Este sábado, Felipe Melo jugó su tercera final de CONMEBOL Libertadores 2023 y consiguió su tercera Copa, aunque fue muy especial. No solo por darle la "primera" a Fluminense en su historia, sino porque fue contra Boca Juniors, un club por el que ha manifestado simpatía en varias ocasiones.
El volante devenido zaguero, de ya 40 años, ya fue bicampeón con Palmeiras en 2020 y 2021, y este sábado pasó a la historia grande del fútbol brasileño por llegar a la tercera copa de su carrera, aunque con los colores del "Flu".
"Boca me encanta, soy hincha de Boca en Argentina. Siempre me encantó la hinchada y me gustaría un día ir a La Bombonera, pero no a los palcos, sino a la hinchada", expresaba en diálogo con F90, pero los guiños hacia el Xeneize son múltiples y van desde una tabla de asado con el escudo hasta una historia de Instagram.
“Es muy hincha de Boca, mira todos los partidos por el teléfono. Grita los goles, canta las canciones y se las sabe. Es un lindo personaje”, decía Germán Cano, otro de los referentes del plantel, en diálogo con Olé.
Felipe Melo, hincha de Boca y "anti River"
Excéntrico y provocador son dos adjetivos que le caben a Melo, que se ganó el apoyo de los hinchas de Boca por sus comentarios sobre River.
En esta misma edición, participó de la goleada por 5-1 en fase de grupos ante el Millonario, y de la caída por 2-0 en Núñez. Y al ser consultado sobre si el partido había sido especial para él, fue contundente: "Especial es jugar contra Boca, jugar con River es un partido normal". Además de haberse robado el protagonismo por sus acciones 'tribuneras', como un cruce que tuvo con Nicolás De La Cruz por el que lo insultó el Monumental, realizó el gesto de "gallina" a los hinchas presentes, y luego tuvo que pedir disculpas.
Pero no contento con eso, el zaguero se entrenó en Casa Amarilla en la previa con sus compañeros e incluso se dio el gusto de sacarse una foto con Juan Román Riquelme, pero fue por más al festejar la posterior eliminación del Millonario de la CONMEBOL Libertadores ante Inter, todo a través de sus redes sociales.
Melo ya había enfrentado al Xeneize en cuatro ocasiones, todas en 2018 y con Palmeiras. Primero en fase de grupos de CONMEBOL Libertadores, cuando empató en San Pablo 1-1 y le ganó 2-0 en La Bombonera. Y luego, en semis, donde corrió otra suerte: perdió 2-0 en la ida en Buenos Aires e igualó 2-2 en Brasil.
En esta ocasión, el defensor central jugó de titular aunque salió en el minuto 51 cuando su equipo estaba ganando por 1-0. De todos modos, se mostró nervioso en el banco de suplentes hasta que se consumió el final de la definición por la CONMEBOL Libertadores.
Finalmente, Felipe Melo fue uno de los verdugos del Xeneize. El brasileño confeso fanático de Boca Juniors le sacó la ilusión a los de la ribera de obtener la séptima CONMEBOL Libertadores de su historia, mientras que ganó la tercera de su carrera y la primera para Fluminense.