Twitter: @IvisAburto
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Nadie es perfecto, ni siquiera el considerado por muchos como el mejor equipo de la NFL o, al menos, el más completo, los Baltimore Ravens.
Tras su victoria sobre los San Francisco 49ers, los Ravens reforzaron su etiqueta de contendientes al título de la NFL en un duelo en el que mostraron algunas carencias que el triunfo ha convertido rápidamente en anécdotas.
El mérito de los Ravens es sumar victorias pese a los errores que, como cualquier equipo, pueden cometer en cualquier juego, sin embargo, también deben estar conscientes de que, desde ahora, sostendrán más duelos cerrados y bajo climas cada vez más fríos y adversos que les impedirán desplegar plenamente el estilo de juego que han mostrado en 2019.
En particular, quien debe tener más cuidado en ese sentido es el líder del equipo en el campo, Lamar Jackson, a quien los rivales aún no han podido descifrar.
Jackson y los Ravens deben estar listos para cuando un oponente encuentre la forma de anular algún aspecto, el aéreo o terrestre, del desempeño del quarterback, pues, si algo mostró el duelo ante los 49ers, que presumen una buena defensiva, es que Jackson puede ser limitado en su accionar.
Si bien el juego ante los 49ers se disputó en Baltimore bajo un clima adverso con frío, lluvia y viento, Jackson no fue eficiente cuando lanzó el balón, aspecto que, técnicamente, es su prioridad en su trabajo como quarterback.
Jackson completó 14 de 23 pases, uno para touchdown, para sólo 105 yardas y se fue en blanco en las cuatro ocasiones que lanzó en terceras oportunidades.
Cuando retó al perímetro de San Francisco, Jackson completó tres de seis envíos para 18 yardas con sus receptores, el total más bajo para un quarterback en la actual campaña, de acuerdo a ESPN Stats & Information.
Jackson intentó pases sin engaños de carrera (play-action) en 11 ocasiones y sólo completó cuatro envíos para 20 yardas.
Cuando Jackson intentó pases sin engaños de carrera (play-action), sólo completó cuatro de 11 envíos para 20 yardas.
Se deben considerar las condiciones bajo las cuales se disputó el encuentro ante los 49ers, pero lo hecho en esas circunstancias ante San Francisco no es un buen augurio para los Ravens de cara a la etapa crítica del calendario regular y Playoffs.
En el juego terrestre, la espectacularidad con la que Jackson corre con el balón ha hecho que su propensión a perder el balón en 2019 pase a segundo plano, al igual que el riesgo en el que esto coloca a los Ravens.
Ante los 49ers, sufrió su sexto balón suelto de la temporada, aunque fue el primero que ha perdido en el año, sin embargo, San Francisco lo capitalizó con un gol de campo que empató el marcador 17-17.
En 2018, Jackson fue uno de los dos quarterbacks que más balones sueltos tuvieron en la temporada con 12, de los cuales perdió cuatro.
En su corta carrera en la NFL, Jackson ha perdido seis balones sueltos y el que perdió ante los 49ers fue el primero desde el duelo de la Ronda de Comodines de la campaña pasada ante Los Angeles Chargers.
Pese a que Jackson no fue eficiente en su faceta como quarterback ante la férrea defensiva de San Francisco, los Ravens sacaron la victoria y como equipo consolidado como contendiente, los aspectos que deben pulir realmente son pocos, pero importantes.