Giorgian De Arrascaeta señaló por qué se sintió decepcionado tras quedar eliminado con Peñarol en la CONMEBOL Libertadores 2024, comentó su rendimiento en la Selección Uruguaya y habló de su futuro en Flamengo.
En una entrevista con Globo Esporte (ge), De Arrascaeta primero valoró el apoyo que ha recibido permanentemente de parte de la gran mayoría de la hinchada del Fla: “Desde que llegué a Río de Janeiro, la hinchada me abrazó. Tanto que cuando no jugaba el hincha era el que pedía que yo entrase. En ningún momento dudaron de mi potencial. Tengo un agradecimiento eterno con el hincha de Flamengo”.
“Dentro del campo, hago de todo para ayudar a mis compañeros a ganar títulos importantes, pero fuera sé que también tengo una responsabilidad muy grande. Sé que soy una imagen para muchos niños y con el paso del tiempo eso lo fui comprendiendo mucho más. Yo fui niño y sé cómo es ver a los ídolos de cerca, por eso siempre hago un video, me saco una foto, porque sé lo importante que es eso”, destacó.
La eliminación ante Peñarol: “Para todo hay límites”
Sin embargo, tras la eliminación con Peñarol en los cuartos de final de la CONMEBOL Libertadores 2024, algunos simpatizantes brasileños dudaron de su profesionalismo.
De Arrascaeta comentó: “Soy hincha de Peñarol, pero independientemente del equipo del que soy hincha, yo defiendo una institución, un club, y siempre voy a dar lo mejor, más allá de poder jugar bien o mal. No hicimos buenos partidos y eso es parte de la vida, no vamos a ganar siempre”.
“Para todo hay límites. Es claro que quedé un poco decepcionado por todo eso. Desde que llegué a Flamengo, jugué con la rodilla lesionada más de un mes, he viajado de la Selección Uruguaya directo a jugar, y nunca puse un pero para no estar”, subrayó.
Y agregó el talentoso mediapunta uruguayo: “He intentado dar lo mejor que podía dentro del campo para Flamengo y hay hinchas que no entienden eso. Forma parte de la vida, yo tengo claro quién soy y eso no cambia nada. Pude quedarme un poquito desilusionado, pero es parte de”.
Incluso en esas semanas donde el Manya y el Mengão, circuló en redes sociales una imagen de De Arrascaeta con una camiseta de basketball de Peñarol.
“En las vacaciones, yo me había puesto la camiseta de Peñarol para jugar con mis amigos y lo tomé como algo natural. Pero de ahí a ir en contra de mi equipo hay mucha diferencia. Sería falta de ética, de respeto a mis compañeros y a la institución. Conmigo eso no pasa, y con mis compañeros tampoco. Y ahora que ganamos la Copa do Brasil somos nuevamente unos cracks. Creo que hay una falta de equilibrio en algunos hinchas brasileños; nosotros tenemos que saber lidiar con esas cosas”, aseguró.
El futuro, la Selección Uruguaya y Marcelo Bielsa
Consultado en ge sobre cómo proyecta su carrera, De Arrascaeta expresó: “Es difícil hablar del futuro. Sí hablé con mi agente de que la única cosa que me faltó en mi carrera es jugar en el club del que soy hincha, Peñarol. Pero no se puede tener todo en la vida y un día llamé a Landim para hablar: ‘Presidente, si tengo la oportunidad, quiero quedarme en Flamengo’. Soy joven aún, pueden pasar muchas cosas, pero la ciudad, el equipo tiene una conexión muy fuerte y cada vez que voy al Maracaná y veo a la hinchada pienso: ‘¡Todavía quiero jugar acá’. Estoy muy feliz en Flamengo”.
“También es difícil pensar qué será después de mi retiro, pero en poco tiempo tengo que planificarlo. Con seguridad, no voy a ser entrenador, pero sí me gustaría hacer algo relacionado al fútbol”, manifestó.
Y dijo cuando se le preguntó si toma dimensión de lo que ha logrado en el fútbol brasileño: “A veces, por las estadísticas o por lo que se lee en internet, uno termina sabiendo un poco, pero creo que la dimensión se sabrá cuando pasen los años, cuando no sea más jugador. Espero seguir ganando títulos y creciendo en el equipo, conquistando cosas importantes y copas en Flamengo. Ese es mi pensamiento. De aquí a unos años, creo que la ficha va a caer y voy a saber lo que conquisté en Brasil”.
En cuanto a su juego, siendo un enganche natural, De Arrascaeta señaló: “He tenido que adaptarme a la intensidad del juego. He trabajado con entrenadores que tienen más la pelota para atacar los espacios o como Bielsa, que es muy intenso”.
A propósito del argentino Marcelo Bielsa, DT de la Selección Uruguaya, el futbolista del Fla comentó sobre los cuestionamientos que se le hicieron respecto a su forma de vincularse con los jugadores.
“En la selección siempre tuvimos entrenadores que eran como un padre para nosotros, como lo fue el Maestro Tabárez. Y ahora encontramos un entrenador con una personalidad totalmente diferente y fue un poco chocante porque no estábamos acostumbrados a su forma de trabajar o a su personalidad. Pero hicimos reuniones para hablar sobre eso”, afirmó De Arrascaeta.
Y apuntó: “Como Luis Suárez comentó, pasaron cosas que tenían que ser mejoradas. Independientemente de quién estuviera ahí como entrenador o jugador. En las últimas convocatorias, nos reunimos con Macelo, hablamos de frente de las cosas que no eran como queríamos y lo escuchamos”.
De Arrascaeta también habló de su función en la Celeste: “En Uruguay siempre intento dar lo mejor. Pero, a veces, mi característica no ayudaba con la forma en que la selección jugaba. Con Tabárez y Alonso, yo recorría mucha distancia y tenía poco contacto con la pelota, cuando mi cualidad es estar cerca de la pelota y hacer que mis compañeros jueguen”.
La importancia de la salud mental
Por último, De Arrascaeta destacó cuánto lo ha ayudado en su rendimiento hacer terapia sicológica: “Quien me aconsejó fue mi esposa. Cuando volvimos a estar juntos, ella había comenzado terapia y creyó que sería importante para mí también. En el comienzo, no veía gran diferencia. Sucede que uno comienza a exagerar las cosas simples; antes perdía un partido y no quería salir de mi casa. Como si la vida sólo fuese buena cuando gano; la vida no es eso”.
“Hay que saber ganar, perder y empatar; la terapia me cambió en el sentido de intentar dar lo mejor de mí en cada entrenamiento, en cada momento. Y que habrá momentos buenos y malos, pero lo importante y esencial es dar lo mejor para ayudar a las personas que están cerca tuyo. Yo era alguien muy cerrado, a veces tenía un amigo con un problema y no era capaz de preguntar lo que le estaba pasando. Entonces, son cosas que ayudan mucho y que pude cambiar”, sostuvo el nacido en Nuevo Berlín y formado en Defensor Sporting.
El futbolista uruguayo agregó: “Mi esposa me ha acompañado en toda mi carrera en Brasil prácticamente, y me conoce muy bien. Sabe de mi potencial, de mi cualidad personal y de lo que tenía que mejorar. Y con la terapia encontré el crecimiento que estaba buscando”.
Y afirmó que la terapia ha colaborado para convertirse en uno de los líderes, no sólo a nivel futbolístico, del plantel de Flamengo: “Siempre sentía las cosas, pero no las decía, no conseguía expresarlas, no tenía fuerza para levantar la mano por ejemplo. Con la terapia, comencé a mejorar eso. Fue difícil, pero entrenando todos los días intenté mejorar, hasta que en un momento comencé a hablar con los compañeros. No sólo en el ambiente del fútbol, también con otras personas, con mi familia, con mis padres…”.