Giorgian De Arrascaeta cumple este 19 de enero de 2025 diez años en el fútbol brasileño, al hacer fecha de su publicación en redes sociales confirmando su arribo a Cruzeiro, equipo que defendió durante cuatro temporadas antes de pasar a Flamengo.
“Alo torcida do Cruzeiro! Tamos juntos nesta Libertadores!”, publicó aquel verano de 2015 el enganche nacido en Nuevo Berlín y formado en Defensor Sporting, comenzando así una etapa donde logró convertirse en un jugador de época aún siendo extranjero en la tierra de la técnica y el talento futbolístico.
El éxito se traduce al portugués en sucesso, y la primera acepción de suceso en español es ‘Cosa que sucede, especialmente cuando es de alguna importancia’. Y Giorgian ha sabido bien hablar el portuñol del fútbol, haciendo que en cancha las cosas sucedan y así también obtener un sensacional palmarés que incluye 16 copas levantadas entre 2015 y 2024.
“El botija sabe mirar el partido, parece un jugador antiguo”, me había advertido un veterano desconocido en una tribuna del estadio uruguayo Méndez Piana en la previa de un partido perdido. Era setiembre de 2014 y De Arrascaeta ya había dado señales de que era diferente, luego de haber debutado como profesional en Defensor en octubre de 2012, pudiendo destacarse también en el barro, contexto en el que el primero de junio del año siguiente (en su cumpleaños número 19) marcaba un golazo en el estadio Luis Tróccoli.
Se adaptó al fútbol brasileño y comenzó a jugar para todos: para sus compañeros de ataque siendo incisivo cada vez que tomaba contacto con la pelota, para sus defensas siendo opción de descarga y seguridad, para los entrenadores garantizando ataques, para los que únicamente llegan a deslumbrarse con goles acrobáticos y espectaculares, para los que les gusta la gambeta sólo por su valor estético, y para los que ven más allá de lo obvio y se dan cuenta de todo lo que generó un simple movimiento de cadera apenas imperceptible…
El juego de De Arrascaeta enamora a los que no se preocupan por entenderlo tanto y a la vez premia con una mayor satisfacción a quien sabe un poco más. Con Cruzeiro (186 partidos y 49 goles) ganó dos Copas de Brasil (2017 y 2018), y el Campeonato Mineiro 2018.
En 2019 fue traspasado a Flamengo (en seis temporadas disputó 290 encuentros y marcó 73 tantos), convirtiendo en diciembre de ese mismo año ante Ceará uno de los mejores goles del fútbol brasileño en el Siglo XXI.
Há exatos nove meses, o meia uruguaio @GiorgiandeA "pedalava" bonito no Castelão! 🚴🔴⚫
— Flamengo (@Flamengo) May 25, 2020
Que pintura 🎨, meu craque! Um dos gols mais bonitos dos últimos tempos!
Foi na vitória do Mengão por 3 a 0 sobre o Ceará, pelo Campeonato Brasileiro 2019. Inesquecível!
🎥 FlaTV#CRF pic.twitter.com/rqYeO4mewM
Mientras su figura se agigantaba en el fútbol brasileño, su valor en la Selección Uruguaya aumentaba, adueñándose definitivamente de la camiseta número 10 que había dejado vacante Diego Forlán. En octubre de 2014, De Arrascaeta había usado por primera vez la 10 de la Celeste, dorsal que utilizó en el Mundial de Qatar 2022 (donde marcó los únicos dos goles uruguayos).
En su primer año con Flamengo, el uruguayo ganó el Campeonato Carioca, Brasileirão, la CONMEBOL Libertadores y el respeto del pueblo carioca. En la temporada siguiente fueron cuatro títulos más (Campeonato Carioca, Supecopa de Brasil, Recopa Sudamericana y Brasileirã), y así las imágenes de De Arrascaeta levantando una copa con el Fla se fueron sucediendo (Campeonato Carioca y Supercopa de Brasil en 2021, Libertadores y Copa de Brasil en 2022, Campeonato Carioca y Copa de Brasil en 2024…)
"El 'gringo' más amado de Brasil". Así definió en 2022 Diego al uruguayo que indudablemente se metió entre los mejores extranjeros de la historia del fútbol brasileño. “Sensacional demais; um craque”, me señalaban eufóricos los hinchas del Mengão en la previa de una de las tantas finales de Libertadores que jugó el Fla en los últimos años.
"El 'gringo' más amado de Brasil".
— ESPN Uruguay (@ESPNUruguay) July 14, 2022
Así definió #Diego a su compañero Giorgian De Arrascaeta en los festejos del #Flamengo tras eliminar a Atlético Mineiro en los octavos de final de la Copa Brasil.
El uruguayo marcó los dos goles en el triunfo del Fla por 2-0. pic.twitter.com/Iq52ZhhQjr
“El maestro del equipo, quien hace jugar al resto. Con De Arrascaeta en campo, Flamengo es otro”, analizaba uno de los tantos torcedores que expresaba su admiración por el uruguayo, aún cuando mantenga en su corazón al serbio Dejan Petković por lo que no se animaba a decir quién ha sido el mejor ‘gringo’ con el Manto Sagrado.
Alguno podrá apuntar que ‘no le dio para Europa’. Pero más allá de que no hay decenas de equipos europeos más grandes que Flamengo (y como se mencionaba en el blog River Plate Basavilbaso respecto al Burrito Ortega, ‘cuando se dice que Ortega sólo anda bienen River se le está regalando un soberbio elogio: Ortega es para jugar un equipo equipo grande’), cabe preguntarse por qué a veces en Sudamérica negamos nuestros reales sueños y tratamos de engañarnos sin éxito, sin suceso, respecto a nuestra propia preferencia de ganar la Libertadores antes que la UEFA Champions League.
El problema de ese cuestionamiento es que a veces parte de la propia tribuna, donde a su vez reímos ante alguna finta o amague del uruguayo con esos movimientos cortitos. “Parece que no llega, pero sí; siempre te puntea la pelota cuando parece que la tenés dominada y vos llegás tarde”, comentaba el defensa José María Giménez sobre De Arrascaeta en diálogo con ESPN Uruguay.
Giorgian, el segundo máximo asistidor de la Libertadores entre 2015 y 2024 con 17 asistencias (únicamente superado por Rony, con 18), no es que era un jugador antiguo como puntualizaba aquel vetarano, es que su juego atrapa generaciones.
Era un otoño ya frío a fines de marzo de 2014. Yo había cumplido 24 años y la lluvia amenazaba aquel viernes en Montevideo, pero jugaba De Arrascaeta en Defensor, así que me tomé un ómnibus y fui hasta el Franzini, donde Giorgian marcó un golazo ante Racing y yo me reí.
Más de diez años después, quise comprobar su relevancia también en los resultados, para ver si las cosas que creía que pasaban eran verdad.
Con un increíble porcentaje de puntos con la Selección Uruguaya en las Eliminatorias rumbo a Qatar 2022 con y sin De Arrascaeta (sabiendo que el nivel de los rivales puede cambiar bastante, con Giorgian en cancha, la Celeste cosechó el 83.3% de los puntos, y sin él apenas el 26.6), los resultados en Brasil también son evidentes.
Como aquel viernes por la noche en el Franzini, más que constatar y verificar con goles o estadísticas su relevancia, De Arrascaeta te regala la comprobación de tu pálpito, te recompensa tu atención. Sucede.