El corredor no parece estar a gusto y el equipo paga demasiado por él
EAST RUTHERFORD -- Con dos juegos antes del 29 de octubre fecha límite para los canjes en la NFL, los New York Jets necesitan pensar largo sobre negociar al corredor Le’Veon Bell.
Sería deseable por el enorme salario de Bell, uno que causo casi un remordimiento inmediato en el comprador. Gana un salario base garantizado de 8.5 millones de dólares, lo que significa que aún le deberían 5 millones para cuando llegue la fecha. Ningún equipo negociará con ese precio, así que los Jets tendrán que poner parte de ese dinero y ponerse creativos incluyendo una selección de alguna ronda tardía en el canje.
Con 0-5 los Jets no van a ninguna parte y deberían dedicar el resto de esta temporada perdida para evaluar al novato La’Mical Perine, quien tiene talento, pero fue curiosamente ignorado en la derrota del domingo 30-10 ante los Arizona Cardinals. Es hora de pensar en el futuro. Pueden seguir con Perine y Frank Gore, dándole a Bell la tarjeta de “salida de la cárcel” que aparentemente codicia.
Después de rechazar las solicitudes de entrevista después del juego del domingo, Bell, que fue solo una vez seleccionado como receptor el domingo, decidió desahogar su frustración de una manera pasivo-agresiva. Se dirigió a las redes sociales, lo que tiene la costumbre de hacer cuando las cosas no salen como quiere. Le “gustaron” al menos tres tuits de miembros de los medios, uno de los cuales sugirió que debería ser canjeado porque el entrenador de Jets, Adam Gase, no sabe cómo usarlo correctamente. Los otros dos hicieron notar su falta de participación en el juego aéreo.
Bell no ha hablado con los medios desde que se lastimó el tendón de la corva en el primer partido de la temporada, que resultó en tres partidos en la lista de reservas lesionados. Esta ha sido una campaña frustrante para él en muchos niveles, y no es difícil conectar los puntos. En el campo de entrenamiento, provocó un incendio al criticar la decisión de Gase de sacarlo de una pelea dentro del equipo, y lo hizo en Twitter. Suena como un hombre que prefiere estar en otra parte.
Por inumerables razones, el matrimonio Jets-Bell no ha funcionado. Hubo mucho entusiasmo cuando firmó ese contrato de agente libre en marzo de 2019, pero no ha estado cerca de las expectativas. Es un contrato de cinco años y 52.5 millones, pero los Jets están enganchados por 28 en dos años, a menos que puedan encontrar un equipo necesitado de corredores que se lo quite de las manos antes del final de la temporada. Es un candado para ser liberado en la temporada baja. Si pueden conseguir algo para él ahora, incluso una selección tardía, ¿por qué no intentarlo?
Bell tuvo un destacado papel el domingo, jugando 45 de las 64 jugadas y corriendo para 60 yardas en 13 acarreos. El promedio de 4.6 yardas por acarreo fue en realidad una yarda más que su promedio de 2019, el peor en la historia de la franquicia (mínimo: 200 acarreos). Pero en una de las acciones más importantes del juego, cuarta y uno desde la yarda ocho de Arizona, no ganó nada. Eso no fue todo culpa suya; el bloqueo se rompió. Pero más tarde, en un lanzamiento de tercera y uno, no mostró velocidad hacia la esquina y fue detenido.
Gase siempre habla de cómo quiere usar a Bell en el juego aéreo, cómo necesitan llevarlo al espacio. Se alineó tres veces como receptor abierto, según NFL Next Gen Stats, pero no fue el objetivo en ninguna de esas jugadas. En su única atrapada (para 7 yardas) salió del backfield. Sí, Bell ha perdido al menos un paso, pero todavía es capaz de contribuir gracias a su conjunto de habilidades. Una vez más, estuvo poco utilizado.
“Algunas de las cosas que estaban haciendo en defensiva no eran ideales para algunas de las cosas que teníamos para él, así que sentí que podríamos liberarlo (de la protección de pase”, dijo Gase. “Estaban trabajando con el profundo sobre él en lugar de los apoyadores. Nos gustó su enfrentamiento contra los apoyadores, pero estaban usando los profundos un poco con él”.
Bueno, sabemos cómo se siente Bell, o al menos eso creemos. Es difícil decir cuándo un corredor guarda su mejor carrera para después del juego.