El ex quarterback de los Cowboys es elegible para el recinto de los inmortales este año luego de una carrera de luz y sombra
Después que Drew Pearson, ex receptor abierto de los Dallas Cowboys, fuera inducido en la Clase 2021 del Salón de la Fama junto a grandes nombres como Peyton Manning, John Lynch, Calvin Johnson, entre otros, se dio a conocer la lista de los elegibles para el Salón de la Fama en el 2022, en el que se encuentra el ex mariscal de campo Tony Romo, un tema que ha dado mucho de qué hablar en los últimos días, debatiendo entre si merece o no formar parte del mismo.
Y es que Tony Romo no fue un quarterback que se robara los reflectores por sus éxitos, incluso no fue seleccionado en el draft del 2003 pese a tener una buena carrera como colegial; sin embargo, el equipo de la estrella solitaria apostó por él al firmarlo después del evento.
Esto no significa que haya tenido una carrera profesional mala, tiene excelentes números como su índice de pasador de 97.1, que lo coloca en la novena posición en la historia de la NFL superando al ya miembro del Salón de la Fama, Peyton Manning (96.5), con quien está igualado en porcentaje de pases completos, actualmente superando a Aaron Rodgers, quarterback de los Green Bay Packers.
Fue seleccionado cuatro veces al Pro Bowl, fue líder pasador de la Conferencia Nacional en el 2009 y líder en pases de anotación de la NFC en el 2007. Su carrera la terminó con un muy buen récord de 78-49-0, completando 2,829 pases de 4,335 intentos, sumando así 34,183 yardas y 248 touchdowns. Los números en temporada regular hablan maravillosamente de Romo, incluso podríamos pensar que son dignos de un miembro del Salón de la Fama, pero su travesía por los playoffs son otra historia.
Podría decirse que tuvo una carrera exitosa en campaña regular, pero al llegar a la postemporada la historia cambiaba, pues terminó con récord de 2-4. Cómo olvidar su primer juego de playoffs frente a los Seattle Seahawks en el 2006, en el que su equipo perdía 20-21 y faltando poco más de un minuto para que terminara el juego, hizo una de las peores pifias al no sostener bien el ovoide para el pateador en un intento de gol de campo, trató de recomponer la situación y corrió hacia las diagonales, pero fue detenido por la defensiva.
Un año después, en la Ronda Divisional contra los New York Giants, donde Dallas era favorito por 7 puntos, volvió a perder el juego al lanzar un pase a zona de anotación en los segundos finales, el cual fue interceptado, lo que le dio la victoria a Eli Manning y compañía.
Su primera victoria en playoffs llegaría en la temporada del 2009, al vencer 34-14 a los Philadelphia Eagles. Pero después cayeron ante los Minnesota Vikings, 34-3, partido en el que Romo fue capturado en seis ocasiones, soltó tres veces el balón y tuvo una intercepción.
Pero parecía que podría tener una revancha en la campaña del 2014, en la que guió a su equipo a una remontada contra los Detroit Lions. Los Cowboys perdían 17-7 al medio tiempo y terminaron ganando 24-20. Sin embargo, en la Ronda Divisional volvieron a caer, ahora frente a los Green Bay Packers por 26-21. Esa fue la última vez que Romo llegó a la postemporada.
La carrera de Tony Romo fue luz y sombra, números impresionantes que iluminaban una sonrisa en la afición del equipo, pero todo se oscurecía con sus actuaciones en playoffs. No pudo ser el quarterback que le diera un nuevo campeonato a Dallas, pero creo dejó huella en el equipo.
Pero es momento de responder la pregunta del día: ¿merece estar en el Salón de la Fama? Lamentablemente no creo que tenga lo que se necesita para ser inducido como jugador, sus actuaciones en playoffs tendrán mucho peso. Pero como analista de NFL es excelente, así que en ese rubro sí podría llegar a ser una Hall of Famer.