, Jamal Williams, Shaun Phillips, Shawne Merriman, Donnie Edwards, Antonio Cromartie, Quentin Jammer y Eric Weddle.
Este año, tipos como Allen, Mike Williams, Mike Pouncey, Bosa, Mebane, Melvin Ingram, Denzel Perryman y Casey Hayward aseguran un nivel bastante competitivo, listo para competir con el resto de las potencias de la AFC.
¿Suficiente para ganarlo todo?
No sin las tres ausencias críticas que, por el momento, padecerán en Los Angeles y que tocamos arriba: James, Okung y Gordon.
PREDICCIÓN
Mucho depende de la salud de James y Okung, pero los Chargers llegarán a la temporada regular con la ventaja de que el equipo que acapara toda la atención en el Oeste de la AFC, y por tanto el mayor escrutinio y presión, son los Chiefs.
Eso deja a los angelinos en buena posición para sorprender a algunos rivales en camino a la postemporada, donde espero verlos con al menos 10 triunfos en el año. Pelearán la corona divisional, y podrían despedirse de su casa temporal en Carson, California, el Dignity Health Sports Park --antes StubHub Center-- con un juego de playoffs, previo a mudarse a su nuevo hogar en el Los Angeles Stadium at Hollywood Park a partir del 2020.