ARLINGTON, Texas -- El triunfo de los Dallas Cowboys sobre Los Angeles Rams es vital en sus aspiraciones de llegar a la Postemporada y en la competencia por el título divisional, pero, más importante por la motivación e inyección de confianza para un equipo que parecía perdido desde antes del Día de Acción de Gracias.
Incluso, los Cowboys parecían haberse rendido en la derrota ante los Chicago Bears, cuando fueron exhibidos y apaleados en casa.
Los Cowboys hicieron algo que muy pocos, si es que algunos, anticiparon: apalear a los Rams 44-21, marcador que, incluso, pudo ser más abultado.
Dallas rompió una racha de tres bochornosas derrotas e hizo ver mal a un equipo que llegaba con dos victorias al hilo, incluida la de la Semana 14 sobre uno de los protagonistas de la NFL, los Seattle Seahawks.
“Este (los Rams) es un equipo que jugó el Super Bowl el año pasado”, dijo Jerry Jones, dueño y gerente general de los Cowboys. “Este es un gran equipo, lleno de talento y con muy buenos entrenadores, así que un triunfo como éste te da credibilidad, en especial, entre nosotros mismos.
“Cuando ves a los jugadores haciendo lo que hoy (domingo) hicieron, confirmas que pueden hacerlo. Cuando ves a este equipo jugar así, reiteras que pueden competir en esta liga”, añadió.
Más allá del plan de juego o la preparación en la semana, las diferencias en relación a lo que los Cowboys mostraron el último mes fueron muy evidente: las ganas de competir, la energía, agresividad y ejecución, el esfuerzo por ganar el primer contacto o la yarda extra, taclear con fundamentos o cubrir el pase de manera disciplinada.
La defensiva, acusada las dos semanas anteriores de darse por vencida al jugar sin ánimo ni objetivos claros, contra los Rams jugó como se esperaba toda la temporada. Provocó balones sueltos y ofreció campo corto a su ofensiva, que aprovechó las facilidades.
El ejemplo más claro fue al final del segundo cuarto, cuando los Cowboys ya se iban al descanso arriba 21-3 y con total dominio del juego, el linebacker Sean Lee interceptó a Jared Goff con 1:16 minutos y cinco jugadas después, con 20 segundos por jugar en el segundo cuarto, Ezekiel Elliott anotó para aumentar la ventaja y dar un golpe del que ya jamás se recuperaron ni física ni mentalmente los Rams.
“Sabemos la clase de hombres que tenemos en este vestidor”, destacó Elliott. “Sabemos qué tan buena es nuestra línea ofensiva. Somos igual de profesionales que los demás en esta liga, así que, cuando salimos y manejamos nuestro negocio y ejecutamos, somos difíciles de detener.
“Es muy importante ganar el resto de los partidos, pero, definitivamente, recuperamos algo de ritmo y terminamos con nuestra racha perdedora. Eso va a ayudar a la moral del equipo y es un buen comienzo para nosotros”.
Los Cowboys fueron disciplinados, incluidos los entrenadores, que recurrieron a la base del equipo, el juego terrestre con Elliott, quien desde la primera mitad impuso el ritmo y castigo de la defensiva de los Rams, que en la segunda parte ya sentía el desgaste. Fue cuando el novato Tony Pollard aprovechó para presumir su velocidad, que coronó con carrera de 44 yardas para touchdown que en realidad sólo sirvió para sus estadísticas personales y dar aún más confianza a su equipo de que pueden competir.
“Simplemente jugamos futbol americano de los Dallas Cowboys”, consideró Pollard. “Dominamos todo el partido en todas sus fases. Fuimos físicos y agresivos. En este momento era importantísimo ganar un partido y seguir en carrera a Playoffs. Jugamos un buen partido como equipo”.
Así, los Cowboys no tuvieron necesidad de lanzar media centena de pases para ganar. Con la carrera, que redituó en 289 yardas, finiquitaron el juego, mantuvieron el balón en sus manos y sacaron del partido a la misma ofensiva que en los Playoffs anteriores los aniquiló.
Fue irónico que Dallas derrotó a Los Angeles con la misma fórmula con la que los Rams fueron eliminados de Playoffs en el L.A. Coliseum, con el juego terrestre.
Ahora, como si fuera una bocanada de oxígeno, que además libera presión, los Cowboys tendrán que enfocarse en ir a Philadelphia a vencer a los Eagles para conseguir el bicampeonato en la NFC Este y el boleto a Playoffs, pese a la terrible temporada que han tenido.
“Ya vimos cómo han jugado (los Cowboys) por varias semanas, muy mal y cuando veo a un equipo que puede darle la vuelta y jugar un partido como hoy, me enseña que tenemos con qué”, afirmó Jones. “Los he visto cómo han manejado la adversidad. Todos sabemos con lo que han tenido que lidiar estas semanas, en la forma de adversidad deportiva, adversidad de NFL y adversidad en el objetivo de ir al Super Bowl.
“Hoy (domingo) respondieron bien con sus espaldas contra la pared”, concluyó Jones.