BARCELONA -- El Barcelona anunció este miércoles el final de la excedencia para sus abonados (26 mil 238) de cara a la próxima temporada en el Camp Nou, la última antes de desplazarse al Estadio Olímpico de Montjuïc y en que, debido a la limitación de aforo (unas 55 mil plazas), se recuperará puntualmente en la campaña 2023-24.
Con el objeto de fomentar la asistencia al Camp Nou, que este último curso quedó muy por debajo de lo esperado, la directiva de Joan Laporta decidió, además de recuperar el Seient lliure (la opción de poner a la venta el abono por partidos), penalizar a aquellos abonados que no acudan al campo (se calcula que casi 3 mil no lo hacen nunca ni liberan su asiento).
En este sentido, a quienes no lo hagan en diez partidos se les aplicará el Seient lliure a la inversa, recuperando el club la gestión de esa localidad. Por contra, los abonados que asistan a un mínimo del 85 por ciento de los encuentros (apenas unos 10 mil en los últimos años) obtendrán diversas ventajas, tales como descuentos en las tiendas oficiales o sorteos para viajar gratuitamente con el equipo.
La pasada temporada, en partidos de Liga, solamente en el Clásico frente al Real Madrid se congregaron más de 80 mil aficionados en el Camp Nou y en 13 encuentros la asistencia quedó por debajo de los 70 mil espectadores (en cinco de ellos incluso por debajo de los 60 mil), un dato que preocupa a la directiva azulgrana, dispuesta a mejorar esos niveles de asistencia.
La vicepresidenta social del Barça, Elena Fort, explicó todas las medidas adoptadas por la directiva razonando la necesidad de recuperar con urgencia la costumbre de los socios de asistir al Camp Nou, mejorar las medidas de seguridad, “evitar el fraude” en la cesión de localidades con la implantación de un abono digital y, como medida que promete provocar controversia, retirar el asiento a aquellos socios que no utilicen su abono (ni lo cedan) en ningún partido de la temporada.
PARÉNTESIS
Existirá un paréntesis a todas estas medidas durante la temporada 2023-24, en que el Barcelona jugará en Montjuïc, cuando se recuperará la posibilidad de excedencia para los abonados y, aquellos que no se acojan a ella, si superan en número a las plazas del Estadio Olímpico, podrán acudir en turnos rotatorios que el club implantará.
Habrá que tener en cuenta, en este sentido, que en los partidos de competición europea (se espera que Champions League) el aforo será aún más limitado (unas 46 mil localidades) debido a la cesión para el equipo rival y las reservadas para la propia UEFA.
De la misma forma, y aunque la vicepresidenta aclaró que es “decisión final de LaLiga”, el Barcelona se dirigirá a la patronal para solicitar que ya a partir de esta próxima temporada el club pueda jugar sus partidos como local en horarios “más familiares”, atendiendo a que el último curso más de la mitad de los encuentros se jugaron a partir de las nueve de la noche.