San Lorenzo le ganó 2-1 a Tigre, por los goles de Andrés Vombergar y Alexis Cuello, Héctor Fértoli había hecho el empate parcial, en el Nuevo Gasómetro, por los octavos de final del Torneo Apertura 2025. El Ciclón jugó con 10 hombres desde los 11 minutos.
El conjunto de Boedo ahora espera por el venceder entre Argentinos Juniors e Instituto de Córdoba.
Dos errores resultaron clave para la definición de un partido que pudo ser de uno o de otro o, incluso, decidirse desde el punto penal. San Lorenzo pegó primero y parecía que lo iba a resolver fácil, pero un fallo defensivo derivó en una expulsión y a Russo y los suyos se le quemaron los papeles. Entonces, los dirigidos por Diego Dabove asumieron el protagonismo. Llegaron al empate, pero les faltó claridad y contundencia para quedarse con la victoria.
Y en el final, cuando los penales ya estaban a la vista, un error en retroceso, le permitió a San Lorenzo marcar el 2-1 final.
San Lorenzo pegó primero, pero se equivocó y pagó
Fue en la primera situación de peligro del partido que el equipo de Miguel Ángel Russo se puso en ventaja. Un contragolpe perfecto. Elías Báez cortó en su área, tocó largo para Malcolm Braida, que abrió para Ezequiel Cerutti por derecha, que tenía el panorama abierto con la defensa del Matador retrocediendo y muy abierta. El uruguayo disparó, y Vombergar, que acompañaba por el medio, la empujó para asegurar el 1-0, cuando apenas iban 4 minutos de juego.
San Lorenzo pudo estirar la ventaja poco después, con un remate de Ezequiel Herrera, que Felipe Zenobio manoteó junto al palo. El Ciclón parecía que iba a poder aprovechar el golpe tempranero, pero las cosas se le complicaron por un error.
De un tiro libre ejecutado por Iker Muniain, la pelota salió rechazada, Nacho Russo se escapaba solo hacia el área de Orlando Gill, cuando Nicolás Tripichio y Elian Irala no se entendieron, y para detener al atacante de Tigre, Irala lo agarró de la camiseta y Yael Falcón Pérez lo sancionó con la roja directa.
El partido empezó a calentarse con piernas fuertes y muchas protestas, a las que el árbitro tuvo que ponerle un freno. En la confusión, el conjunto de Diego Dabove se fortaleció y tomó el mando del partido. Gill protagonizó una gran atajada para evitar el empate de Russo. Situación que se repitió más tarde. A San Lorenzo le costó reacomodarse con un hombre menos.
Las salvadas de Gill (tuvo otra en un tiro libre de Diego Sosa por encima de la barrera), mantuvieron al Ciclón delante en el marcador y, porque a Tigre también le faltó claridad en los metros finales, a puros centros, que se volvieron previsibles para la defensa azulgrana.
Tigre quiso más, preocupó, pero se quedó sin nada
Poco más puedo aguantar el equipo de Miguel Russo: en el inicio del segundo tiempo, de nuevo, le cedió el balón a Tigre, que con una recuperación de Jabes Saralegui en el mediocampo tomó al Ciclón mal parado. Cambió de frente para Sosa por la izquierda, lanzó el centro pasado, la devolvieron del segundo palo, y Fértoli entró por el otro lado para empujarla. 1-1 y el panorama se complicó todavía más para San Lorenzo.
Sin embargo, con orden y concentracón, el conjunto del Bajo Flores se sostuvo en partido. Cuando ya parecía que el pasaje a cuartos de final se iba a dirimir desde el punto penal, un nuevo error decidió el cruce: a los 44 del segundo tiempo, hubo pase atrás para Nehuén Paz, que no la controló, Alexis Cuello fue a presionar, ganó y se escapó hasta ponerse mano a mano con Zenobio. Con un tiro cruzado sentenció el 2-1.
Ahora, a San Lorenzo le queda ver si deberá ir a La Paternal o si recibirá a Instituto en el Nuevo Gasómetro. Sea donde sea, la ilusión no se la quita nadie en horas difíciles para el club.
