KANSAS CITY, Mo. – El receptor abierto Sammy Watkins entró al Juego de Campeonato de la AFC como un improbable héroe para Kansas City Chiefs. Fue un lejano tercer objetivo detrás del ala cerrada Travis Kelce y el receptor abierto Tyreek Hill, durante la temporada regular, y sus tres anotaciones estaban incluso detrás de las de Demarcus Robinson y Mecole Hardman.
Watkins había sido una idea de último momento desde su juego de 198 yardas y tres anotaciones contra los Jacksonville Jaguars en el juego de apertura de la campaña.
Pero quizá los Chiefs no se dirigirían al Super Bowl LIV sin Watkins, cuyas siete recepciones para 114 yardas propulsó a Kansas City para pasar a los Tennessee Titans 35-24 el domingo en el Arrowhead Stadium.
Fue un momento de redención para Watkins, quien nunca se preocupó por su falta de producción comparada con Hill o Kelce en la temporada.
“Ese no es mi trabajo”, dijo Watkins, quien firmó un contrato por tres años y $48 millones con los Chiefs el año pasado. “No es en lo que me enfoco… Tenemos tantas superestrellas en este equipo y tantos que pueden atrapar el balón”.
El juego de Watkins también parece una vindicación para el gerente general de los Chiefds, Brett Veach. Pero Veach apuntó que no estaba preocupado de que Watkins no fuese gran parte de la ofensiva durante la temporada regular, porque firmó al receptor para juegos así.
“No haces grandes movimientos para lograr la postemporada”, dijo Veach. “Hemos sido un equipo de postemporada por años, desde que llegamos aquí. Estuvimos en playoffs (casi) cada año. Haces movimientos como ese para llegar a la punta. Sin el rendimiento de Sammy hoy, ¿quién sabe cómo hubiese sido el partido?”.
“Estaba feliz por Sammy. Está rodeado por mucho talento, así que a veces no puede mostrar lo que puede hacer”.
Watkins, cuarta selección global de los Buffalo Bills en 2014, nunca ha alcanzado el potencial que los buscadores de talento le vieron aquella noche del draft. Tiene una temporada de seis de 1,000 yardas, y esta campaña atrapó 52 pases para 673. Pero completó su racha de siete atrapadas con una anotación que los fans de Chiefs no olvidarán fácilmente. El pase de 60 yardas fue el más largo para Mahomes en la postemporada, pasando el de 54 a Watkins el año pasado en el Juego de Campeonato de la AFC.
“Es el tipo de jugadas que estaba fuera de los libros”, dijo Watkins. “El que me cubría cayó, y yo solo como que despegué. Yo y Pat hicimos contacto visual. Eso viene de practicar duro y trabajar uno con otro. Lanzó uno de sus mejores balones a mí”.
No fue la única buena jugada de Watkins contra Titans. Dio a los Chiefs un primero y diez crucial a inicios del partido al arrastrar sus pies antes de salir del terreno de juego. Hizo otra recepción cuando el balón estaba encima de él luego de apenas voltear Puso ser un receptor estelar ya que la defensiva de los Titans estaba muy enfocada en Hill y Kelce.
“Hubo algo de eso, y algo de él por hacer las jugadas”, apuntó Mahomes. “Te das cuenta que, si los equipos ponen atención en otros muchachos como Tyreek o Kelce, entonces tenemos un muchacho que puede vencer la esquina todos los días”.
Watkins pudo firmar para una ciudad que no tuviese a Hill y Kelce, donde habría tenido más parte de la ofensiva. Eligió Kansas City en parte porque pensaba que tenían una oportunidad de ganar. Sucede que tuvo razón.
“Una de las mejores decisiones de mi vida ha sido llegar a este equipo”.
“No me importa mucho si mi número (es llamado). Como dije, mi trabajo es salir y pelear por mis hermanos, ya sea bloqueando, corriendo rutas, atrapando. No importa. Como jugador, solo salgo y me ubico en la posición correcta en el momento correcto y dejo que Pat entregue el balón”.