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¿Cómo ocurrió el colapso de Chiefs para una de las mayores sorpresas de la historia?

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Lo que tienes que saber de cara al Super Bowl LVI (1:30)

Te traemos los mejores datos que debes conocer previo al Super Bowl LVI, disputado el próximo 13 de febrero, entre los Bengals y los Rams. (1:30)

Kansas City se derrumbó en la segunda mitad del Juego por el Campeonato de la AFC ante los Bengals y perdió luego de desperdiciar una ventaja de 18 puntos

Si bien Los Angeles Rams finalmente pudieron superar su racha de seis derrotas consecutivas contra los San Francisco 49ers y se convirtieron en el segundo equipo en dos años en disputar el Super Bowl en su estadio, el resultado más impactante de los juegos del domingo por los títulos de conferencia fue sin duda el que vimos en el Arrowhead Stadium.

Después de tomar una ventaja de 21-3 en el segundo cuarto, los Kansas City Chiefs sufrieron un colapso total contra Cincinnati. Los Bengals lograron rápidamente 24 puntos consecutivos para tomar la delantera, y aunque los Chiefs empataron el juego al final del tiempo reglamentario y ganaron el volado, una intercepción de Patrick Mahomes y un gol de campo de Evan McPherson sellaron un impresionante viaje al Super Bowl LVI para los Bengals.

Por supuesto, hemos visto perder antes a grandes favoritos, pero esta tiene que ser una de las derrotas más impactantes en los últimos tiempos. Los Chiefs tenían una expectativa de victoria del 95 por ciento después de construir esa ventaja de 18 puntos, lo que significa que tenían más posibilidades de ganar que los Buffalo Bills después de cualquiera de sus touchdowns tardíos en la Ronda Divisional. Los fanáticos de los Chiefs intentaban frenéticamente comprar boletos de avión a Los Angeles. Se sentía que el juego estaba decidido.

¿Qué sucedió? ¿Cómo se las arreglaron los Bengals para remontar? ¿Y cómo desperdiciaron los Chiefs una ventaja de tres posesiones y perdieron la oportunidad de llegar a su tercer Super Bowl consecutivo?

Error tras error para la ofensiva de los Chiefs

Incluso un gato agota sus nueve vidas con el tiempo, y ese día llegó para Kansas City. Los Chiefs habían sobrevivido en la postemporada al fútbol americano descuidado y los errores mentales, debido al abrumador talento y creatividad de sus superestrellas. Cuando no pudieron detener a Josh Allen y los Buffalo Bills la semana pasada, los tres grandes vinieron a rescatarlos. En una línea de tiempo lo suficientemente larga, casi siempre parecen superar sus errores al producir algo especial cuando llegan los momentos importantes.

Pero después de tomar una gran ventaja el domingo, los Chiefs no pudieron capitalizar. Cometieron error tras error, y si bien casi pudieron superar esos problemas con una serie tradía, no se esperaba ninguna salvación. No tienen a nadie más que a ellos mismos (y los esfuerzos de un equipo de los Bengals que nunca se dan por vencidos) a quienes culpar. Y aunque no hicieron mucho a la defensiva durante el regreso de los Bengals, muchas de las jugadas mediocres se produjeron en el lado ofensivo del balón:

Los Chiefs no lograron anotar en la última jugada de la primera mitad. Después de que Samaje Perine se escapó de una tacleada de Charvarius Ward y llevó un pase pantalla de 41 yardas a las diagonales con 1:05 para el final de la primera mitad, casi todos los que vieron el clásico juego Bills-Chiefs pensaron lo mismo: los Bengals anotaron demasiado temprano. Con poco más de un minuto para el final y dos tiempos muertos disponibles, Kansas City estaba en excelente forma para responder. El entrenador en jefe de Cincinnati, Zac Taylor, ciertamente estaba pensando en eso, ya que los Bengals estaban tratando de hacer sangrar el reloj en esa serie final antes de que Perine anotara "demasiado pronto".

La ofensiva de los Chiefs había sido imparable hasta ese momento y se mantuvo, avanzando 66 yardas en cinco jugadas antes de usar su último tiempo fuera con 13 segundos restantes. Tyreek Hill luego consiguió un castigo por interferencia de pase en la zona de anotación, dando a los Chiefs el balón en la yarda 1 con nueve segundos para el final. Tras un pase incompleto de Mahomes, se enfrentaban a una segundo y gol desde la 1 a falta de cinco segundos y sin tiempos muertos.

Es posible que los Chiefs sintieran que podrían haber ejecutado dos jugadas en cinco segundos, aunque esas jugadas tendrían que haber ocurrido muy rápido. A pesar de todas las fortalezas de Mahomes, no siempre es el mariscal de campo más decisivo en la zona roja. Si asumimos que iban a tener la oportunidad de ejecutar solo una jugada más o patear un gol de campo, el modelo de probabilidad de ganar de ESPN se inclinó ligeramente arriesgarse, con sus posibilidades de ganar saltando del 92 por ciento con un intento de gol de campo a 93.4 por ciento buscando el touchdown.

Los Chiefs probablemente tenían una jugada que les gustaba, pero Mahomes y Hill no la ejecutaron. Ejecutaron una opción de pase (RPO por sus siglas en inglés) por el interior con Hill, quien estaba en movimiento en la jugada. Hill se quedó con una gran franja de espacio en el lado izquierdo del campo, y con Eli Apple en la cobertura personal en la jugada, el esquinero de los Bengals, a menudo criticado, corrió por el campo y quedó frente a Hill en el espacio. El pase de Mahomes llevó a Hill hacia atrás y lo obligó a detenerse casi por completo antes de correr hacia adelante, y cuando se dio la vuelta, Apple y Trey Hendrickson estaban allí para hacer una tacleada salvadora.

B.J. Hill intercepta a Mahomes. Aquí es donde la remontada realmente comenzó a escalar. Después de que la defensiva se endureciera en la zona roja y mantuviera a los Bengals en un gol de campo para mantener una ventaja de ocho puntos en el tercer cuarto, una de las otras adiciones defensivas de Cincinnati desde fuera de la organización hizo una gran jugada. Hill, quien fue adquirido en agosto procedente de los New York Giants, se convirtió en el último de una línea de defensores de los Bengals en lograr una intercepción crucial.

Enfrentando segunda y 3, los Chiefs ejecutaron otro RPO, esta vez con opciones en ambos lados del campo. Los Bengals enviaron una presión simulada, con un defensivo libre (Vonn Bell) saliendo del lado derecho de la línea y Hendrickson entrando en cobertura. En lugar de lanzar un pase fácil, Mahomes optó por trabajar el lado izquierdo del campo. Hendrickson estaba en realidad en el carril sobre el que Mahomes estaba tratando de lanzar, pero antes de que la pelota pudiera llegar allí, Hill se colocó frente al balón y logró interceptarla.

Aun así, los Chiefs generalmente logran superar las intercepciones. Los Bengals empataron el juego con un touchdown y una conversión de 2 puntos y forzaron otro despeje, pero después de que L'Jarius Sneed se adelantara a Ja'Marr Chase para interceptar a Joe Burrow, los Chiefs volvieron. Seguramente, aquí es donde Kansas City se aprovecharía de los errores de su oponente, ¿verdad?

No exactamente. Mahomes envió un pase en segunda oportunidad a Clyde Edwards-Helaire. En tercero y 6, Hendrickson venció a Orlando Brown Jr. por el borde e intercepto a Mahomes para poner fin a esa serie. Luego, los Bengals sostuvieron el balón durante más de seis minutos, con Burrow escapándose dos veces para conseguir primeros intentos antes de patear un gol de campo.

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Después de abrirse camino hacia un total de dos primeros intentos en sus primeras cinco posesiones en la segunda mitad, los Chiefs finalmente encontraron algo de ritmo en la ofensiva. Después de que Kelce convirtió un tercero y 2 para llegar a la yarda 5 de Cincinnati con 95 segundos para el final, los Bengals se estaban aferrando a la vida. En los comentarios de televisión, Tony Romo incluso se preguntaba si los Bengals deberían haber dejado que los Chiefs anotaran un touchdown para tratar de recuperar el balón y tener la oportunidad de ganar el juego.

(Opinión: Sabemos lo que sucedió, pero incluso de antemano, esto hubiera sido una mala idea. Es razonable dejar que un equipo anote en esta situación cuando hay un empate o tiene una ventaja de uno o dos puntos, dado que con un gol de campo se ganaría el juego, pero una ventaja de tres puntos le da la oportunidad de mantener el juego con un gol de campo y ganar al final del tiempo reglamentario o en tiempo extra).

Los Chiefs estaban en posición de tener su pastel y comérselo también. Después de que un acarreo de Jerick McKinnon en primera oportunidad ganó una yarda, los Bengals usaron su último tiempo fuera con 1:30 restantes. A solo 5 yardas de la zona de anotación, los Chiefs podrían consumir el reloj y anotar un touchdown para subir a cuatro puntos la diferencia a su favor. Si todo lo demás fallaba, podrían patear un gol de campo para enviar el juego a la prórroga. En este punto, presentaron la peor secuencia ofensiva de cinco jugadas de toda la era de Mahomes.

El colapso de Mahomes. Cuando los Chiefs regresaron en segunda oportunidad, curiosamente Kelce no estaba en el campo. Permítanme decirlo nuevamente: a pesar de no estar involucrado en ningún contacto en la jugada de primer intento y tomar un respiro después de que los Bengals pidieron tiempo fuera, Kelce, su mejor arma en la zona roja, no estuvo en el campo para una de las jugadas más importantes de la temporada. En cambio, Blake Bell era el único ala cerrada. No estoy seguro de cómo o por qué sucedió eso.

Los Chiefs ejecutaron en la zona interior, pero nadie estuvo disponible de inmediato. Byron Pringle se abrió en la parte trasera de la zona de anotación, pero cuando corrió libre, el liniero defensivo de los Bengals, D.J. Reader, otra de esas importaciones de las últimas dos temporadas bajas, se había liberado de Joe Thuney. Si Mahomes tiene medio segundo más para lanzar, probablemente vea a Mecole Hardman y retroceda unos pasos antes de lanzar un pase a la línea de fondo. En cambio, giro para escapar de Reader antes de toparse con Sam Hubbard para una captura de 5 yardas.

El tercero y gol fue peor. Kelce estaba de vuelta en el campo, y con presión de tres hombres, Mahomes nuevamente tuvo mucho tiempo para lanzar. De hecho, no puedo creer que Mahomes no haya intentado conectar con Kelce.

En cambio, Mahomes esperó. No le tiró el balón a Pringle en la línea de gol ni intentó un pase mucho más difícil a Hill corriendo por la parte de atrás de la zona de anotación. Desde 14 yardas de distancia, Hubbard se acercó a Mahomes con una carrera en línea recta hacia el mariscal de campo. En lugar de deshacerse del balón o simplemente bajar para evitar que sucediera algo desastroso, Mahomes trató de esquivar a Hubbard y perdió el balón. Este habría sido uno de los peores balones sueltos perdidos en la historia de la NFL dadas las circunstancias, pero los Chiefs tuvieron la suerte de que Thuney cayera sobre el balón y que Harrison Butker pateara un gol de campo de 40 yardas, enviando el juego a tiempo extra.

Los Chiefs tienen suerte, y luego no. Después de ganar el volado, continuaron jugando un fútbol americanofeo. En el primer intento, ejecutaron otro RPO. Mahomes sostuvo el balón y trató de lanzar rápido a Demarcus Robinson, pero con Hendrickson ocupando su carril de lanzamiento, Mahomes trató de pasar el lanzamiento por encima de él. Esta fue la mejor jugada, con diferencia, de la secuencia.

En segundo intento, el desastre casi ocurre. Los Chiefs trataron de darle a Mahomes una pase sencillo hacia Robinson. (por qué decidieron recurrir a su cuarto receptor abierto en tiempo extra con su temporada en juego es un misterio). Parecía haber una falta de comunicación sobre a dónde iba Robinson, y el pase de Mahomes fue directo a Apple, quien dejó caer lo que habría sido una de las intercepciones más fáciles de su vida.

Esto se sintió como el último respiro, el momento que podría impulsarlos a volver a ser el equipo que vimos contra los Bills. Sin embargo, no sucedió. En tercer intento, los Bengals le mostraron a Mahomes una ventana para un lanzamiento profundo y se llevaron el balón. Hill se alineó en la ranura contra Mike Hilton, pero después de seguir a Hill por 10 yardas, Hilton dejó la ruta a Vonn Bell y se dio la vuelta para desempeñar un papel de "ladrón" en el medio del campo. Mahomes aprovechó esa breve ventana para tratar de encontrar a Hill en una ruta profunda, pero Jessie Bates se adelantó. La pelota rebotó en Hill y llegó a las manos de Bell, quien la devolvió a la yarda 45. Tres primeros intentos después, los Bengals se dirigían al Super Bowl.

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Si las cosas salen un poco diferentes, los Chiefs superan esos errores. Andy Reid desperdició un tiempo fuera en la primera mitad; de no ser así habrían tenido un tiempo fuera adicional para esa secuencia al final de la mitad y podrían haber corrido el balón en situación de corto yardaje. Si Mahomes ganaba medio segundo adicional en esa secuencia de gol por jugar al final del juego, tal vez hubiera lanzado un pase de touchdown. Tal como estaban las cosas, los Chiefs fueron descuidados en demasiados momentos clave, y los Bengals hicieron un trabajo increíble al encerrarlos cuando más importaba.


¿Cómo lo hizo la defensiva de los Bengals

El otro elemento impactante de todo esto es cuán dominantes fueron los Bengals después del medio tiempo. Con su temporada en juego, la defensiva N° 19 de la liga sofocó a los Chiefs. Como señaló Sheil Kapadia de The Athletic el domingo por la noche, los Chiefs se redujeron a la peor mitad del fútbol en ofensiva que hemos visto en cualquier juego de la era de Mahomes . Después de registrar un índice de pasador de 98.0 en la primera mitad, Mahomes registró un índice de pasador de 1.4 en la segunda mitad y en tiempo extra, según Seth Walder de ESPN.

De alguna manera, después de ser destrozados durante la primera mitad, los Bengals se transformaron en los Chicago Bears de 1985 después del medio tiempo. ¿Cómo? Usando los datos de las Next Gen Stats de la NFL y registrando cada jugada, hice lo mejor que pude para tratar de reconstruir cómo superaron a los Chiefs a tiempo para salvar su temporada y avanzar al Super Bowl.

En la primera mitad, los Bengals en su mayoría intentaron hacer las mismas cosas que la liga ha hecho contra Mahomes y los Chiefs esta temporada, y prácticamente no tuvieron éxito con sus intentos. Cuando ejecutaron coberturas altas en los dos primeros cuartos, Mahomes completó 11 de 12 para 141 yardas y un touchdown. Los Chiefs pudieron dividir esas coberturas lanzando frente a los profundos y luego usando el movimiento para crear oportunidades.

Mahomes también conectó dos grandes jugadas contra coberturas en la primera mitad; uno en un envío profundo a Hill por el centro, y otro en una jugada en la que un movimiento tardío de Hill sacó un profundo del medio del campo y creó una oportunidad uno a uno para una bomba de 44 yardas a Hardman. Los Chiefs ganaron en el 82.4 por ciento de los bloqueos en pase y prácticamente dominaron en la línea. La única mancha en su historial fue el fracaso en la última jugada.

¿Cómo cambiaron las cosas los Bengals? Algunos factores se combinaron para contribuir a una impresionante mejora defensiva:

Jugaron más coberturas personales y vivieron para contarlo. Sí, después de una temporada completa en la que la liga supuestamente aprendió que el secreto para detener a los Chiefs era jugar cobertura doble, los Bengals pudieron superarse jugando más coberturas personales. Jugaron mucho al Cover 1 Robber durante la segunda mitad, una formación en la que hay un profundo jugando en el medio del campo. El otro profundo se coloca más cerca de la línea de golpeo y ayuda a la cobertura desde el centro, donde puede ingresar a los carriles de lanzamiento o proporcionar una ventaja para los defensivos que se enfrentan al cruce de rutas.

Según mi cuenta, los Chiefs ejecutaron 12 jugadas en la segunda mitad y el tiempo extra. Esas 17 jugadas generaron un total de 41 yardas.

El cambio hacia una división de cobertura más uniforme ayudó a eliminar lo que había sido una fructífera vía de ataque para Mahomes y los Chiefs: los lanzamientos por fuera de los números. En la primera mitad, cuando Mahomes se salió de los números, completó 8 de 8 para 97 yardas con tres touchdowns. Tras el descanso, en esos mismos lanzamientos, terminó con seis pases incompletos en seis intentos con una intercepción. Los Bengals regalaron demasiados pases completos fáciles al exterior en la primera mitad, pero después del medio tiempo, los Chiefs simplemente no pudieron hacerles pagar por mover a ese segundo profundo.

Lou Anarumo se puso creativo presionando con tres. El coordinador defensivo de Cincinnati básicamente eliminó sus paquetes de carga del libro de jugadas para este partido. Fuera de la presión de cinco hombres dentro de la yarda 5, los Bengals no atacaron ni una sola vez. Vimos un par de presiones simuladas, como la de Hill, pero abandonaron cualquier idea de enviar grandes cargas a Mahomes con la esperanza de crear presión.

En cambio, Anarumo envió menos presión que prácticamente cualquier equipo ha enviado a Mahomes en un juego hasta ahora. Mahomes vio un total de 45 jugadas en las que fue presionado por tres hombres esta temporada, o un promedio de alrededor de 2.4 jugadas de presión de tres hombres por partido. Los Bengals enviaron 15 jugadas de presión con tres hombres tras Mahomes el domingo, 10 de las cuales llegaron después del medio tiempo. A pesar de la idea de que Mahomes simplemente supararía esas coberturas y finalmente encontraría un receptor abierto, descubrí que esas 15 jugadas produjeron solo 38 yardas netas. Según las Next Gen Stats, Mahomes completó 7 de 13 para 58 yardas con una intercepción y dos capturas cuando los Bengals tenían ocho defensivos en cobertura.

En la mayoría de los casos, los Bengals presionaban con tres y luego usaban al cuarto cazamariscales como espía para tratar de limitar la habilidad de Mahomes para correr. Una semana después de correr siete veces para 69 yardas y un touchdown, corrió solo tres veces para 19 yardas y un primer intento el domingo. Esto recaía con mayor frecuencia en Logan Wilson, quien comenzaba a presionar y confundir a un bloqueador antes de rodar hacia el medio del campo, lo que le dio a los Bengals el beneficio de tener un espía sobre Mahomes y quitar un bloqueador el tiempo suficiente para sus alas defensivas y dejarlos en duelos personales contra Kansas City.

Sin embargo, lo que también vimos fue que los Bengals pusieron tanto a Hubbard como a Hendrickson en cobertura. A menudo, se saltaban o simplemente comenzaban a cubrir a Kelce al comienzo de la ruta del ala cerrada antes de pasar a la cobertura de gancho. Es fácil preguntarse por qué un equipo "desperdiciaría" a uno de sus mejores cazamariscales al colocarlo en cobertura, pero esta fue una táctica efectiva en términos de quitarle los pases completos fáciles a Kansas City en las rutas de arrastre y en el juego rápido.

Esta táctica podría haber cambiado el juego para los Bengals. Como vio en la oportunidad de tercera y gol anterior, Hubbard, al entrar en el carril de lanzamiento de Mahomes, podría haber eliminado los posibles pases de la victoria a Kelce y Pringle antes de que Hubbard se encargara del mariscal de campo de los Chiefs. La caída de Hendrickson en el carril de lanzamiento de Mahomes creó un momento de incertidumbre, parecía que Mahomes no estaba seguro de lo que estaba viendo a veces durante la segunda mitad.

Colocar ocho defensivos en cobertura también les dio a los Bengals la capacidad de duplicar las marcas tanto en Hill como en Kelce mientras obligaba a Mahomes a encontrar otro receptor. En tercera y 3, por ejemplo, presionaron con tres y lograron acorralar a los dos principales receptores de Kansas City el tiempo suficiente para que la presión de tres hombres llegara a su destino y capturara a Mahomes. La mayoría de los equipos no serían lo suficientemente valientes como para ejecutar una alineación 3-1-7 en tercera y 3, pero los Bengals confiaban en que los Chiefs no iban a poder ni estar interesados en correr con el balón:

Mientras que la crítica natural por cualquier derrota de Reid es que su equipo no corrió el balón lo suficiente, no estoy seguro de que ese sea el caso aquí. Durante la segunda mitad, los Chiefs enfrentaron un primer intento frente a esa formación 11 veces. Corrieron el balón en seis de esas 11 jugadas y Mahomes se escapó por tierra en una séptima. De hecho, sumaron 43 yardas en esas 11 jugadas, lo cual es impresionante dado que sus otras 23 jugadas acumularon apenas 40.

Los Bengals tuvieron más presión contra el pase. Incluso mientras presionaban con tres, tuvieron más éxito persiguiendo a Mahomes en la segunda mitad. Al mismo tiempo, la ofensiva de Cincinnati hizo un mejor trabajo protegiendo a Burrow después del medio tiempo. Los índices de presión generados por cada equipo muestran que una primera mitad desequilibrada se convirtió en una batalla mucho más reñida en la segunda mitad:

  • Porcentaje de presión en la primera mitad: Bengals 13.6 por ciento; Chiefs 47.4 por ciento

  • Porcentaje de presión en la segunda mitad y tiempo extra: Bengals 25 por ciento; Chiefs 26.1 por ciento

Mahomes registró un índice de pasador de 4.6 cuando estaba bajo presión contra los Bengals, completando dos de cuatro pases para 18 yardas con cuatro capturas y un balón suelto. Su habilidad para hacer que la magia suceda sobre la marcha es parte de lo que lo hace increíble, pero también puede conducir a actuaciones feas como la que vimos el domingo.

Los Bengals comenzaron a volverse más agresivos con su cobertura. Este es más anecdótico, pero vi varios ejemplos durante el juego, y confío en que se confirmaría si pudiéramos preguntarles a los Bengals bajo juramento. A medida que avanzaba el juego, quedó claro que los árbitros no tenían intención de sancionar nada más que los castigos más obvios, y después del medio tiempo, los Bengals se volvieron más agresivos en términos de desafiar a los receptores de Kansas City. (Por ejemplo, Kelce siendo agarrado y girado en segunda y 6 con 1:50 para el final). No quiero decir que se salieran con la suya con los castigos, pero sospecho que habrían sido señalados con más frecuencia si este hubiera sido, digamos, la cuadrilla de Shawn Hochuli en lugar del de Bill Vinovich.

Si esto suena como que estoy acusando a los Bengals de algo inapropiado, ese no es el caso. Los defensivos deben hacer todo lo posible en la cobertura, especialmente en una liga en la que las reglas otorgan tantas ventajas a los jugadores ofensivos. Los Chiefs estaban arrebatando y agarrando aún más agresivamente que los Bengals; Sneed agarró notablemente la camiseta de Chase por detrás para ayudar a frenar al receptor abierto en esa intercepción en el último cuarto. Existen las reglas en papel y las reglas que implementan los árbitros en un juego. Los Bengals fueron inteligentes para jugar hasta los límites del juego que los árbitros dictaban, aunque tuvieron la suerte de salirse con la suya con un golpe tardío sobre Hardman.

Hubo otros pequeños factores en la segunda mitad. Los Chiefs lidiaron con problemas de comunicación en la ofensiva, lo que les costó un par de terceras oportunidades. Mahomes parecía enamorado de los pases elevados a la línea lateral, y parecía que a veces era casi demasiado bueno en términos de enhebrar sus lanzamientos. Hubo algunos balones no atrapados y algunos pases mal lanzados.

Sin embargo, más que nada, los Bengals se adaptaron y sobrevivieron. Con sus vidas en riesgo en los playoffs, Hendrickson y compañía simplemente superaron en ejecución a los Chiefs para ayudar a impulsar una remontada legendaria. Prácticamente nadie esperaba que los Bengals estuvieran en los playoffs antes de esta temporada. Pocos esperaban que vencieran a los Titans, los mejor sembrados de la AFC, y menos aún pensaron que tenían una oportunidad contra los Chiefs. Para cuando estaban 21-3 el domingo, sospecho que incluso había fanáticos de los Bengals que se estaban resignando. Los Bengals han demostrado repetidamente que es una tontería descartarlos. Después de una segunda mitad impresionante, ya nadie los toma a la ligera.