"¿Por qué se va a tener que ir Demichelis?" La pregunta que se hizo Enzo Francescoli en una entrevista, analizando el clima que reinaba en el mundo River, al menos en parte, tras un 2023 con altibajos puede resumir el año millonario.
Un año muy positivo si se habla del torneo de la Liga Profesional en el que River fue campeón por un amplio margen, donde se puede agregar el Trofeo de Campeones que acaba de obtener con justicia ante Rosario Central, o los triunfos en los dos clásicos ante Boca.
O un año con sabor amargo si se tiene en cuenta que el equipo fue eliminado en octavos de final de la CONMEBOL Libertadores, cuando la ilusión (sostenida por un rico plantel) era pelearla hasta el final. Ese golpe, golpazo, fue duro de digerir.
En el debe, también, figura la temprana eliminación de la Copa Argentina (32 avos de final) ante Talleres de Córdoba. Luego, sin otras competencias en el medio la obligación era buscar el bicampeonato local, algo que no ocurrió: pese a avanzar cómodo como líder de la Zona A a los cuartos de final, Central lo dejó en el camino en las semifinales.
Pero desde el juego, también hubo cuestionamientos para el entrenador que daba sus primeros pasos en un plantel de Primera, y con la obligación de reemplazar ni más ni menos que a Marcelo Gallardo.
Más allá de lo futbolístico algo pasó en el vestuario. En septiembre, una interna estalló dentro del plantel cuando trascendió que el DT habría criticado en una reunión privada con periodistas a algunos integrantes del plantel. Entre ellos, varios referentes.
Por supuesto, a días de que el equipo fuera eliminado por Inter de Brasil en los penales, esta situación provocó un clima enrarecido que River no estaba acostumbrado a vivir en los últimos tiempos. Sobre todo con Gallardo en el banco de los suplentes, donde los “trapitos sucios” se lavaban puertas adentro.
Demichelis vivió en definitiva la adaptación al fútbol argentino, y a un equipo que como grande que es está obligado a ganar. Alguno podrá decir: si el Muñeco, con todo lo que ganó, recibió algunas críticas, por qué estaría exento de ellas Micho.
Algo hay en claro: se termina un ciclo con la despedida de algunos jugadores. Uno de ellos es Enzo Pérez, una gloria y un emblema de los últimos tiempos de este River ganador. Nicolás de la Cruz, uno de los mejores jugadores del fútbol argentino, cierra una etapa también. O Jonatan Maidana, otro veterano de mil batallas.
A pesar de la satisfacción de haber cerrado el año con un título, en River se abrió un nuevo foco de conflicto: Claudio Echeverri, apenas finalizado el encuentro ante Rosario Central, dijo: "No voy a renovar contrato con River". Luego, tanto el jugador, su representante y los dirigentes del club buscaron apaciguar la llama que se había encendido. Lo cierto es que el Diablito, figura en el último Mundial Sub 17, tiene su futuro cercano lejos de Núñez y el Millonario intentará disfrutarlo al menos durante 2024.
La final ante Central en el Madre de Ciudades no era determinante para el futuro de Demichelis. Pero la victoria, sin dudas, le permitirá arrancar el 2024 con más tolerancia de los hinchas y más aire pensando en volver a tener un River protagonista.
Plantel y jerarquía no le falta: ahora, ya con un año en el duro fútbol argentino, el DT deberá acomodar mejor las piezas para ir por los objetivos y volver a meterse en el bolsillo al exigente público millonario.