La derrota ante Rams puso fin a seis victorias consecutivas contra su némesis de la NFC Oeste
El final llegó antes y de manera más desgarradora de lo que los San Francisco 49ers podrían haber imaginado. En una ventaja desperdiciada, que recuerda a su derrota más reciente en los playoffs (Super Bowl LIV), los Niners desperdiciaron una ventaja de diez puntos en el último cuarto ante Los Angeles Rams y consumaron una devastadora derrota por 20-17 en el Juego de Campeonato de la NFC.
Este tropiezo trajo un final abrupto a una racha mágica en la que los Niners, sextos preclasificados, estuvieron a punto de clasificarse para el Super Bowl por segunda vez en tres años. Fue el final de una temporada, el final de una racha de seis victorias consecutivas contra su némesis de la NFC Oeste y, muy posiblemente, el final de la era de Jimmy Garoppolo como mariscal de campo de San Francisco.
Para que esos finales sucedieran, los Niners tuvieron que soportar otro colapso al final del juego. El mismo equipo que tuvo marca de 3-1 en la postemporada con una ventaja de más de diez puntos en el último cuarto desde 2019, dejó escapar otro en el peor momento posible. El resto de la NFL tiene marca de 23-0 en esas situaciones en ese lapso, según datos de ESPN Stats & Information.
Antes del domingo, los Rams tenían marca de 1-23 cuando perdían por dos dígitos en la segunda mitad desde que Sean McVay asumió el cargo de entrenador en 2017. Era apropiado que el segundo viniera en el Juego de Campeonato de la NFC, ya que el otro fue el juego por el título de la NFC de 2018, contra New Orleans Saints.
Aferrándose a una ventaja de 17-7 en el último cuarto, una defensa de los Niners, que pasó gran parte del día en el campo, pareció quedarse sin combustible. Los Rams se movieron rápidamente para un touchdown de 11 yardas al receptor abierto Cooper Kupp. Luego de sumar un gol de campo para empatar, los Rams consiguieron otra parada defensiva y un gol de campo de 30 yardas para tomar la delantera.
El último intento de Garoppolo y los Niners fracasó cuando, quizás apropiadamente, su esfuerzo por evadir al tackle defensivo Aaron Donald resultó en que el apoyador de los Rams, Travin Howard, interceptara un pase que atravesó las manos del corredor JaMychal Hasty.
Ahora, los 49ers se dirigen a una temporada baja llena de preguntas, ninguna más grande que lo que le espera a Garoppolo y la posición de mariscal de campo. Todo el tiempo el plan parecía ser pasar esta temporada y luego entregarle las llaves al novato Trey Lance en la temporada baja.
Si bien Garoppolo le dio a los Niners lo suficiente para llegar a otra aparición en el Juego de Campeonato de la NFC, sus limitaciones se exhibieron nuevamente el domingo cuando la ofensiva de San Francisco luchó por encontrar consistencia. Garoppolo finalizó con 16 de 30 pases para 233 yardas con dos touchdowns y la intercepción. También tuvo una mala falla para un posible touchdown para abrir al ala cerrada George Kittle en la primera mitad.
Como ha sido el caso a menudo en el tiempo de Garoppolo con los Niners, no todo fue malo. No todo fue bueno. Simplemente no fue suficiente.
Jugada fundamental: con 9:55 restantes en el juego, el mariscal de campo de los Rams, Matthew Stafford, lanzó un pase profundo a nadie en particular en el medio del campo. El profundo de los Niners, Jaquiski Tartt, acampó debajo de él con una oportunidad para una fácil intercepción y... lo dejó caer.
En un día en el que los puntos eran preciosos, la falla de Tartt resultó desastrosa cuando los Rams siguieron y corrieron hacia el territorio de los Niners antes de conformarse con un gol de campo. Esos tres puntos empataron el juego a 17 y prepararon el escenario para que Los Ángeles enviara a San Francisco a la temporada baja.