El retorno de Eduardo Vargas al fútbol chileno se vivió como una verdadera teleserie, donde, contra todo pronóstico, el segundo goleador histórico de la Roja acabó firmando con Audax Italiano. Aquella novela, lejos de terminar, escribió un nuevo capítulo en la fecha 20 de la Liga de Primera.
Audax visitó a Universidad de Chile y el experimentado ariete, por supuesto, jugó un duelo especial. Enfrentó a su ex equipo, con el que supo levantar dos trofeos de primera división (2011, apertura y clausura) y el trofeo más importante en la historia de los estudiantiles, la CONMEBOL Sudamericana, también en 2011.
Aquel vínculo ganador entre jugador y club es indisoluble, sin embargo, el destino y las decisiones de Azul Azul, los llevaron a estar confrontados por primera vez desde su regreso al balompié nacional.
Corría el minuto 60 y Audax abrió la cuenta con un tanto del paraguayo Luis Riveros, en la antesala de lo que fue un mazazo para la U en todo sentido, ya que solo dos minutos después, vendría el momento cúlmine de la obra, con la aparición en las redes de "Turboman".
Un regalo prometido para los hinchas audinos, no así para los azules, quienes vieron cómo el protagonista principal de 35 años volvía a festejar en una cancha chilena, y nada menos que contra el club de sus amores.
Por lo mismo, a nadie le extrañó que su celebración no fuera tal, sino más bien con las manos sobre su cabeza, en un claro gesto de ofrecer disculpas a la institución que fuera un trampolín para su carrera, por allá hace lejanos tres lustros.
Vargas lo vivió a su manera, con respeto, algo compungido quizás, pero con la tranquilidad de ser un profesional y cumplir con la fe que su nuevo club depositó en él para traerlo de vuelta a Chile.
El partido finalmente culminó con marcador a favor de 3-1 para la visita, un equipo forastero que amagó las posibilidades del cuadro que dirige Gustavo Álvarez, que no pudo meterle presión en la cima al líder Coquimbo Unido.
